Uno, que nació en 1987 (por cierto, cuando había un muro separando la libertad de la represión soviética) sólo puede sorprenderse cuando enciende el televisor y se encuentra la pregunta siguiente en el subtítulo:
"¿Pervive el franquismo en España?"
Y pienso: "¿pero nos queréis dejar en paz de una puñetera vez?". Me cansé, relativamente pronto, de toda esa gente que va acusando de extremismo y de intransigencia por ahí. De todos esos que dicen respetar todas las opiniones políticas, y todas las ideas en general, y luego, después de una conversación en la que uno no nombra a Franco para nada, van poniendo la etiqueta de franquista.
Es el colmo de una serie de individuos que necesitan como el comer algún tipo de compensación por su pasado. ¿Queréis poneros ahora a demostrar que Franco fue, probablemente, una de las personas que menos favor le hizo a España? ¿Queréis poneros ahora a pedir que la gente salga cada día a la calle gritando "Franco era un dictador más de cuantos existen por el mundo y no merecía ni vivir por la libertad que nos quitó durante 40 años"? ¿Queréis eso?
¡Ya lo tenemos, narices! Basta con recriminar a cada uno que pretenda decirnos que Franco no era un dictador. A ese, le damos hasta en el carnet de identidad. Y con razón. Pero no me puedo creer que necesitemos, a estas alturas de la vida, un juicio por los crímenes del franquismo en España.
Ah, que es por el tema de la Ley de Memoria Histórica.
Ya.
Una Ley a la que le debemos el gran favor de resucitar esa imagen de los años 30, una década en la que terminamos con los mineros liándola gorda en Asturias y con el ejército entrando a tiros en Madrid.
¿Por qué? Quiero decir, ¿se quiere una Memoria Histórica? Pues venga, vamos a hablar de Memoria Histórica; de todos esos encerrados y asesinados sin juicio justo y sin motivo durante el franquismo; de todos esos curas que murieron asesinados durante la República, porque del 31 al 36 no hubo misericordia divina, señores, hubo también una represión que es políticamente incorrecto recordar. Pues venga, si hacemos Memoria, lo hacemos de todo. Porque todo cuenta, TODO ES HISTORIA, no la de una ideología.
Y como parece que a algunos, como a Carrillo, les da la sensación de que hay partidos en España que se han pasado a la extrema derecha (decir que se es de centro cuando se está a la extrema izquierda, es lo que tiene) pues nada, la Ley de Memoria Histórica es insuficiente.
Entonces, mandamos a la mierda todo aquel espíritu conciliador de la Transición. ¿Para qué lo queremos? Ya hace 30 años de eso, tiempo suficiente para olvidar, ahora ya hay que remover el pasado desde el rencor. Si por algo nos hemos caracterizado los españoles siempre es por echarnos mierda encima a la mínima oportunidad que hemos tenido. Pues adelante. A grito pelao de "Fascistas"; y si no es suficiente, pues a pedradas, y si no es suficiente, siempre habrá dinamita en las minas; y si no es suficiente, la liamos gorda otra vez que la otra vez ganaron los que tenían que haber perdido. Total, por otra guerra civil...
Franco era malo, y no hace falta que salga ningún Garzón para que eso se admita y se reconozca. Quien no lo reconozca no tiene perdón de Dios. Me ofende mucho encontrarme con titulares del tipo del que puse al principio de todo este rollo, ya que nunca jamás se habló de Franco en mi casa más que cuando empezó toda esta mentira de la justicia histórica y demás. Por culpa de algunos, mi generación, una generación que debería haber crecido al margen de todo eso, tiene que estar planteándose si sus ciudadanos son franquistas o no.
Si con 4 millones y medio de parados, el interés de los sindicatos es manifestarse por un juez y no presionar al gobierno para que tome medidas de una puñetera vez, y nuestra visión de todo ello es que se está haciendo lo correcto, me parece muy triste. Muy triste me resulta que nos mueva la dictadura ya terminada de un represor más que todos los motivos que tenemos ahora para movernos.
Pero es decisión nuestra, y como siempre, podemos elegir. Y como elijamos, como estos días, el mal camino... vendrán tiempos oscuros, muy oscuros.
Soy Corfu. De las entradas que mas me han gustado del blog... Si tengo tiempo dedicaré más adelante una a tu último párrafo donde dices lo de los sindicatos...
ResponderEliminarAyer no pude más que indignarme cuando en la tv salieron los representantes de los sindicatos, incluso un SECRETARIO DE ESTADO, en un acto de apoyo al JUEZ Garzón, creo que después de esto ya no me queda más por ver.
Saludos
El problema, como siempre, es que además de la aberración que supone todo este tema, los medios de comunicación han vuelto a manipular la información.
ResponderEliminarA Garzón no se le juzga por "querer juzgar el franquismo", que como bien planteas, todos los que nacimos después aspiramos a evitar cualquier cosa parecida. Se le juzga por dictar una sentencia sobre algo en lo que no tiene competencia (prevaricación,) y ADEMÁS, por corrupción (préstamos del Banco de Santander, y oh casualidad, absolución a la entidad en dos procesos no del todo claros).
En definitiva: qué hace Carrillo dictando moralidad, cuando es el responsable de la matanza de Paracuellos... a él también habrá que juzgarle, a ver si pasa los últimos años de su vida bien encerrado en una cárcel y dejándonos en paz a los que queremos de verdad salir adelante.
Pablo
Acabo de entrar aquí un poco de casualidad y ...¡2 sorpresas! La primera, la ciudad en la que vivo, como entrada anterior y la segunda, una opinión coherente acerca de la actualidad desactualizada de la situación política y social española. ¡Increíble! ¡Hacía ya tiempo que parecía no encontrar a gente que pensase como yo!
ResponderEliminarMe seguiré pasando, eso seguro.
Un besín.
Ole, ole y ole!!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo la carta de la que te hablaba ayer es sobre este mismo tema, más centrada en el franquismo que en lo que requiere al juez Garzón.
ResponderEliminarSeguiré buiscando!
un besiño!