Querida Maite:
No son momentos fáciles. Tú lo sabes más que nadie, me conoces bien. Tal vez ahora no hablamos todo lo que te gustaría… tal vez.
La foto que ves, que va dedicada a tí y a todo lo que significas para mí, incluye la letra de uno de los coros que se escuchan en la Zarzuela “Doña Francisquita”. Un canto a la juventud, que es lo más precioso que hasta la fecha he conocido.
Tengo que darte las gracias por aquel paseo. Todavía recuerdo cómo tus manos cogían suavemente la taza de café con leche que pediste. Hacía frío, y llovía, pero por unos momentos nos dio igual. Fue un detalle importante para mí, y hasta que volvamos a tener la oportunidad de vivirlo, te agradezco que dejaras en mi memoria un recuerdo tan bueno.
Y la tradición es ineludible, así que después del canto a la juventud y al deseo de que ésta fuera eterna (aunque si lo fuera, no habría secreto a quien cantar…) te dejo con otro canto que marca un día del año especial en mi calendario particular. Este año, como no podía ser de otra manera, va por tí y por todo lo que tu persona me inspira.
Un beso,
Javi
Sin duda, una bonita entrada para un día especial y un gran detalle...
ResponderEliminarUn brindis por ese canto a la juventud y por este 20 de abril!
Un beso!