24 de mayo de 2010

11. Puesta a punto. Nervios. Miedo… expectativas.

- El reloj no se para.

- Lleva parado media hora.

- No, en serio Maite, míralo bien, ese reloj no está quieto. Ni siquiera cuando le has quitado las pilas, cuando le has roto el cristal, cuando le has quitado las agujas. El reloj, el tiempo, sigue adelante, en marcha, empeñado en continuar su carrera más o menos vertiginosa hacia… bueno, no sé adónde, pero siempre sigue adelante.

- Si vas a filosofar porque se me acaba de quedar sin pilas el reloj…

- Maite, mira. Que el tiempo no se detenga no significa que tengamos que preocuparnos constantemente de él. Mira al frente… contempla. Disfruta. Admira.

desdelabiblio

- Puede que sean las 15:20. O cualquier otra hora. Igual ni siquiera es una hora, aunque sea la representación más perfecta de la cuenta atrás más larga y agónica que nunca viviste a mi lado. Ya no sé si mi jefe está contento con los resultados que está dando esta sección. Pero me importa un bledo.

Me importas tú.

Me importa mirar y verme tan cerca de lograrlo de una puñetera vez.

Me importa sentir que es el final… me importa mirar un poco más allá y entender que no es más que el principio. Uno de tantos principios, como el de la noche más bonita del mundo.

Me importa notar cómo mis piernas responden al caminar, cómo mis pulmones agradecen que de pequeño aprendiera a respirar mientras corro para que no me dé flato aunque esté en un lamentable estado de forma… me importa convertir todas esas buenas vibraciones en una chispa que haga estallar las neuronas de aquí a dos semanas.

- Pero… Que no es un drama… Sólo es un paso.

- Lo sé, Maite, lo sé… pero es “El” paso. Que no por último es más sencillo ni más fácil. Casi todo lo contrario… ojalá tuviera la mentalidad de esos que parecen no tener sangre y no se inmutan aun cuando la suerte no parece sonreírles.

Maite… puedo suplicar tu nombre toda una noche, rezar mil oraciones para que todo vaya bien, pero necesito confiar en mí…

- “Eres un neuras”

- ¡Dime algo que no sepa! Eso mismo me dijiste la última vez que hablamos de esto. Me encantas cada vez que te desesperas con mis vueltas de hoja.

Pero recuerda una cosa: estás a punto de compartir conmigo las dos semanas más emocionantes de la carrera. Y con “emocionantes” no me refiero, ni mucho menos, a “buenas” ni “alegres”. La alegría… llegará. Todo a su tiempo.

Y no olvides que si no fuera un neuras, no sería yo. Así que sigue mirando y disfruta… que cuando luce el sol de esta manera, el tiempo parece detenerse.

En eso sí que estoy de acuerdo contigo…

desdelabiblio21-5-10

Vamos, vamos… 2 semanas más…

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