En el capítulo anterior... desvelaba por estos lares una pequeña biografía de los principales artífices de la carrera espacial: von Braun (EEUU) y Korolev (URSS). En el capítulo de hoy podremos saber más acerca del éxito alcanzado por la URSS y Korolev con el programa Sputnik. Damas y caballeros, siéntense y disfruten de la lectura
Capítulo 3: Los inicios de la carrera (1957)
Nos situamos en el año 1957: en este año los periódicos norteamericanos empezaron a hablar de las posibilidades de colocar naves espaciales en la órbita terrestre, e incluso de la posibilidad de que naves tripuladas viajasen a través del espacio. Sin embargo, Estados Unidos no deseaba, aún, gastar millones de dólares en una idea como esta, por lo que el programa ideado por Wernher von Braun quedó temporalmente congelado. Como respuesta, el Gobierno de la Unión Soviética vio la oportunidad de situarse por delante del bloque occidental, por lo que prestó apoyo a los diseños que presentó Sergei Korolev.
La primera idea del diseñador e ingeniero ruso fue el modelo Sputnik, y se planeó como una contribución al Año Geofísico Internacional que, por iniciativa de la ONU, se estableció en 1957. El primer diseño del Sputnik (del ruso compañero, camarada, o satélite si nos referimos a astronáutica) consistía en una esfera de aluminio que tenía apenas 58 cm de diámetro y que llevaba incorporadas cuatro largas y finas antenas que medían entre 2 y 3 metros; ofrecía la posibilidad de detectar meteoritos, aunque no fue detectado ninguno. El Sputnik fue lanzado el 4 de octubre de 1957, y fue colocado en órbita constituyendo el primer éxito de los soviéticos frente a los ingenieros norteamericanos; cayó sobre la Tierra 92 días después de su lanzamiento y tras haber completado aproximadamente 1400 órbitas alrededor de nuestro planeta. Varias réplicas de este satélite se pueden ver en museos de Rusia, y otra está expuesta en el Museo Nacional Smithsonian del Aire y del Espacio, en Washington DC. Además, un modelo de Sputnik se entregó como regalo a las Naciones Unidas y hoy decora el vestíbulo de sus oficinas centrales en Nueva York.
Estados Unidos, por su parte, también trabajaba en satélites; inicialmente los equipos trabajaban para la Marina norteamericana (en el denominado proyecto Vanguard), pero el primer lanzamiento fue retrasado en muchas ocasiones; posteriormente comenzó un gran esfuerzo con el programa Júpiter, dedicado al Ejército nortemericano, que culminó con el lanzamiento de la sonda Explorer en enero de 1958.
Tras el éxito del Sputnik 1, apenas un mes después durante el cual Korolev y su equipo tuvieron un duro trabajo por desempeñar, la Unión Soviética lanzó la sonda Sputnik 2, aprovechando la conmemoración del aniversario de la Revolución Rusa de 1917. El Sputnik 2 tenía características similares al anterior, pero llevaba un pasajero a bordo: Laika, la primera criatura terrestre en viajar al espacio. Laika (que ladra, en ruso), una perra terrier, disponía de una cabina presurizada donde podía estar acostada o de pie; además, un sistema regenerador de aire le proveía de oxígeno, así como la comida y el agua se encontraban en forma de gelatina. Como decía, este satélite era muy parecido a su antecesor; los datos biológicos e ingenieriles se transmitían mediante un sistema telemétrico que podía enviar datos a la Tierra durante 15 minutos por cada órbita; sin embargo, a diferencia del Sputnik 1, durante la misión hubo ciertas complicaciones: se cree que el fallecimiento de Laika pocas horas después de estar en órbita (en realidad estaba previsto que pudiera sobrevivir 10 días) fue debido a un problema ocurrido en la nave durante el procedimiento de puesta en órbita; el Sputnik 2 cayó a Tierra después de 162 días orbitando nuestro planeta.
La URSS continuó con sus avances en el programa Sputnik con el lanzamiento del Sputnik 3 en 1958; para esta misión fueron necesarios dos intentos ya que el primero resultó fallido. En 1960 el Sputnik 4 fue puesto en órbita con un maniquí humanoide a bordo, para investigar cuál podía ser el resultado de futuros vuelos tripulados. El Sputnik 5 fue lanzado en agosto de 1960 con dos perros, cuarenta ratones, dos ratas y una variedad de plantas; esta nave regresó a Tierra con éxito y además, todas las criaturas que viajaban en ella fueron recuperadas sanas.
Pero aquí sólo hablo de la URSS, ¿no era esto una carrera? Si sólo corre uno vaya competición... pues bien, por su parte, Estados Unidos avanzaba a principios de los años 60 más lento que deprisa en lo que a resultados espaciales se refería. Fueron por detrás de los soviéticos para poner una primera nave en órbita, fueron por detrás de los soviéticos para poner una criatura viviente en órbita...
CONTINUARÁ...
Jo, tio... Cuando estaba empezando a leer me acordaba de Laika... ¡Y luego salió Laika! Curioso lo del nombre. Pero me da pena, la pobre... Espero que al menos le dieran un entierro digno y honores o algo. ¿Se lo dieron? ¿Todos los perros (incluso los ateos perros soviéticos) van al Cielo?
ResponderEliminarPues sí, la pobre... ¡pero murió en beneficio de la ciencia! ¿He dicho que murió? Escuchad, quiero hablaros de un lugar, el Cielo de los Perros... en el Cielo de los Perros, los perros tienen toooodo lo que pueden desear, y ahí están todos los perros famosos del cine, entre otros, siete Lasies y Laika, ¡Laika también!
ResponderEliminarPorque sí, todos los perros van al Cielo... ¡SOBRE TODO los ateos perros soviéticos! Qué gran lugar es ese, el Cielo de los Perros...
Nos vemos, un saludo!
Jooo... Laika, pobre.
ResponderEliminarLa verdad es que me dan una pena esas cosillas... lo de mandar perros a morir al espacio, digo.
Bueno, otra lección sobre el espacio en una cómoda y reducida dosis. Seguimos aprendiendo cositas.
Un saludo!
Adan