27 de octubre de 2006

ESPAÑA, tenemos el mejor baloncesto

UN DEPORTE INTELIGENTE NO PUEDE SER UN DEPORTE DE MASAS:

Los miembros de la selección recibieron, ahora sí, el Premio Príncipe de Asturias, después de un mes y unos días de espera tras conocer la decisión del jurado.

Encantadores los jugadores, encantador Pepu, encantador cuerpo técnico... Encantadora nuestra selección de baloncesto. Pau, soportando una multitud de gente enfervorizada que buscaba a la desesperada una firma, una foto o tan sólo una mirada, estuvo atento a, si no todos, casi todos los que estaban a su alrededor abrumándole. Además, no sólo eso, durante la entrevista que dio a Antena 3, Peto le gritó “¡Pau!” desde el patio, y él se giró y se sonrió mirando hacia donde estábamos nosotros. Pepu, una vez terminada su correspondiente entrevista con los medios, se dirigió a las escaleras para bajar al patio junto a Pau. Y entonces el patio entero estalló con aquello de “¡Peeeeepu, Peeeeepu, Peeeeepu!” haciéndole mostrar esa sonrisa que no puede disimular detrás de la seriedad que a primera vista ofrece su rostro.

Mumbrú, ¡ay!, Mumbrú. Genial el gesto que tuviste con nosotros cuando te pedimos una foto, diciendo: “aquí no hay sitio, seguidme” para hacer una foto que sí mereciera la pena. Encantador. Sin rencores por los aspectos de la Liga ACB y tu marcha al Real Madrid. Felipe Reyes se paseó varias veces por el patio central del Hotel de la Reconquista en Oviedo. Cedió su tiempo para hacerse fotos con la multitud de aficionados que se acercaban a él. Sencillamente impecable en el trato.

Y los demás... No los vi, salvo a Rudy a través de un cristal (¡qué ganas me dieron de romperlo!), pero no fueron pocos los que consiguieron fotos y autógrafos con Berni, Jiménez, Marc Gasol... impresionante.

Tenemos una selección campeona del Mundo. ¡Pero son campeones como personas! Hoy he podido comprobar que mis héroes particulares, los que me alegraron durante la preparación de los exámenes de Microeconomía a finales de agosto y principios de septiembre, los que me hicieron vibrar como nunca (y mira que yo he vibrado con este deporte)... son, antes que nada, personas. Seres humanos de carne y hueso, como tú, como yo... que se desesperan ante tal cantidad de gente que no deja caminar pidiendo autógrafos, pero que siguen sonriendo porque, seguro, saben lo que representan y son conscientes de lo que llegan a significar para mucha gente, entre los que me incluyo. Saben que ese apoyo ha de ser acompañado de un comportamiento, una actitud, una serie de valores que no solamente se reduzcan a ser capaz de hacer las cosas más bonitas de algo llamado baloncesto sobre una pista de básquet.

Volveré a ver el último minuto del partido contra Argentina y se me erizará el pelo. Volveré a ver la final y la entrega de la medalla con el renombrado Pepu llevándose la mano al corazón, y me emocionaré como cuando lo vi, sin creérmelo exactamente todavía, en el restaurante Bocamar, el mediodía de aquel 3 de septiembre de 2006 que pasó a la historia del baloncesto...
Pau Gasol, Marc Gasol, Juan Carlos Navarro, Carlos Jiménez, Garbajosa, Rudy Fernández, Álex Mumbrú, Felipe Reyes, Carlos Cabezas, Sergio Rodríguez, Berni Rodríguez y José Manuel Calderón. Esos fueron los héroes que subieron a lo más alto del podio en el Saitama Super Arena de Japón, ante los ojos de mucha, mucha, mucha gente. Ellos son los que, en cierto modo, me han hecho entender que da igual el equipo en el que jueguen, si cuando se juntan para jugar con España me hacen tan feliz o más que cuando lo hacen por separado. Y junto a ellos, el cuerpo técnico formado por “Chichi” Creus, Genaro Díaz, Rafa Vecina, ayudando desde el banquillo y elaborando las tácticas. Jugadores y cuerpo técnico, que quedan perfectamente resumidos en la persona de PEPU HERNÁNDEZ, el “bajito” más grande de nuestra selección, el que, la noche del 4 de septiembre, a su llegada a Madrid, pronunció de la manera más especial y demostrando que un deporte inteligente no puede ser un deporte de masas si quiere transmitir verdaderos valores deportivos, una de las palabras más especiales que el ser humano inventó jamás: ba lon ces to.

NOTA: faltan fotos. No tengo internet en casa pero en cuanto pueda las cuelgo.