30 de diciembre de 2013

Si acaso quieres soñar…

Al final de la obra, cuando se baja el telón, se apagan las luces y el público se marcha, queda en el ambiente una especie de vacío difícil de describir. Una sensación que se produce cuando se concentran los momentos vividos a lo largo de la representación, después de los ensayos y de una larga preparación.

No hay camino que llegue hasta aquí… y luego pretenda salir.

fin 2013
… como el sol de un nuevo día sobre la línea del horizonte…

Ha habido que acordarse de frases que no se repitieron hasta la saciedad, ha habido que improvisar sobre lo que se había establecido claramente en el guión, ha habido que actuar bajo la atenta mirada de cientos de personas, después de largas noches sin dormir, de mañanas enteras sin comer, de calor veraniego y frío invernal. Se nos ha pagado por sonreír cuando el resto del mundo lloraría. Al final de la obra, un momento de ensueño, de tranquilidad y calma.

A sabiendas de que mañana prepararemos una nueva obra. Y allí estaremos: acordándonos de frases que no se ensayaron, improvisando, actuando bajo la atención de los asistentes, resistiendo al frío, al calor, al hambre y a la fatiga. Sonriendo… cuando el resto del mundo lloraría. Porque pase lo que pase, y como alguien dijo una vez, el show debe continuar.

I guess I’m learning…

Termina el año con un tiempo inolvidable, un sol brillando sobre el horizonte Mediterráneo, una visita inolvidable y una perspectiva de progresión personal y profesional. Mi propósito principal para este nuevo año que comienza es quejarme un poco menos. Para el blog, mi principal propósito es no dejarme llevar por la vagancia y continuar escribiendo. Suerte a todos y cada uno de vosotros, cerrad bien el año... y mucha fuerza para lo que se avecina.

walkmen

Los Walkmen seguirán caminando, estén donde estén… y para siempre. ¡Feliz 2014!

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