30 de junio de 2009
19 de junio de 2009
Diario de Rorscharch
16 de junio de 2009
"Llévalo abajo y termina el trabajo"
12 de junio de 2009
I Ciclo de Cine y Ciencia en la Universidad de Oviedo (I)
Cuando uno escribe 2001, Una odisea en el espacio en Google, el primer resultado que le sale corresponde a la siempre esperable página de Wikipedia haciendo referencia a la película dirigida por Stanley Kubrick en 1968: 2001, A space odyssey (película)
La película que dirigió Kubrick es la adaptación al cine de la novela de Arthur C. Clarke que lleva el mismo título, la cual, a su vez, es una ampliación de una historia anterior que él mismo escribió (El Centinela, en 1948). 2001, Una odisea en el espacio se convirtió pronto en una película de referencia para todo el cine de ciencia ficción, y es el modelo sobre el cual se sentaron las bases de lo que este género daría a luz después.
El pasado miércoles 10 de junio dio comienzo el ciclo de películas "Cine y Ciencia", ofrecido por la Universidad de Oviedo con motivo de la conmemoración del Año Internacional de la Astronomía 2009. La primera película emitida fue 2001, y la semana próxima se emitirá la secuela 2010, Odisea dos.
¿Por qué recomendar personalmente ver una más que flojísima secuela de 2001, 2010, Odisea dos? Esta segunda parte es también una adaptación cinematográfica de la segunda novela de esta serie escrita por Arthur C. Clarke, dirigida esta vez por Peter Hyams. Sin embargo, el montaje de esta segunda parte se acerca en escasos detalles al de su antecesora; intenta -sin conseguirlo- imitar el clima creado por Kubrick para 2001, película que podría ser vista como un auténtico filme de culto tanto por los expertos como por los profanos en la materia espacial, por muy diversos motivos (cinematográfico, emocional, reflexivo, físico, científico, tecnológico, religioso, existencial...).
Pero aun así, para aquellos que hayan disfrutado del visionado de 2001, Una odisea en el espacio, es recomendable ver 2010, Odisea dos porque de alguna manera con esta segunda parte se cierran algunos de los interrogantes (aunque de forma poco clara) que se desprenden de la primera.
Podemos acercarnos a 2010 sin esperar nada del contexto elaborado por Kubrick para la película 2001. Esta vez no habrá una película dividida en cuatro capítulos (como si se tratara de una gran ópera espacial) ni nos acompañará el bálsamo musical de los valses de Richard Strauss. Esta vez tendremos una película que se acerca más al género moderno de acción y se aleja del melodrama y de la reflexión sobre el conflicto hombre-máquina.
Así pues, sólo es recomendable ver 2010, Odisea dos para aquellos que se quedaran con las ganas después de ver 2001, Una odisea en el espacio, pero no podemos esperarnos nada de la genialidad -a veces incomprendida- de esa obra maestra del cine de ciencia ficción que es 2001.
Y en homenaje al visionado de 2001, Odisea en el espacio... una pequeña muestra en la que vemos que la odisea que nos disponemos a ver en esta película se introduce con la fuerza de la melodía de "Así habló Zaratustra" (poema musical de Richard Strauss, adaptación de la obra escrita por Friedrich Nietzsche, tenéis más información haciendo click sobre ese enlace)
8 de junio de 2009
Federer ya reina en París
2 de junio de 2009
Espléndido Brahms
El domingo se cerró el ciclo de conciertos 2008-2009 en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, con un programa que incluía el Concierto para violín y orquesta en Re mayor (op 35) de Chaikovski, y la Sinfonía nº2 en Re mayor (op 73) de Brahms. La orquesta, la Sinfónica de Viena, dirigida por Fabio Luisi, ofreció un concierto inolvidable para dejar cerrada con buenísimo sabor de boca esta temporada musical.
En la primera parte se escuchó al violín de Julian Rachlin las notas de lo que se ha venido apodando como El Borracho; una melodía que por momentos se vuelve retorcida, caprichosa, que hace al violinista moverse en el escenario para seguir el ritmo de la partitura y lograr el efecto sonoro tan sorprendente de esta melodía.
Y en la segunda parte, la 2ª Sinfonía de Brahms... de la cual poco puedo decir. No me considero un entendido de la música clásica, ni mucho menos, pero las cuatro sinfonías de Brahms me resultan sencillamente encantadoras; su melodía, tan acompasada (como la cuarta sinfonía), tan suave (como el cuarto movimiento de la primera sinfonía -parte 1/2- y -parte 2/2-) y tan cargada de carácter en determinados momentos (como el final de esta segunda sinfonía) es magnífica.
El concierto estuvo genial, la actuación de la orquesta austriaca rozó por momentos la perfección y completaron el programa con magnífica seriedad. Si queréis leer la crítica que hace Joaquín Valdeón en La Nueva España para este concierto, aquí la tenéis.
¡Feliz Martes de Campo!
1 de junio de 2009
MUY HISTORIA, nº 23 / 2009
“Las 50 fechas de España”
Y la última es para el 11 de marzo de 2004
Hay un artículo muy interesante en este número y es el que cita las conclusiones de una serie de expertos en Historia de España a quienes se ha preguntado por las fechas más significativas de la historia de nuestro país.
De las 50 fechas más señaladas hay un podio formado por cinco, que son:
- 12 de octubre de 1492: Descubrimiento de América
- Agosto 218 a.C: Entrada de los romanos en la Península Ibérica
- 19 de julio de 711: Batalla de Guadalete, comienzo de la invasión islámica
- 18 de julio de 1936: Levantamiento militar contra la Segunda República
- 6 de diciembre de 1978: Aprobación por referéndum de la Constitución Española
A este podio le acompañan 45 días importantes más que han marcado, de algún modo y según la opinión de estos expertos, nuestra historia.
Un dato relevante, que es el que por encima de todo lo demás quiero resaltar para este artículo, es que esta pequeña biografía de la historia de España termina –de momento- en una aciaga jornada: la del 11 de marzo de 2004. ¿Cuál fue mi sorpresa cuando abrí la revista y descubrí que mi opinión al respecto coincide con la de estos expertos? Ninguna, pues realmente pienso: ¿ha habido día más importante en nuestra vida desde entonces? ¿Ha ocurrido algo de más trascendencia que la de los atentados de aquella mañana? Lo sorprendente sería que, o bien no estuviera esta jornada entre las más importantes para la historia, o bien figurara en otro lugar que no fuera el último; creo que desde entonces en nuestro país no ha ocurrido nada más importante que los atentados del 11 de marzo como para ser incluido en un lote de 50 fechas trascendentales. Tal vez no sólo por la dimensión del atentado y el grado de drama que alcanzó en aquel momento; sino por el devenir de los acontecimientos en España desde entonces, devenir que aún hoy se encuentra condicionado por tan triste suceso.
El artículo termina así:
Finaliza nuestro calendario en el siglo XXI, con el atentado de Al-Qaeda en Madrid. Es una triste fecha que, sin embargo, demostró la personalidad y madurez de la España actual, muy alejada de aquella balbuceante Península de hace 3.000 años.
Lo primero, destacar la inexactitud de referirse a Al-Qaeda como responsable de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid; sí, hay una serie de condenados como responsables de estos atentados (amén de una marea de absoluciones y “apariciones” repentinas en cárceles de Marruecos de terroristas a quienes se daba por muertos en Iraq), pero los atentados del 11-M no se atribuyen, en su Sentencia, Al-Qaeda.
Y lo segundo y lo que más me ha llamado la atención: ¿qué personalidad y madurez mostró España no sólo en aquel momento sino desde entonces? Porque yo me pregunto: ¿dónde está la personalidad de una sociedad que se deja manipular tan vilmente por los políticos y por algunos medios de comunicación para convertirse en una marioneta que, en lugar de respetar el silencio y el luto por los muertos, sale a berrear consignas políticas en medio de un caos humano, de un esperpento político y de una catástrofe terrorista? ¿Dónde está la madurez de una sociedad que experimenta más alegría y sosiego por la satisfacción electoral, que dolor y tristeza por la pérdida injusta de vidas humanas? ¿Dónde está la madurez de una clase política que se olvidó de buscar la verdad sobre los atentados?
Sí, el 11 de marzo de 2004 es la última –hasta el día de hoy- de las fechas que cambiaron la Historia de España. Desgraciadamente yo lo veo como un día en el cual el comportamiento de nuestra sociedad debería ser motivo de reflexión, más que motivo de orgullo.
Porque hablar de personalidad y madurez para referirse a la sociedad española los días 11, 12, 13 y 14 de marzo, me parece, salvo excepción, mucho decir.