Mañana debería abrir un nuevo capítulo en la historia de este blog, una serie de artículos dedicados a alguna historia curiosa que puedo narrar con detalle. La primera de estas historias iba a ser el recuerdo del partido que enfrentó al Joventut de Badalona contra Los Angeles Lakers hace 16 años, en París. Por supuesto que no todas las historias iban a tener nada que ver con baloncesto. Pero mañana no empiezo. No tengo ganas.
Vivimos en un mundo de fantasía e ilusión. ¡Estamos en el siglo XXI! La utopía de la felicidad eterna se ha hecho realidad. Hablamos con nuestros amigos a cualquier hora del día y desde cualquier parte del mundo; tenemos a nuestra disposición televisiones con programaciones de más de 70 canales para estar informados sobre cualquier cosa que ocurre; Internet nos facilita la labor de estar enterados, en tiempo real, de lo que sucede en el día a día, de forma que las noticias dan la vuelta al mundo en un tiempo tan reducido que parece que ya han recorrido el globo sin haberse producido; tenemos servicios que nos dan la posibilidad de comunicarnos a través de la red, de tener nuestro propio lugar en el medio de comunicación del futuro para comunicar nuestros sentimientos, nuestras opiniones, nuestras aficiones...
Somos una sociedad egoísta, cobarde y engañada. Vivimos en una falsa felicidad pensando que el mundo siempre ha estado así y sin ser capaces de concebir que los tiempos no siempre sonríen. Somos una sociedad de cobardes, con voluntad suficiente para partirse el cráneo un sábado porque han mirado mal a mi chica o a mí, pero incapaces (o desganados) para luchar por aquello en lo que creemos; aún peor, somos una sociedad que no tiene nada en lo que creer porque eso está pasado de moda. Es tiempo de vivir y de disfrutar, sin importar si existen o no convicciones; nos va tan bien que podemos cambiarlas a cada milésima de segundo según sople el viento. Nos han convencido de que las culturas deben convivir, con la mentira de que tener las ideas claras es antiguo y supone un impedimento para esa convivencia; somos una sociedad que sucumbirá cuando venga alguien que tenga algo en lo que creer y además lo haga de forma más convincente que nosotros, quienes nos mostraremos incapaces de hacer frente a nadie porque no creemos en nada.
No creemos en la política, y convencemos a las generaciones venideras de que eso implica que no hay por qué opinar de lo que ocurre en el día a día. Nos da igual lo que pasa a nuestro alrededor, nos importa un auténtico grano de arena todo cuanto sucede, tanto si tiene relevancia en nuestra vida como si no (¡ay! ilusos que pensamos que todo lo que sucede en el mundo no tiene trascendencia para el mundo entero). Pasamos por el aro de premios que antaño eran de prestigio y que cada año se van convirtiendo en un escaparate de interés; toleramos, por ello, que el cambio climático empiece a considerarse tema que influya sobre la paz mundial. No tenemos ideas claras, no queremos tenerlas, y por ello vamos dejando que se olviden las que alguna vez hemos tenido, y perdemos cada día el rumbo del mundo sin saber hacia dónde caminamos. Somos la sociedad para la que Irak ha sido, o es, la única guerra injusta del mundo; nunca ha habido guerras injustas, hasta esta, y en el mundo actualmente no hay otros conflictos como ese.
Somos la sociedad del hedonismo. Nuestras futuras generaciones están siendo educadas para vivir bien trabajando lo menos posible, estamos educando a nuestra infancia sin responsabilidades, sin herramientas para tomar decisiones, y sin capacidad para decidir en los momentos clave de la vida. Estamos descuidando la educación porque la hemos puesto en un plano muy secundario de nuestras necesidades; nuestros hijos tienen que ir al colegio y cuantos más años mejor, da igual que pasen los años sin que el sistema ofrezca garantías de aprendizaje para el niño. Los políticos de todo el mundo hacen y deshacen, y los que llegan con garantías de hacerlo mejor, ni lo intentan ni lo consiguen. Sin embargo, nos atrevemos a distinguir quiénes son mejores personas y quiénes son malos malísimos. Da igual que nos manifestemos a favor de algo. El político de turno dirá que él nunca dijo tal cosa que pudiera favorecer la convocatoria de una manifestación para defender lo que SÍ DIJO. Pero nos da lo mismo. Todo eso no tiene trascendencia en nuestra vida.
Tenemos miles de posibilidades de comunicarnos y de mostrar lo que sentimos u opinamos. Sin embargo, no nos comunicamos con todos los que podríamos hacerlo, y en los lugares en los que podemos expresarnos, no lo hacemos. No tenemos ganas. No tenemos voluntad. Y no nos atrevemos.
La rueda sigue girando y el mundo sigue su camino hacia un destino que desconocemos. Nuestro futuro no está en nuestras manos, pero además dejamos que poco a poco se escurran por nuestros dedos las posibilidades de garantizar un futuro mínimamente tranquilo. Recogeremos lo que estamos sembrando, y además, teniendo en cuenta que dejamos escapar muchas de las oportunidades que se nos presentan para sembrar. Nos quedamos quietos esperando, esperando y esperando...
El mundo sigue girando. Pues que lo paren. Yo me quiero bajar.
Wow! Según entré y ví todo ese texto me asusté un poco, pero lo leí entero porque sabía que merecería la pena. Y vaya si lo mereció!! Cada día te superas más con tus textos ehhh Muy profundo, pero a la vez dice verdades como puños...
ResponderEliminar1Saludo!!
no pude leer el texto entero porq son las 9 de la mañana y la cabeza aun no esta tan despejada...pero lei la mayor parte eh?xD
ResponderEliminarpos justo de algo parecido estuve hablando con mi novio...weno de enterarse de lo q pasa en el mundo, fuera de nuestra burbuja personal...y me solto q no le interesaba hasta q no lo viva el ppiamente...me quede un poco trastocada con esa respuesta...como a dia de hoy puede todavia la gente pensar q lo q pasa no le toca porq esta bajo el caparazon de sus padres?¿yo le respondi que bueno aunq no seamos independientes todo lo q esta pasando ahora va a tener repercusion en el futuro.
xD
un besito Pichulin!
Excepcional entrada y verdades como puños. Me pregunto que hecho fortuito (porque supongo que, al margen del cúmulo de actitudes y demás que mencionas, habrá algo que haya sido como la gota que colmó el vaso) causó que escribieras todo esto.
ResponderEliminarEl hedonismo, como tú lo llamas, es una consecuencia directa de la falta de... Como decirlo... Objetivos. La paz, la falta de conflicto, es un cáncer que ha hecho morir a culturas más antiguas que la nuestra (esto no quiere decir que abogue por una guerra ni mucho menos).
Analicemos los objetivos que se buscaron antaño, que mantuvieron al hombre (como especie, sin entrar en cuestión de sexos) en una lucha por algo mayor que sí mismo.
¿Dominio militar? Las guerras no son bien vistas, y nuestras culturas han inventado formas de desahogar, al menos parcialmente, esta agresividad tan nuestra, con eventos deportivos y obras de ficción.
¿Religión? Los cristianos disminuimos, y a pocos les interesa el intentar convencer a nadie de nada. Los ateos y agnósticos pueden intentar demostrar su postura, pero no consideran una prioridad “desconvencer” a los creyentes. Cuanto menos, sería insólita una cruzada atea. Budistas y otras religiones se desvinculan de cualquier tipo de expansión religiosa. En contraste, los musulmanes buscan la expansión de sus creencias como hicieron desde Mahoma.
¿Libertad, valores morales, etcétera? Se han solucionado en mayor o menor medida dentro de nuestras fronteras. Las anteriores generaciones (quienes quisieron), pudieron centrar su actividad contra el gobierno franquista y sus diversas actividades; ahora no parece haber tal impulso contra nada, en general.
¿Sigue habiendo injusticias? Por supuesto. ¿Sigue habiendo violencia? Claro. Pero, ¿tengo seguridad, generalmente, puedo vivir en tranquilidad conmigo mismo? Entonces, ¿a quien le importa? Y esa es la postura de la mayoría de la sociedad. ¿Egoísta? Sí. ¿En qué creer? En mí; haciéndolo extensivo, en mí y en los míos.
Pero el ser humano, ante todo, es, y presumiblemente será, egoísta. Egoísta y corrupto, de tal manera que incluso las mejores intenciones se desvirtúan. Mira la guerra de la Independencia de los Estados Unidos; sus principios se basaban en los de la Revolución Francesa (liberté, equalité, fraternité), para luego sustentar su economía durante décadas con el esclavismo.
Creo que el hombre no está hecho para altos ideales. No obstante, los necesita, o al menos ciertos objetivos como decía en un principio. Hoy en día carecemos de ellos, y nos hemos transformado en una sociedad individualista. Egocentrismo rebajado lo suficiente como para poder tener un buen trato social con aquellos que nos importen / interesen.
Y cada uno intenta buscar su propia odisea, como Ulises. E intentamos rodearnos de valiosos y queridos camaradas, como los Argonautas. Pero no nos mueve un ideal de heroísmo, ni siquiera de acción. Vivimos por inercia e intentamos encontrar, de cuando en cuando, aquello que nos hace sentir vivos.
Si un choque de civilizaciones nos hará despertar de esta apatía, estará por ver. Cuando hay una lucha, una reconstrucción de lo que hubo, una lucha por la supervivencia, allí está lo intrínseco al ser humano. El saber a donde queremos ir siempre ha sido un poderoso motor. Lástima que se halla agotado el fuelle.
Gracias por vuestras palabras. De momento para que nos hagamos una idea de lo a gusto que me quedé cuando escribí esto, diré que no tengo en mente absolutamente nada más de lo que pueda escribir. Sí, obviamente siempre hay algo de lo que pueda escribir (entre otras cosas la serie de historias que había anticipado en al entrada anterior relativa a la Nación Española), pero no tengo una idea clara de cómo hacerlo después de haber plasmado en unas 4500 letras un texto de este tipo.
ResponderEliminarA veces creo que nos gusta leer estas cosas, o incluso escribirlas, porque es lo que queremos oír (una especia de sensacionalismo... ¿puede ser?). Una crítica a lo que hacemos, una queja hacia todo lo que pensamos y decimos, nos parece, por el mero hecho de ser eso, una crítica, más acertada que a lo mejor un texto más positivo... Considero que las "verdades como puños" puede ser algo relativo. Algún día lo sabremos. Estoy seguro.
En cuanto a la frase de nuestro amigo superlayo (por cierto, grande e inesperada intervención, nunca habías escrito tanto en un comentario para enriquecer este blog) "La paz, la falta de conflicto, es un cáncer que ha hecho morir a culturas más antiguas que la nuestra (esto no quiere decir que abogue por una guerra ni mucho menos)". Una vez leí, no hace mucho pero no recuerdo en dónde, que las grandes culturas no se han roto por las guerras sino que han caído desde dentro; no hace falta abogar por una guerra para pensar que la situación en la que estamos es peligrosa, muy peligrosa.
Y por último, el hecho fortuito por el que sientes curiosidad... De momento dejaré que sigas sintiendo tal curiosidad, porque así tiene más gracia, ¿no?
Condenado y misterioso Pichu... Por cierto, ¿blog de aficionado a qué?
ResponderEliminarBlog del aficionado a escribir en su blog :P. El sistema funciona :P
ResponderEliminarSaludos!!!
ResponderEliminarUna vez me hiciste saber de tu blog, comprobé que aparecías en Google y no me paré mucho más (creo que me ahuyentaron demasiadas entradas relacionadas con baloncesto :S).
No obstante, dado que ahora yo mismo mantengo mi propio blog (Los Viajes de Adan) y espero de mis amigos que entréis y os doy la paliza de continuo para que así sea, he decidido comenzar a hacer apariciones por vuestros pequeños pedacitos de internet.
Interesante la entrada (ya sé que hace ya bastante, pero bueno). Un poco pesimista, yo diría. Aunque la sociedad de la que hablas es la que corresponde al sector más visible de la sociedad real, no puedo dejar de pensar, creer y saber que existen otras formas de ser, que aún queda juventud en los jóvenes.
Hay personas con ideales,
personas conscientes,
personas que a los 30
no son aún adolescentes,
hay personas que saben
y que quieren saber,
y personas que sí saben
lo que quieren hacer.
ser.
(Sorry por el interludio en verso, es que me salió rimado el principio y decidí seguir con la rima xD)
Yo creo que el hombre, por mucho que sea egoísta, no deja de tener en su interior una cierta tendencia a convertirse en hombre con mayúsculas. Algo así como si platónicamente cada individuo estuviera en proceso de asemejarse a la idea pura y virtuosade hombre. No tendría sentido encontrarse con tantas personas buenas si "el hombre es egoísta" fuera una verdad. Es más probable encontrar manzanas podridas en un manzano que manzanas sanas en un estercolero. (Nota del editor: Originalmente escribí "caldero de mierda").
Prueba de la posibilidad del bien que surge en el hombre es, sin ir más lejos, algo común tanto a tí, como a mí y como al propio Superlayo. No me refiero a los superpoderes ni a que llevemos los calzoncillos por fuera por las noches, sino al proyecto MarCha. Si os paráis a pensar el porqué de nuestra pertenencia, de nuestra labor como monitores (en el caso de Superlayo y yo)... ¿puede explicarse sin necesidad de encontrar virtud en cada uno de nuestros interiores? Y esa virtud debe nacer de nosotros, porque no se contagia como la infección de las citadas manzanas podridas.
Espero haber dejado al menos un tinte positivo en el listado de comentarios. Hay esperanza para el mundo, pero "el hombre es lobo para el hombre".
Hola a todos, de nuevo. En especial a Adan, que ha hecho su primera aparición hace muy poquito tiempo.
ResponderEliminarLa entrada es pesimista, muy pesimista, lo más pesimista que he escrito alguna vez en lo que a "reflexiones sociales" se refiere. Además, como ya he comentado, considero que, pese a ser mía, peca un poco de sensacionalista. Pero ahí queda eso, me alegra que la gente la comente, no es habitual encontrarme comentarios en el blog así que yo encantado. Cualquier comentario supone un tinte positivo en la lista; todos podemos aportar algo si nos ponemos a pensar y lo escribimos...
Hasta que uno no crea un blog y se convierte en blogmaster (¿existe o me he inventado esta palabra? Pero suena taaan bien... jeje) no se da cuenta de lo difícil que es a veces mantener un pedacito en la red. Tengo una entrada preparada en la que explico mi historia en relación al blog. Y ahí hago referencia a algo que dices, las entradas de baloncesto; intento no hablar siempre de lo mismo, aunque tengo que admitir que lo más cómodo para mí sería coger todos los días y escribir sobre cualquier tema (la liga española, la liga europea, los campeonatos internacionales, efemérides relacionadas...) pero creo que por un lado no sería original (hay muchos sitios así) y por otro lado sólo le gustaría a los aficionados al baloncesto (muy pocos, ¿eh Miriam?, de todos los que se pasan por aquí). Así que intento combinar las entradas de lo que más me gusta, con entradas que aporten algo más que no sólo sea del ámbito deportivo... Conforme pasa el tiempo voy logrando un 'cierto' equilibrio. Poquito a poco conseguiré que todo el mundo que entre vea algo interesante (que es mi objetivo prioritario, que la gente encuentre en lo que digo algo interesante).
Por supuesto que hay esperanza para el mundo. Si no, ya no estaríamos aquí. Siempre hay esperanza. ¡Saludos!