Siempre he creído que no debo nombrar a nadie que no sea yo en este blog… y ni siquiera para hacer una mención a título póstumo. Sobre todo por tratarse de un difunto debo guardar el anonimato.
Aunque esto se trate de una bitácora a la que cualquier persona tiene acceso, quiero que hoy esté presente en estas líneas una persona que se nos ha ido.
Una persona grande, humilde, sonriente, amigo de sus amigos, trabajadora como la que más detrás de la barra de un bar. Una persona a la que nunca le dije lo mucho que la quería. Porque no supe cuánto la quería hasta el viernes por la mañana.
¡Cuántas cosas que parecen no tener importancia aprendo en el día a día… y de cuántas cosas me voy dando cuenta con la perspectiva adquirida en la carrera! Una chica me dijo no hace mucho: “si es que al final… hay que disfrutar de la vida porque es breve y cuando te quieres dar cuenta, se termina”. De cuántas cosas nos olvidamos hasta que ya es demasiado tarde…
Me tranquiliza pensar que te fuiste como habías deseado siempre. Me tranquiliza creer que viviste intensamente hasta el último segundo. Pero me entristece tanto sentir que es demasiado pronto para un adiós… me da tanta rabia la sensación de que han quedado cosas en el tintero, cosas que nunca te diré, cosas que nunca viviremos juntos…
Allí arriba, estés donde estés, espero que puedas contemplar todas las muestras de cariño que llegan por todas partes de todo el mundo que te quiere. No pienses en que ya no llegarás a Santiago de Compostela. Me encargaré personalmente de que este verano llegues a darle un abrazo fuerte al Santo. Espero que tu amuleto, el que nos dio la victoria contra Portugal, Paraguay, Alemania y Holanda, siga teniendo efecto… Espero que nunca te olvidemos. Fuiste, eres y serás un gran ejemplo a seguir.
Tengo claro que nadie me va a servir los Sprites & Lima como tú.
Un abrazo grande, fuerte, y eterno, amigo.
Descansa en paz…
… y sonríe :)
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