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4 de mayo de 2011

Historia de cuatro tiros libres y apuntes después de la “jartá” de clásicos futboleros

Con el desenlace de la eliminatoria de semifinales Champions entre el Madrid y el Barcelona, de la que el Barcelona ha salido polémico vencedor tras el resultado del segundo partido, me vinieron a la mente una serie de reflexiones sobre la influencia de lo extra-deportivo en los resultados deportivos.

Por eso, os traigo la historia de una situación deportiva vivida hace unos años; un partido de baloncesto marcado por la amistad de uno de los equipos con el árbitro.

Os invito, en primer lugar, a que hagáis el esfuerzo de seguir la historia en cursiva entre los apuntes que me surgieron durante el visionado de la semifinal. Os invito también a pensar cómo influye en vuestra vida deportiva y en vuestra rutina de equipo lo extra-deportivo, y qué mecanismos ponéis en marcha para que lo extra-deportivo no ejerza una mala influencia en vuestra vida deportiva. Y os invito, por supuesto, a leerlo todo y a comentar lo que queráis.

Sí, recuerdo el tacto de la suela de mis playeros contra el parquet. Recuerdo aquel balón que se escapaba de las manos del rival e iba a parar a las mías, atentas en el último y decisivo minuto de aquel encuentro. Me pitaron falta personal y estaban en bonus, así que tenía dos tiros libres.

Desde la banda escuché: “es él, los falla seguro”

Piqué y sus declaraciones en MARCA

Como aficionado al Joventut de Badalona, tengo claro que las noticias y reportajes del diario MARCA han de ser tomadas desde lejos y con muchísima prudencia (los aficionados badaloneses no olvidamos la campaña de desprestigio que este periódico deportivo dirigió contra la Penya en las semifinales contra el Madrid durante los play offs de la temporada 2006 / 2007).

Sin embargo, tengo que decir que si Gerard Piqué no hizo las declaraciones alusivas a “vuestra liga” y “vuestro rey”, ya está tardando en poner una denuncia al diario MARCA en el juzgado más cercano. Los futbolistas son gente con los recursos suficientes como para afrontar un litigio de estas características, ¿verdad?

Por eso, pienso… ¿y si lo dijo de verdad? ¿Y si en el túnel de vestuarios sí dijo “ya tenemos vuestra liga, ahora vamos a por la copa de vuestro rey”? Supongo que si lo dijo de verdad, yo como compañero de selección de Piqué no volvería a dirigirle la palabra… yo.

Qué pasa, Piqué, ¿te molesta “nuestra” liga? Pues hazles un favor a quienes no tienen ningún problema en jugarla, y deja de percibir ingresos por jugar en “nuestra” Selección en favor de otros que lo hagan más gustosamente.

Mi equipo perdía de dos, y yo, a falta de 40 segundos del final del encuentro, tenía la posibilidad de igualar el marcador. El destino, siempre caprichoso, había querido que no tuviese años de experiencia en baloncesto, al contrario de lo que sucedía con otros compañeros y rivales entonces en pista.

Allá iba, a la línea recta que separa en dos el círculo de la zona. Recuerdo que convertí los dos y conseguí la prórroga para mi equipo, porque no hubo ninguna canasta más en los segundos restantes.

El Madrid y su manera de afrontar la semifinal de Champions

Supongo que si el Madrid hubiera salido en el Bernabéu como salió en el Camp Nou, otro gallo hubiera cantado. Ahora ya es fácil opinar, cuando todo está resuelto.

Me acuerdo que en la prórroga defendí como un animal a mi par. Era un jugador fortísimo, más alto y mejor que yo. Probablemente incluso mucho más listo, y por supuesto con mucha más experiencia. Los cinco minutos pasaron rápido entre fallos nuestros y del rival, así que llegamos al minuto 45 dos puntos abajo.

Entonces nos tocaba defender a nosotros, y recuerdo que fui a hacer un marcaje a toda pista a mi contrario. Por primera y última vez en mi vida conseguí robar un balón en la zona rival, a escasos metros de la canasta. Cuando intentaba esquivar la defensa de mi sorprendido contrincante, recibí por su parte un fuerte agarrón en el brazo, junto a mi muñequera. No pude reprimir gritar “¡¡¡EH!!!” al sentir la fuerte presión.

Me habían agarrado sin ir a jugar el balón. No habían ido a jugar la pelota sino a hacer falta para detener el juego. La falta era una antideportiva de manual, y algo muy excitado dentro de mi cerebro me pedía que fuese adonde estaba el árbitro para gritarle y decirle que se había olvidado de que las faltas de ese tipo se castigan con tiros libres y posesión.

Pero el árbitro era amigo del equipo rival... Cosas de la liga universitaria. La falta tan sólo fue sancionada con los dos tiros libres correspondientes al bonus.

A los poderosos, ni agua: ni Barsa ni Madrid… ni Liga, ni Copa, ni Champions League
(… ni Liga, ni Copa, ni Euroleague)

No me da ninguna pena la derrota del Real Madrid frente al Barcelona. Los que me siguen saben que no suelo ver fútbol salvo las fases finales de los torneos europeos, por abril y mayo. Así pues, sí, he visto el Madrid – Barcelona y el Barcelona – Madrid, pero después de todo, ni me alegro de la victoria de uno, ni me entristece lo más mínimo la derrota de otro.

Porque ambos tienen el fútbol que se han empeñado en cultivar, como ya dije hace unos meses. Este año el Valencia ha ganado la Liga Española de Fútbol; esto es así porque el Madrid y el Barcelona se han dedicado a jugar a su videojuego de FIFA o Pro Evolution Soccer particular, apabullando a los rivales y obteniendo una distancia frente al tercero que no es ni medio normal.

El Madrid, en la vuelta de semifinales de Champions, se encontró con un gol injustamente anulado. ¿Qué pretendéis, que después de todas las que habéis armado, nos dé pena a los aficionados de otros equipos? No señor, os habéis topado con la ley que habéis impuesto en los deportes de equipo; que no gana el que más lo merece sino el que más puede.

Un año antes, desde el banquillo, me habían criticado mi exceso de tranquilidad a la hora de jugar.

Pero fue, precisamente, ese “exceso” de tranquilidad lo que me permitió acudir a la línea de tiros libres con la suficiente calma como para recordar mi mecánica de tiro y convertir los dos tiros libres que aseguraban una segunda prórroga. Eso era lo importante, eso ayudaba a mi equipo.

Decisiones arbitrales aparte, mi responsabilidad era convertir los dos tiros libres sin los cuales no hubiéramos alcanzado la segunda prórroga.

¿Cómo terminó el partido? El encuentro se saldó con victoria rival, cuando cerca del minuto 50 nosotros estábamos ya exhaustos y hartos de la complicidad del árbitro con los contrarios. Eran colegas, y siempre influye… desde las más altas esferas de instituciones como la FIFA y la FIBA hasta competiciones de la talla de la liga universitaria.

Desde mi posición, la de un humilde jugador que nunca ha dado el salto a la disciplina regular de un equipo federado, tengo claro que ayudé más a mi equipo escuchando al “yo” que me recomendaba tranquilidad para hacer bien mi mecánica de tiro, que si hubiera prestado atención a quienes me aconsejaban más visceralidad sobre el parquet.

Porque precisamente quienes me aconsejaron eso, hoy se encuentran en una posición que no le deseo ni a mi peor enemigo.

Y así, al Madrid le fue anulado un gol… con el Barcelona dando lecciones de humildad; espera un momento: ¿¡CÓMO!? ¡Humildad, dicen! Ambos, ganando o perdiendo, tienen un presupuesto que supera, dobla, triplica, cuatriplica y en algunos casos hasta quintuplica el de algunos equipos de fútbol y baloncesto (por citar los que conozco) y aun así, ¡van dando lecciones de humildad!

No, hay cosas que ni los aficionados esporádicos al fútbol olvidamos: los hay que no olvidamos titulares como “la Penya se queda con la peña” cuando el Joventut jugó contra el Madrid en 2007 las semifinales de la liga ACB, ni entradas como la de Jaka Lakovic a Rudy en el Palau Blaugrana en 2008… ni abucheos como el que recibió instantes después Rudy al ser retirado en camilla.

Nosotros merecimos ganar. Jugamos mejor, acertamos en los momentos clave. Y sí, una decisión arbitral nos quitó una posesión que, habiendo convertido dos tiros libres, se hubiera antojado fundamental para una victoria moral enorme. Pero a veces, según la categoría en la que nos encontremos, desde las alturas de la FIFA o la FIBA hasta los colegueos de la liga universitaria, vale más el “poder ganar” que el “merecerlo” con todas sus letras.

Adelante, es vuestro deporte, es vuestra liga, es vuestro negocio. Ganaros, pegaros patadas, mataros en el césped. Pero no nos deis lecciones. Hay quienes convertimos en grandes deportistas a niños que empiezan a divertirse jugando.

Vosotros sólo hacéis dinero.

Sólo dinero.

P.D: VOY CON EL MANCHESTER EN LA FINAL.

23 de diciembre de 2010

Un año sin fin (V)

“Gestas deportivas”

No puedo hacer un repaso de algunos acontecimientos deportivos sin olvidarme de EL Mundial. Pero eso vendrá más tarde.

Si tengo que recordar un momento deportivo que haya significado especialmente algo para mí de este año, al margen del gol de Iniesta, me quedo con tres: el Roland Garros, Wimbledon y US Open conquistados por Rafael Nadal en los meses de junio, julio y septiembre, respectivamente.

Creo que las lágrimas de Nadal tras ganar a Soderling en París dicen mucho de lo que significó para él volver a alzar ese trofeo. Ya hablé el otro día de la importancia de creer en uno mismo; sin embargo y pese a la fuerza mental que parece tener este campeón, hasta él pareció dudar de sí en su terreno favorito. Y al final, al volver a ganar, no sólo a su rival sino a los fantasmas que le acompañaban, no pudo evitar derramar las lágrimas de la victoria.

Unas lágrimas que no se pueden contener.

Rafael Nadal, primero del mundo y Campeón en París (rtve.es)

La final de Wimbledon 2010 no tuvo nada que ver con la que se vivió hace dos años entre Roger Federer y Rafael Nadal. Rafa reconquistó el título en la Catedral del tenis frente a un Tomas Berdych que nada pudo hacer. En esta ocasión no hubo parones por lluvia y el partido no se resolvió en el último suspiro…

Nadal confiesa que es "más que un sueño" ganar su segundo Wimbledon (rtve.es)

Y terminando este repaso de la temporada 2010 de Rafa, un último momentazo: le costó mucho tiempo, sacrificio y esfuerzo llegar en buenas condiciones a este torneo, pero finalmente lo consiguió. En septiembre de 2010 Nadal desplegó su mejor tenis para vencer a Novak Djokovic en la final del US Open.

Fue la madrugada del 14 de septiembre cuando el joven tenista español levantaba una Copa que se le resistía. Una Copa que le convertía en una leyenda viva del tenis: posee la corona de Grand Slam (campeón de Australia en 2009, pentacampeón de Roland Garros -2010, 2008, 2007, 2006, 2005-, bicampeón de Wimbledon -2010, 2008-), tres Copas Davis (2009, 2008, 2004), más una medalla de Oro olímpica (Pekín 2008)

Nadal gana el US Open y se convierte en leyenda (rtve.es)

Y después de este resumen personal (que no es el mejor pero no me encontraba inspirado para escribirlo de otra manera…) inserto a continuación y para el recuerdo algunos vídeos grabados durante la final del Mundial. Representativos de lo que se vivió en nuestro país entre el 11 y el 12 de julio de 2010. Un momento único y para la historia.

“Hijo, yo vi a España ganar el Mundial de Fútbol (y la Eurocopa)”

 

 

 

23 de noviembre de 2010

Condenados al olvido

Decía en una entrada anterior que desde diversas plataformas se está intentando promover un boicot para el partido entre el FC Barcelona y el Real Madrid consistente en lo siguiente: los aficionados del resto de clubes que no son ni Madrid y Barcelona están cansados (si se me permite generalizar) de que los derechos televisivos y publicitarios no estén repartidos de una manera justa y equivalente entre todos los equipos; el Madrid y Barcelona acaparan desde siempre y porque sí la mayor parte de los ingresos procedentes de estas dos fuentes de financiación y muchos reclaman que esto no debería ser así; de esta forma, se promueve que el lunes no se vea el partido por televisión para abandonar esa idea de que el fútbol sólo interesa cuando juegan el Madrid y el Barcelona, y para pedir que los ingresos publicitarios estén repartidos de una manera más igualitaria de forma que la liga no sólo la jueguen dos.

El deporte, como todo hoy en día, es un negocio que mueve mucho dinero y muchos intereses que van más allá de conseguir un trofeo. A pesar de eso creo que no se debería olvidar que, si queremos seguir hablando de deporte sin que esta palabra pierda del todo su significado, el mérito deportivo debería seguir prevaleciendo mínimamente sobre el resto de intereses a la hora de repartir los ingresos y de repartir los derechos publicitarios y de imagen.

¿Se le da una importancia real al mérito deportivo para efectuar ese reparto?

A pesar de que no estoy muy al día en cuanto a este deporte, hace ya tres o cuatro largos años que la liga se la disputan Madrid y Barcelona sin que nadie les haga verdadera sombra. Decía un artículo de José Álvarez-Sala en Libertad Digital el otro día (ver “Boicot al clásico”): “Muy lejos quedan ya los años brillantes en los que el Deportivo de La Coruña y el Valencia disputaban en un apasionante mano a mano la Liga a Madrid y Barcelona y conseguían sus logros en la Champions. Quedan lejos los años en los que los proyectos deportivos como los del Sevilla o Villarreal se hacían grandes y en los que el Atlético de Madrid era capaz de lograr un doblete y al año siguiente descender a Segunda División. Y más lejanos aún están los recuerdos en los que equipos modestos como Celta, Real Sociedad, Mallorca u Osasuna daban guerra hasta la última jornada para meterse en Europa.”

¿Es atractiva una liga que disputan veinte equipos con el único aliciente de ver cuál de los dos únicos favoritos se lleva el trofeo?

Si el reparto de los ingresos televisivos y publicitarios se hiciera acorde a los méritos deportivos, si se le diera una importancia real al puesto en que los equipos que no son ni Madrid ni Barcelona consiguen terminar la liga año tras año, tal vez habría más emoción, tal vez habría más alicientes (como los hubo antaño).

Por otra parte, ojalá esto sucediera sólo en fútbol. Pero se trata de un “mal” extendido también al baloncesto; aunque, en este caso, la misma causa (Madrid y Barcelona acaparan la mayoría del interés y del reparto de los derechos e ingresos publicitarios) no tiene el mismo efecto (sin ir más lejos, Caja Laboral dio la sorpresa ante el Barcelona en la final de la liga ACB 2010/2011).

Pero ese efecto es, si se me permite, aún más grave. Y digo esto porque mientras la competición conserva la aparente igualdad de otros años, los clubes que no son ni Madrid ni Barcelona se encuentran cada vez más a menudo en situaciones económicas difíciles, situaciones que ni Madrid ni Barcelona tendrán que afrontar nunca pues aunque, como es el caso del Madrid, “no se coman rosca” durante cuatro o cinco años, tienen garantizados (sin que los aficionados sepamos muy bien por qué) más ingresos televisivos y publicitarios que otros clubes con menos recursos.

¿Se imaginan al Real Madrid desapareciendo después de llegar a jugar una final de la Europa League? Pues eso es lo que le ocurrió hace un par de años al Akasvayu Girona, desaparecido el mismo verano tras disputar una final de la Copa Uleb y las semifinales de la Liga ACB.

Después de todo este rodeo, creo que es lícito que esperemos el partido del lunes con expectación, sobre todo aquellos seguidores de ambos clubes que viven con pasión el fútbol. Pero las autoridades deportivas están dejando olvidados los méritos deportivos y eso está minando, por un lado, la moral de muchos otros seguidores que también tienen derecho a soñar con ver a sus equipos en lo más alto, y por otro lado, la emoción de la liga española de fútbol.

¿No sería mucho más emocionante esperar las últimas jornadas con cuatro, cinco o seis equipos pujando verdaderamente por el título?

12 de julio de 2010

Una simple cuestión de identidad

La finalización del período de prórroga ponía a cien a nuestros corazones ante la perspectiva de jugarse una final que merecíamos ganar de antemano a penaltis. El partido, en el que los holandeses salieron a jugar a patada tras patada (que el árbitro, inexplicablemente, no quiso castigar; es lamentable que a estas alturas de la vida un equipo salga a disputar una final de mundial tal como salió Holanda... y que el árbitro no imponga sanciones más duras contra algunos tipos de entrada; pero se han visto tantas cosas en este mundial... el señor Blatter debe sentirse orgulloso) fue dominado en muchos momentos por España. Y faltaba lo mismo que ha faltado en los partidos de España en este mundial: tiros a puerta.

Pero cercano el final del partido, cerca del final de la prórroga, cuando las gargantas de los presentes frente a las pantallas gigantes instaladas a lo largo de la madrileña Castellana no podían gritar más (o eso pensaban), llegó un balón a las piernas de Iniesta. Todo ocurrió a cámara lenta, volvió a haber el mismo período de milésimas de segundo en que aún no se quiere gritar por si acaso... el bueno de Andrés controló como pudo el balón que le llegó y disparó con toda la fuerza de sus piernas y con la que le dimos todos los españoles que ayer no nos quisimos perder una final futbolera histórica. El balón atravesó los escasos metros que lo separaban de la portería y el portero no pudo evitar que se estrellara como un obús en la red holandesa. Era el gol de la justicia. Justo es que cuando he criticado a la Selección Española de Fútbol por no jugar a nada... reconozca que en esta ocasión, como en 2008, merecían ser Campeones.

Era el éxtasis, se acercaban las once de la noche y fue imposible ver bien el final del partido. La euforia se desataba, los abrazos entre los allí presentes se sucedían, compartiendo la alegría de ver que había merecido la pena gritar, saltar, sudar y sonreír durante dos horas y media. Fue una ocasión histórica, un momento que nunca olvidaré.

Y viendo el comportamiento posterior de la gente, paseando como nunca había visto miles de banderas de España por las calles, sólo puedo añadir que, al final, todo esto viene a demostrar que la gente necesita sentirse identificada con algo más grande que uno mismo. Viendo que 200.000 chiflados se apelotonan frente a una pantalla gigante llevando la misma bandera para dar voces, entiendo que necesitamos una identidad, por mucho que nos quieran convencer de que eso está pasado de moda.

Esa identidad existe... esa identidad es nuestra y nos pertenece. Ayer era palpable en cada rincón de Madrid, en cada rincón de cada ciudad española, en cada rincón del mundo en que algún español se paró frente al televisor para ver qué hacía su equipo. 

Esa identidad se llama España. No la destruyamos con la apatía y las diferencias políticas. Me despido felicitando a los jugadores por el bienio dorado que nos han regalado... y con las palabras del entrenador Vicente del Bosque que aparecían en la portada de El Mundo ayer:

"Ojalá la unión que hay entre los jugadores de la Selección fuera extensible a todo el país"

... y ahora, en silencio una semana que no tengo cuerdas vocales para más!
Próximamente colgaré vídeos y fotos.

8 de julio de 2010

Final histórica

De nuevo el fútbol español se lo merecía…

Rondaban las diez de la noche. En el bar donde mi padre y yo lo estábamos viendo había un público muy correcto, muy tranquilo. Mi bufanda me daba un calor increíble. Lo cierto es que España estaba jugando su mejor partido de los que ha disputado en todo el Mundial, pero seguían sin meter goles. Llegaron con mucho peligro los alemanes en un par de ocasiones; nuestro blindaje defensivo, impecable ayer, falló pocas veces, y cuando lo hizo, ahí estuvo Iker guardando los palos.

Y los alemanes, llegado el minuto 70, estaban acogotados por el ataque español. Que hoy sí, mucho más que otros días, mucho más libre de la presión en el medio campo a que nuestros jugadores estuvieron sometidos otros días, pudo jugar entre líneas. Rompiendo la defensa alemana una, otra y otra vez. Llegando con peligro al borde del área. Un pase de Iniesta que Villa quiso recoger tirándose con todo pero no llegó… un tiro de Pedro desde más allá del área que asustó… Xabi Alonso que lo intentaba también…

Minuto 72. España está encerrando a Alemania. “En una de estas se tiene que colar dentro”, decía mi padre. La premonitoria voz de la experiencia…

Una jugada de Iniesta que termina con el balón por las nubes y córner favorable a España. Xavi que la coloca en el área pequeña para sacar. Yo que dejo mi vaso de cerveza tranquilo en la mesa. Un pensamiento pasa por mi cabeza, “¿será esta una de esas en que se cuela?” Tal vez en la mente de todos, en este momento, está el pensamiento de que en este torneo no hemos logrado botar bien ni un sólo córner. Allá va. Xavi la cuelga, aparentemente lejos de la portería. Y aparece un jugador español como una centella, despistando a toda la defensa. Arrasa con todo, golpea el balón con la cabeza, el portero no la alcanza y la pelota entra rápida, fortísima, imparable ya.

¡AY MADRE! ¡ENTRÓ! ¡¡¡¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL!!!!!!

¡No me da tiempo a darme cuenta de quién ha sido el autor de tan magnífico remate de cabeza! ¡Salgo corriendo a la calle a gritar y a llamar por teléfono a mi primo, que lo está viendo en las pantallas gigantes del Bernabéu! Una señora me ve y me pregunta: “¿Quién marcó?” y yo le respondo, “¡ESPAÑA!”, y ella insiste: “¿Pero quién?” y yo de nuevo le respondo, “¿qué más da? ¡Ha marcado España!"

España, que hoy lo estaba bordando, encerrando a los germanos, cerrada en defensa, seria en el centro del campo, marcó el primer y único gol de todo el partido. Se hizo justicia y tenemos la ocasión de ver la primera final de un mundial, DE TODA LA HISTORIA, en que uno de los participantes va a ser el equipo español de fútbol.

Y es que, como ocurrió en los cuartos de final de la Eurocopa de 2008 contra Italia, España estaba jugando mejor. Sólo faltaba un gol, que gracias a Dios llegó en el minuto 72 y bastó para clasificarnos para nuestra primera final.

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Me crucé con un niño que salía con sus padres con la bandera entre las manos. Me acerqué a él y le dije: “¡chócala! ¡Y aprovecha, que esto no lo vas a vivir todos los mundiales!” El chaval se echó a reír y el padre también.

Para terminar, y confiando en que el domingo soñemos despiertos y nos levantemos Campeones, me despido con una cita de un anuncio que dice así:

“Elige con el corazón dónde, cómo y con quién vas a ver el partido. Porque esta vez, lo vamos a recordar toda la vida

16 de junio de 2009

"Llévalo abajo y termina el trabajo"

Llega a mi correo esta mañana un enlace a la siguiente noticia, publicada en el diario MARCA: Iraq no se juega las piernas.

Tiene lugar estos días la disputa de la Copa Confederaciones de fútbol, en Sudáfrica. España, actual Campeona de Europa, se medirá a Iraq en los próximos días. Y coincidiendo con esta cita, el diario deportivo MARCA recoge en una noticia el estremecedor relato de los castigos y las torturas que sufrían los jugadores de fútbol de la selección iraquí hace unos años.

Fallar una ocasión de gol clamorosa, errar un penalti, o recibir una tarjeta roja durante un partido, eran hechos que suponían para el jugador implicado posibles castigos, torturas, e incluso la cárcel. Esto ocurría hasta hace seis años, cuando Uday Hussein era presidente de la Federación Iraquí de Fútbol. Estos hechos trascendían en el fútbol nacional iraquí, pero apenas tuvieron repercusión internacional hasta la muerte de aquél, el 22 de julio de 2003, durante un bombardeo del ejército norteamericano a la ciudad de Mosul.

De manera más detallada algunos jugadores iraquíes describen cómo eran tratados por Uday en este otro extenso artículo: Irak: Uday Hussein torturaba a los jugadores de la selección que pateaban mal los penales (información extraída del diario Clarín)

No sabía nada de esta noticia hasta que esta mañana he leído estos dos enlaces, y me he quedado de piedra. Pues si la dictadura de Sadam Hussein en Iraq sometía a este tratamiento a sus futbolistas, ¿qué no haría con el resto de la población?

30 de junio de 2008

B-R-A-V-O, ¡¡¡BIEN!!!

(Publicando -aún- desde el exilio en el Telecentro de La Lila)

Un gol de Fernando Torres le da la victoria a la Selección Española de Fútbol, que vuelve a reinar en Europa 44 años después.

Poco puedo decir que no digan los periódicos, telediarios, y gente en general, del partido de ayer frente a Alemania.

Poco puedo decir ya de un Europeo que pasará a la historia; por la victoria, por supuesto, pero también por el juego que en algunos momentos han llegado a desplegar los hombres de un Luis Aragonés que, después de recibir duras críticas durante muchos meses, se va al Fenerbhace turco siendo el primer entrenador que en 44 años de historia ha sido capaz de ganar un título con la selección.

Después de una noche larga para muchos, la emoción va dejando paso a la alegría porque, en cierto modo, todos formamos parte de cada triunfo de nuestros deportistas nacionales y todos tenemos derecho a estar felices cuando éstos se coronan. Y lo cierto es que no creo que tengamos motivos, los españoles, para sentirnos acomplejados deportivamente hablando; brillamos en baloncesto, tanto en categorías inferiores como en la absoluta, tanto los equipos masculinos como los femeninos, estando en la élite casi cada año desde hace un tiempo; Rafael Nadal brilla con luz propia aunque deslumbrado por el maestro Roger (pero brilla, que es lo importante) bien escoltado y seguido de cerca por tensitas como David Ferrer; en fútbol, las categorías inferiores dan espectáculo en los campeonatos internacionales verano tras verano; en fútbol sala, en balonmano, en ciclismo... son muchos los logros de los nuestros como para tener algún tipo de complejo.

Y ayer vimos ganar a la absoluta de fútbol. ¡ESPAÑA CAMPEONA! El delirio de la gente anoche era espectacular, algo que difícilmente se repetirá en mucho tiempo... así que disfrutemos y alegrémonos porque tenemos sobrados motivos para ello. Si hay un momento que yo no olvidaré, fue cuando Iker Casillas recibió la Copa de Europa de manos del presidente de la FIFA, con bandas rojigualda a ambos lados adornando un trofeo que estos chavales se han ganado por méritos propios.

Como ya he dicho, no creo que veamos esto muchas veces, así que inmortalizaré aquí el rótulo que pudimos ver por la tele cuando terminó el partido:

Campeón de la Eurocopa UEFA 2008: ESPAÑA

aunque sea fútbol..... ¡SÍ SEÑOR!

27 de junio de 2008

Soñemos de nuevo

Conectándome desde un pc de la facultad puedo actualizar. Me pregunto, ¿tendré hoy por la tarde ordenador en casa? Es duda... que resolveré esta misma tarde.

Lo que pasa es que no quiero dejar pasar la noticia de la clasificación de la Selección Española de Fútbol para la final del Europeo que se está disputando entre Suiza y Austria (la final se juega en Viena, donde se han jugado los cuartos y las semifinales).

Actualizo porque creo que aquellos a los que hasta hace cuatro días he criticado, y muy duramente, me han demostrado como muy pocas veces que los he visto jugar que, por lo menos, saben jugar al fútbol lo mejor que pueden. Porque parece que me estoy subiendo al carro del éxito de este equipo, pero no, todo lo contrario. El fútbol sigue sin gustarme y sigo considerando a los futbolistas como deportistas super-sobre-valorados; ahora bien, por una vez, me gustaría darle un reconocimiento a nuestro equipo nacional de fútbol, al igual que hace dos años y tras la eliminación contra Francia en el Mundial de Alemania, los puse a caldo.

El mensaje que, tras el partidazo de ayer que ganó España por 3-0 a Rusia, le envié a mi primo, fue el siguiente: "Pues sí, sensaciones contrapuestas. Y es que yo les he puesto verde hasta hace cuatro días... y están en la final, ¡casi nada! Ahora es momento de soñar y disfrutar, el domingo es historia y hay que escribirla disfrutando y con humildad. Aunque sea en fútbol... Pues digamos que ¡por fin seremos nosotros los vistos en la deseada final y no los que la veamos con envidia! [...]"

Y es que, al final, se trata de eso. El domingo algunos nos juntaremos para disfrutar un rato frente al televisor viendo pegar patadas a un balón... aprovechando una oportunidad única viendo cómo, esta vez, es España, son los nuestros, los que juegan la final... la tercera final de un Europeo en nuestra historia.

Por una vez, vamos a disfrutar... que tiempo habrá para hacer críticas :)

23 de junio de 2008

Por una vez...

En el cartel de la entrada hay un mensaje que reza así:

Perdonamos la derrota.

Lo que nunca jamás perdonaremos es la falta de lucha, de carácter, de garra, de esfuerzo, en la pista. Nunca perdonaremos la falta de fe en la victoria, el esfuerzo hasta el final, la lucha por intentar ganar hasta que no quede ninguna posibilidad.

Perdonamos la derrota si nos negamos a nosotros mismos por el equipo y por la victoria.

Por una vez... hemos roto la maldición de los penaltis, la maldición de los cuartos y la maldición del 22 de junio.

Y TODO ELLO LLEVÁNDONOS POR DELANTE A LA CAMPEONA DEL MUNDO, ITALIA.

Y por una vez... he vibrado con la Selección Española de fútbol y me he emocionado cuando el penalti convertido de Cesc certificaba nuestro pase a las semifinales. Y ahora, a soñar, que nos lo hemos merecido durante 120 minutos y tenemos pleno derecho para ello, sí señor.

¡Salud! ;)

17 de junio de 2007

Contrastes

Marca.com
Mundodeportivo.es
Sport.es
As.com

Si ya lo decía aquel... que somos un país de contrastes (o era otro país al que Bart Simpson se refería???:P)

Mañana examen de Contabilidad Financiera. Necesito Vacaciones YA.
Buena semana para todos ;)

4 de junio de 2007

Vergüenza nacional


Espero que la Federación Española de Fútbol responda de forma breve y clara a la pregunta que les pienso enviar: ¿por qué estos dos jugadores, formando con la Selección en el partido que enfrentó a España con Letonia el pasado sábado, se tapan la bandera de España de sus medias que Adidas ha diseñado a juego con la equipación? Si no les gusta llevar la bandera de España, que es la que nos representa a los españoles por esos mundos de Dios, pues adelante, que no la lleven, y que cedan su puesto a otros que a lo mejor no se sienten molestos; ahora bien, si responden a la llamada del seleccionador, que vayan con todas las consecuencias y sin montar los numeritos a los que los jugadores del Barcelona comienzan a tenernos acostumbrados: primero era Oleguer con sus faltas al respeto y al sentido común, luego fueron los responsables del equipo infantil que no dejaron que los niños de este equipo salieran a escuchar el himno de España en la final del Mundialito que disputaron contra el Valencia hace escasos meses, y ahora la tontería de doblar el calcetín de forma adecuada para que no se vea la bandera de España.

Si no quieren jugar con España, pues que lo digan, porque encima les estamos pagando por ello. Y mientras tanto, con estas salidas de tono, ya están pensando en ponerle una letra al himno.

Así, desde luego, no hay manera.

23 de mayo de 2007

"You'll never walk alone"

Otra noche de fútbol invade mi blog, que inicialmente era un espacio dedicado al baloncesto, y que con el paso del tiempo a lo largo de este año se ha convertido en un lugar de distintos temas.

Hoy era la noche del 23 de mayo, miércoles 23 de mayo de 2007, noche que podrá pasar a la historia de mi vida como aquella en la que más nervioso estuve por un insignificante partido de fútbol: la final de la Champions League. Es difícil expresarme en estos términos puesto que hasta ahora sólo lo había hecho refiriéndome al baloncesto, al Joventut y a la Selección de España, pero hoy... ha sido tan diferente, tan extraño, tan raro, que se me complica la cuestión.

¿Qué voy a decir?¿Que vibré durante los 90 minutos del partido? Mentiría, porque no fueron pocos los minutos que pasé aburrido (pero aburrido hasta el punto de pensar en lo largo que son los partidos de este deporte, o lo largos que se me hacen a mí...). Sin embargo, cuando marcó el Milan el inmerecido gol en la primera parte, no tuve más remedio que engancharme definitivamente a la cuestión; inmerecido porque todo el trabajo lo puso sobre la mesa el conjunto inglés, con las ocasiones, el juego, y la táctica, mientras que el Milan estuvo acechando su oportunidad hasta que le llegó tras una falta (discutible, a partir del criterio que el sr árbitro fue marcando conforme el partido transcurría) que se convirtió en gol. Ya en la segunda parte mi vida fue un ir y venir de la cocina al salón, comiendo un sandwich mientras tanto, pendiente del televisor, viendo cómo el Spanish Liverpool no marcaba el esperado gol. La Justicia que muchos ansiábamos a raíz del juego inglés, fue dando paso a una llamada urgente a la Épica cuando, a falta de 10 minutos para el final, el Milan remató la faena sellando, aunque fuera parcialmente, todas nuestras esperanzas con el segundo gol. Finalmente, la Épica dio paso a lo Imposible cuando el Liverpool marcó el gol que ponía el -de nuevo- esperanzador 2-1 en el marcador a falta de escasos minutos para el final del encuentro. Y ahí, ahí, porque fue ahí y no en otro momento, apareció el señor de negro. No, ni la Muerte, ni Men In Black, me refiero claro está al señor árbitro que decidió dar tres ridículos minutos de tiempo de descuento, después de haber tenido que tragarnos toda una vergonzosa exhibición teatral por parte del conjunto italiano que bien podría pasar al recuerdo como un libro de "Lecciones de Pérdida de Tiempo". Pasaron así los minutos, y no contento con su "generosa" prolongación del encuentro, el árbitro decidió poner punto y final cuando aún restaban escasos segundos para el final que él había establecido; escasos, sí, pero en todo caso reglamentarios e incomprensiblemente incumplidos.

No sé nombres (sólo los de los españoles que forman en las filas del Liverpool). No me gusta el fútbol. Pero esta noche me emocioné. Con el deporte que tantas veces he criticado, y que sin duda tantas veces criticaré, sencillamente, me emocioné, compartiendo la rabia de los seguidores del Liverpool después de un partido que no se presentaba tan mal... Y así, de esta forma, me convertí en seguidor, aunque no aférrimo, del mítico equipo de la ciudad de Liverpool.

17 de mayo de 2007

Noche de UEFA en Glasgow

Eran las nueve menos cuarto de la noche en la ciudad escocesa de Glasgow, cuando, bajo un manto de lluvia, el árbitro dio comienzo al encuentro que se disputarían el Sevilla CF y el Español. Comenzaba la final de la Copa de la UEFA.

Noche de fútbol en la que los sevillistas buscaban su segundo triunfo consecutivo en este campeonato, y los sevillanos ansiaban el título para tener otro más que sumar en la lista de logros recientes de su club: la UEFA de la pasada temporada, la Supercopa de Europa, y ahora ya esta segunda UEFA. Por su parte, los españolistas, empujados por los aficionados que les acompañaron hasta Glasgow y por los que se quedaron viendo el partido en el Pabellón Olímpico de Montjuic, en Barcelona, trataban de conquistar este ansiado trofeo y arrebatárselo al conjunto sevillano.

Fue un partido bueno, que no parecía de dos equipos españoles por el juego que los dos equipos sacaron a relucir, y que necesitó de la prórroga y de los penaltis para resolverse. El Sevilla se adelantó en el marcador, y el Español logró el gol del empate. Ya en la prórroga, en la primera parte de la misma Kanouté adelantó a los suyos con un gol producto de una buena jugada por la banda derecha, y el Español, liderado por un Riera mayúsculo por la banda izquierda, logró el gol del empate gracias a un disparo de Jonatas recurriendo a la épica cuando todo parecía decantado del lado sevillano.

Ya en los penaltis, el portero del conjunto sevillista Palop fue decisivo parando tres de los cuatro lanzamientos que efectuó el Español. Al final, la Copa se quedó en casa (ya que no quedaba más remedio) y viajó de nuevo para Sevilla, ciudad donde en el período reciente ya se están acostumbrando a lo de ganar títulos. Allí seguro que esperan con ganas la final de la Copa del Rey frente al Getafe, y aún mantienen viva la esperanza de lograr el título de Liga, al cual, matemáticamente, aún aspiran. Va por tí, Sevi, espero que este artículo sea de tu agrado y que pasaras bien la noche, pudiendo dormir después de la emoción del partido y esas cosas :)

6 de marzo de 2007

El Campeón, a casa (merecidamente)

Una noche más, y sin ser futbolero, al igual que aquel día que escribía una de las primeras páginas de este blog, he vuelto a ver un partido de Champions cuasi-íntegro. El Barcelona, vigente Campeón de la máxima competición continental, ha sido eliminado frente al Liverpool inglés.

La victoria más amarga para el Campeón... porque ha ganado el partido 0-1 y se va con las manos vacías. Anfield, el estadio del Liverpool, uno de los infiernos de Inglaterra, donde el público canta a voz en grito y todos a una "letanías" en apoyo a su equipo desde el principio del partido hasta el final del mismo (al más puro estilo del Club de Baloncesto Estudiantes en España), ha sido testigo de la eliminación del Barsa tras una auténtica exhibición del equipo inglés, el de casa, que, sin embargo y casualidades de la vida, jugó mejor y no marcó aunque en el balance global de la eliminatoria la victoria fue para ellos con el resultado de 2-2.

Del partido me quedo con la primera parte, y con algunos destellos de la segunda. "Si sólo hubiera un deporte en el mundo, y éste fuera el fútbol, me quedaría sin duda con el inglés". No soy futbolero como ya he dicho jeje, pero creo que después de ver cómo un equipo se exhibe de la manera que lo ha hecho hoy el Liverpool (con salidas continuas al contraataque, pases de vértigo para la defensa blaugrana, y una defensa inmensa con "hombres rojos" omnipresentes que durante buena parte del partido no dejaron respirar al Barcelona) no puedo sino admitir que de vez en cuando sentarse a ver un buen partido de fútbol no daña ni mucho menos la vista.

¡Enhorabuena Benítez!

Me quedo con una frase: "You'll never walk alone"

12 de julio de 2006

Adiós al Mundial

Al fin terminó la Copa del Mundo de fútbol Alemania ’06, con Italia como reina indiscutible del “planeta fútbol”. Ayer se decidió dicho título (por fin) después de un maratón de partidos que tardará cuatro años en volver a repetirse. Italia se proclamó campeona del mundo por cuarta vez en su historia, frente a una selección francesa que contaba con la experiencia de sus jugadores, muchos de los cuales tomaron parte de la selección que ganó el mundial de 1998 frente a Brasil. Sin embargo, tras los noventa minutos de partido y una prórroga que dejaron el marcador 1-1 (goles de Zidane de penalti en el minuto 7 para Francia, y de Materazzi de remate en el minuto 19 para Italia), el Campeonato se decidió en los penaltis, para que el título se fuera a tierras italianas.

Ayer, además, el fútbol le dijo “au revoir” a Zinedine Zidane, el cual pensaba retirarse tras este torneo, y así lo hará. Uno de los mejores jugadores del mundo y de la historia, que ayer marcó el único gol de su equipo en la final, no abandonó el estadio a hombros de su equipo, como cabía esperarse en caso de victoria francesa. Ni siquiera salió como héroe que jugó un gran partido a pesar de que Francia no ganó. No. En el partido de la despedida, al final, después de tantas cosas que seguramente ha vivido sobre el césped de un campo de fútbol, Zidane dejó el partido sin acabar. Una acción inexcusable e inexplicable sobre Materazzi, le propició una tarjeta roja directa que puso un final inesperado a la trayectoria de uno de los jugadores con mejor técnica que ha conocido el fútbol. El partido que podría haber sido el que pasara a la historia del fútbol francés como la noche en la que el astro galo le dio a su país su segundo mundial en su última noche como jugador profesional en activo, quedó en un partido que pasará al recuerdo de muchos como el día en el que Zidane fue incapaz de frenar su conocido “cruzado de cables” y se despidió ante todos en el minuto 110 de la final de la Copa del Mundo 2006.
Italia es campeona, Francia es subcampeona, Alemania quedó tercera, a España (suena a broma) le dieron (como por consolación) el premio al juego limpio (porque otra cosa no podemos ganar, en fútbol claro), y Zidane se fue del fútbol como dejando su carrera sin terminar. Contrastes del fútbol. Son cosas que pasan.

29 de junio de 2006

Más de lo mismo (España eliminada)

Buen artículo de Paco Rengel, columnista de basketconfidencial.com, respecto al "impresionante" papel desempeñado por España en el Mundial de Alemania. Aquí dejo el vínculo:

http://www.basketconfidencial.com/index.php?op=tiempomuerto&id=2370&PHPSESSID=de8506cff044b79fef6e551a4ed23ec2

Tiene toda la razón.

28 de junio de 2006

¿Cómo quedó España?

ESPAÑA 1
FRANCIA 3. Partido correspondiente a los 1/8 Final del Mundial de fútbol Alemania ’06:

Hasta aquí llegó la andadura de nuestra selección nacional en el Mundial de Alemania’06. Ha sido intensa, como pocas veces, a la par que breve, como casi siempre nos suele suceder. Un gol de Ribery nos golpeó como un chorro de agua fría al filo del descanso, poniendo el 1-1 en el marcador; un gol en propia de Sergio Ramos tras más que dudosa falta de Pujol a Henry (quien ayer demostró ser un gran actor) nos hizo encontrarnos, un año más, con la dura realidad de vernos eliminados tan pronto, hiriéndonos en alguna parte de nuestro, si es que aún lo tenemos, orgullo nacional; y, por último, una jugada individual que Zidane se sacó de la manga (pero, ¿este hombre no estaba para retirarse?) terminó de rematar 90 minutos en los que la selección española de fútbol se encontró merced a una Francia con experiencia pero joven a la vez, que hizo lo que quiso y más con el partido de ayer. Habrá quien diga, y con toda la razón del mundo, que el arbitraje, a partir del penalti pitado a favor de España, fue sesgado del lado francés; muchas de las faltas pitadas en nuestro campo no eran falta en campo galo, y el árbitro (un tal Rossety, italiano, por cierto) pudo haber sacado más tarjetas a los franceses de las que les sacó (una, y de milagro, por reiteración); pero, ni mucho menos, el arbitraje fue el responsable ayer de una derrota que, a unos les sorprendió, y a otros, donde me incluyo, no les pilló de sorpresa.

¿Qué vamos a pedir de nuestros jugadores? ¿Adónde queremos llegar con el desfile de extranjeros que hay ahora mismo en la liga nacional? Veamos, el Barcelona, ¿con cuántos españoles en la plantilla ha ganado la Liga de Campeones y la Liga? En el Madrid, crisis aparte, ¿quiénes destacan, sobre todo, a excepción de Casillas? (Bendito Casillas, qué íbamos a hacer sin él) Después de que hemos llegado a un punto en el que el fin (ganar títulos) justifica los medios (fichar a quien sea de donde sea sin pensar que se puede perjudicar a los deportistas nacionales), habrá quien piense que podemos aspirar a más de lo que hemos sido capaces de hacer en este mundial: ganar a Ucrania, Túnez y Arabia Saudí (selecciones que se encuentran “a la cabeza” de la élite del fútbol), y perder 3-1 contra una Francia que, hace ya ocho años, fue campeona del mundo. Es lo que hay. Vendrán más mundiales, más europeos de fútbol, y algunos se volverán a ilusionar, esperando ver a nuestro equipo luchando por fin por el título, pero... Sencillamente, no hay para más. Ni la juventud, que parecía que le había dado vida a nuestra selección, (Cesc Fábregas, Luis García, Torres, Villa, que ayer marcó nuestro único gol, Reyes...) ha sido capaz de evitar la maldición que arrastramos en las eliminatorias de octavos y cuartos de las competiciones absolutas.

Un año más como cada dos, la prensa se volcará con esos jugadores que no pudieron vencer a la adversidad, que se vieron superados por las circunstancias (ayer no jugamos un pimiento, y eso que yo no entiendo de fútbol), que vuelven a casa con cara de tonto... Un año más, cuando nos lo empezábamos a creer después de no haber perdido ninguno de los tres partidos de primera ronda, nos han mandado a casita... Como siempre. En fin, es la rutina. Hoy el sol ha salido de nuevo (supongo, porque aquí en Asturias eso de que sale el sol hay que suponerlo jeje), así que, una vez más, hemos podido comprobar que ¡oh, cielos! España de fútbol volvió a caer eliminada pero el mundo no se ha terminado.

Y dicho esto, me voy a estudiar que mañana tengo examen de Estructura Económica Mundial. ¡Que tengáis buen día :)!

20 de mayo de 2006

Éxitos <> Fracasos


Hablando el jueves por la mañana con un compañero de la facultad sobre la final de la Champions League que se llevó el Barcelona frente al Arsenal, salió (lo saqué yo) el tema del partidazo, o no partidazo, que había jugado Henry. No sé, tampoco soy un experto que domine la materia futbolística, es más, el fútbol no es el deporte que más me atrae, pero he visto bastantes partidos a lo largo de mi vida y bueno, creo que estoy algo preparado para hacer juicios sobre la calidad de algunos jugadores, y cuando veo buenos partidos, reconozco la emoción de este deporte.

¿Cuándo un deportista fracasa?¿Cuándo un deportista alcanza el éxito? Son dos preguntas que surgen muy a menudo en este contexto. Los deportistas son, al fin y al cabo, fenómenos más o menos mediáticos que suelen estar en boca de todo el mundo. Aquellos que alcanzan la élite y pasan a ser considerados los "mejores", son aquellos en los que más se centran los medios de comunicación. Se podría decir que aquel futbolista, por no salirme del tema, que alcanza el éxito, es aquel que cumple con lo que se le exige, y supera las expectativas, aquel que rompe barreras, que marca las diferencias... Sin embargo, que un futbolista sea considerado un crack, ¿implica necesariamente que sea el que mete siempre el gol que salve a su equipo? ¿Lanzamos a un futbolista al pozo del fracaso porque aquel maldito día ese endiablado esférico no quiso entrar en la portería?

El Arsenal disputó setenta minutos de la final de Champions con 10 jugadores. El que viera el partido, vería que, además de estar encerrados atrás a partir de que metieron su gol (un tal Campbell, creo que fue), fue, jugador que cogía un balón, jugador que salía corriendo hacia la portería blaugrana, a pesar de que terminaron ya el primer tiempo exhaustos. Henry tuvo algún primer plano de la cámara de TVE en la que apareció mirando al suelo como diciendo "yo no puedo más", pero seguían subiendo (claro está, hasta que marcó los dos goles el Barsa). Mi compañero me dijo que para Henry ese partido fue un fracaso, que fracasó por todo lo alto, que no cumplió con las expectativas... Supongo que ese mismo día, si Henry, antes de empatar el Barsa, hubiera podido convertir en gol esa magistral (porque no se le puede llamar de otra forma) jugada con dos auto-pases por la banda, mi compañero no me contradiría lo que yo sigo pensando de que Henry jugó un partidazo. No le dio el gol del campeonato a su equipo, pero Henry, y el Arsenal, hizo temblar al Barcelona hasta que Eto' o empató cerca del minuto 80. Ganar no ganó, pero tuvo cogido y bien cogido al equipo campeón, aguantando con 10 jugadores, durante más de media final. ¿Es eso fracasar? Yo creo que no. ¿Que no marcó Henry, y el Arsenal no ganó? OK, pero para mí el partido disputado no puede ser calificado de fracaso ni para él ni para el equipo londinense.

PD: Henry seguirá en el Arsenal la temporada que viene, aunque estuvo a puntito de fichar por el Barsa :D