16 de diciembre de 2017

La patria olvidada

Esta es mi reseña del libro “Patria”. Un libro que no me ha dejado indiferente y que merece algunas palabras por mi parte, bien sea como recomendación para algún lector con ganas de leerlo o bien para alguien que lo ha leído y viene con intención de contrastar opiniones. Ahí va la mía.

Aviso: contiene detalles de la trama y fragmentos extraídos del libro, atención pues todos aquellos que AÚN no han leído el libro.


El infierno etarra en las calles

La propuesta que Fernando Aramburu realiza al lector con la novela es atrevida: se trata de una bajada al infierno de los peores años del terrorismo etarra. Al comenzar la historia y con el paso de las páginas nos vamos sumergiendo en un País Vasco oscuro, agobiante y pesado. La lectura del libro es un ejercicio de pesimismo constante. Qué esperaban, tratándose de una historia del terrorismo etarra y sus consecuencias.

Fernando Aramburu describe una vida aparentemente normal, mostrando sin sutilezas los fantasmas del terrorismo etarra. El libro refleja sin pudor cómo se justificaban los asesinatos en un infierno en que todo era normal para quienes callaban ante los absusos, el chantaje, la discriminación y la violencia de la banda terrorista ETA. Al fin y al cabo, siempre pasa igual con el poder: todo es "normal" para quien está de parte de quien lo ostenta.

Un desarrollo minucioso y detallista desde el principio termina sin embargo precipitadamente, dando saltos hacia adelante por querer, tal vez, abarcar demasiados años. A fin de cuentas, casi tres cuartas partes del libro describen la caída de Joxe Mari en manos terroristas, su ingreso formal en ETA y sus primeros atentados; tan solo la última parte intenta profundizar en el siempre complejo proceso que empuja al ser humano a arrepentirse y pedir perdón por lo que ha hecho.

Primero mataron, después se arrepintieron… y luego, ¿qué?

La narración de ese arrepentimiento es uno de los episodios que más me interesaban, y es precisamente ahí en donde creo que Fernando Aramburu patina un poco. El arrepentimiento y el perdón, inherentes a algunas de nuestras decisiones vitales más importantes, me resultan especialmente misteriosos cuando tienen que ver con criminales. "Patria", concienzuda descripción de una época, termina con un "perdón" que Joxe Mari cuelga con pinzas en una carta escrita a la viuda del Txato. Un perdón que, lejos de aliviarme, no hace sino alimentar mi curiosidad con preguntas que vienen a mi cabeza por las noches.

Ninguna de las setecientas victimas mortales de ETA va a volver a la vida para aceptar las disculpas de los asesinos. Así que, ¿de qué sirve? ¿Por qué piden perdón los terroristas, representados en el personaje de Joxe Mari? ¿Por la presión del grupo, por la astucia de su hermana Arantxa? Me pregunto si Joxe Mari pide perdón por la misma razón por la que de joven apretó el gatillo: simplemente le pidieron que lo hiciera. No una ni dos, sino varias, muchas veces. Luego se arrepiente. Claro que se arrepiente, porque es un hombre, no es un monstruo… pese a todo. Y después, ¿qué?
"[...] os pido perdón a tí y a tus hijos. lo siento mucho. Si "podría" ar marcha atrás al tiempo, lo haría. No puedo. Lo siento. Ojalá me perdones. Ya estoy cumpliendo mi castigo. Te deseo lo mejor, Joxe Mari."
El perdón de un criminal de ETA tiene mucha tela que cortar. Sobre todo, en este momento en que el destino nos acorrala contra la pared de la historia y tenemos que gestionar el perdón pedido por algunos asesinos. No olvidemos que incluso en ese contexto de perdón, la lucha contra el terrorismo debe continuar. No encontré ninguna clave para ello en el desenlace de “Patria” y a continuación explico por qué.

La "nada" final, peligro inminente

Un relato valiente como es el de "Patria", previsible pero no por ello falto de mérito, se muestra falto de contundencia a la hora de abordar la etapa final de quienes están en la cárcel. No se describe en qué consiste el arrepentimiento de un terrorista, por qué se produce y cómo una víctima puede aceptarlo. El prisma del terrorista que recoge el arrepentimiento y el perdón queda en este relato cogido con alfileres.

El perdón de Joxe Mari no contribuye a la reconciliación entre Miren y Bittori, esposa de un viejo amigo del Txato y esposa del Txato respectivamente. ¿Cómo es posible pensar que el perdón de un terrorista puede ayudar a la reconciliación de una sociedad si no consigue la reconciliación de dos seres cercanos en el tiempo y el espacio?
“El encuentro se produjo a la altura del quiosco de música. Fue un abrazo breve. Las dos se miraron un instante a los ojos antes de separarse. ¿Se dijeron algo? Nada. No se dijeron nada”
Lo mejor del libro es su carácter histórico, la descripción de ambientes, el retrato de lugares, la fotografía de personas. Es una representación clara de lo que sucedió en una patria olvidada y es un homenaje muy emocionante para todos los que sufrieron aquel infierno. Matar era normal si no gritábamos la consigna correspondiente, y si hay alguien a quien no le escandaliza esta frase es que la historia no está clara para algunos.

Leedlo, recordad... no olvidéis

Quizá "Patria" no sea el libro que cuenta las cosas todo lo bien que me gustaría pero en cualquier caso pinta a la perfección lo que el terrorismo etarra provocó en el seno del pueblo vasco y en el alma de la nación española. 

"Patria" me parece, en definitiva, un relato contra el olvido y un bonito canto a la memoria. Pese a sus sombras, gracias a sus luces, y en definitiva, por todo lo dicho, lo considero un libro necesario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario