29 de junio de 2010

Urge un referéndum

Leía ayer la noticia del fallo sobre el Estatuto de Cataluña en varios periódicos. Parece que por fin, cuatro años después, el Tribunal Constitucional ha declarado como Constitucional el Estatuto de esta Comunidad Autónoma.

Parece ser que no ha habido muchos cambios tras el recurso que en su momento presentó el Partido Popular. Como también parece que están muy satisfechos en Génova por “lo que han conseguido”. A De la Vega le gusta la sentencia porque supone una dura derrota para el PP (¿sólo es una derrota para un partido, señora vicepresidenta?). Los representantes políticos del nacionalismo catalán, con Montilla como ejemplo, siguen cumpliendo con su papel de seguir llorando y haciéndose la víctima.

Ante este nuevo mapa dibujado desde anoche, alguno escribía en su estado de Tuenti cosas como “Adiós, España”. Y, ciertamente, esta sentencia rompe, o llevará de alguna manera a romper con el orden político de España.

Pero antes de que los nacionalistas se apunten un tanto y se suban al carro hablando de crisis de estado, se hace necesario recordar que en las consultas realizadas en Cataluña la participación no fue representativa (a ver si es que menos de la mitad de los catalanes pueden representar a una mayoría y yo no me he enterado)

Y antes de que nos lancemos a decir adiós a España, creo que es imprescindible convocar un referéndum serio y en donde la participación sea verdaderamente representativa. Que hablen todos los catalanes y digan lo que quieren; que no sean los representantes políticos quienes hablen, que sean los ciudadanos los que expresen claramente su voluntad y en función de eso, adelante, digamos hola o adiós a lo que queramos.

Creo que, como siempre, habrá que seguir esperando. Como todo, este es un proceso lento que nunca parece llevar realmente a ningún sitio.

Conozco, aunque no en persona, gente de Cataluña, con la que creo que tengo suficientes cosas en común como para que no quieran sentirse ajenos a mí. Pero si ese es su deseo no voy a gastar tiempo ni energías en escribir un editorial impoluto protestando por ello. No, si para que hagan caso a ese editorial tengo que comenzar pidiendo perdón por decir que yo sí me siento español.

24 de junio de 2010

12. Final.

Son las 8:50 de la mañana.

El café humea en la taza de desayuno, mientras echo un vistazo a las noticias del día. Jornada tranquila, sin novedades dignas de mención. Apago el ordenador y apuro el café.

Y como tengo un poco de masoquista, doy un paseo matutino hasta el edificio que ha sido testigo de mi vida durante los últimos cinco años.

Todo está tranquilo, en silencio.

El eco de mis pasos resuena  por los pasillos, con el permiso del sonido de las goteras que caen de algunas partes del techo. Los únicos latidos del corazón de este edificio se escuchan en las conserjerías, y si acaso, en las oficinas de secretaría.

La cafetería vive la tranquilidad propia de la época en que los estudiantes están en sus casas preparando los exámenes de julio. Alguna chica con la mirada perdida está sentada frente a un solitario vaso con una infusión… un hombre de aspecto cansado pasa las hojas de un periódico sin detenerse demasiado a leerlas.

Las aulas están ahora vacías, inertes… de alguna manera, muertas.

Después de cinco años de nervios, timidez, tensiones, recuerdos, alegrías, conversaciones, disgustos,apuntes sorpresas, soledad, aburrimientos, encuentros, discusiones, de gente nueva, sonrisas, alguna que otra lágrima, algún abrazo, algún apretón de manos, de rutina… después de cinco años paseando entre estas aulas, hoy, por primera vez, me siento ajeno a esta realidad.

Esa realidad ya no me pertenece. Las agujas del reloj han seguido su camino, como lo han hecho siempre, como aquella tarde de 26 de mayo de 2005, y como lo seguirán haciendo, porque ese es su cometido y son fieles a su labor.

Y esas agujas dejan atrás el día en que entré, completamente acojonado, en el aula 42 para dar el curso cero. Atrás queda el día en que entré en el aula 61 para la primera clase de contabilidad. Lejos queda el día en el que suspendí mi primer examen de microeconomía, en el aula 73. Borrosos son los días de segundo de carrera en el aula 52. Como borrosas son ya las sensaciones al entrar en el aula L-203 para una de las primeras clases de tercero. Atrás, con todo lo que eso implica, van quedando los momentos vividos a lo largo de este último curso en el aula 81.

claseEl sudor viene a mis manos cuando me sitúo frente a la puerta del aula 61. Ahí firmé un pleno, ahí aprobé la asignatura más difícil de la carrera, ahí di mi primera clase de la universidad, ahí conocí a los mejores amigos que me llevo de estos años, y ahí hice mi último examen de la carrera.

Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando le doy la espalda al aula 61. Dejo atrás toda esa rutina de cinco años, que han sido duros, como lo habrán sido para el resto de personas que ya lo han pasado o que están en ello. Para mí es hoy cuando todo eso queda atrás.

Las aulas, testigos silenciosos de mi vida en estos años, quedan ahora en silencio. Otros vendrán y vivirán sus sentimientos; otros habrán pasado en otros tiempos con sus respectivas vivencias. Yo, hoy, me llevo los míos, los buenos y los malos, los que recordaré para siempre.

Y escuchando el eco de mis pasos por las paredes de los pasillos, simplemente dejo que una lágrima caiga por mi rostro. Es la lágrima de la nostalgia, del miedo a lo desconocido, de la tristeza por los momentos duros, de la alegría del final…

uni 

“Lo hemos conseguido, Javi. Lo hemos conseguido”.

18 de junio de 2010

Yo nunca…

… eran las once de la noche. Me puse el chándal y me abrigué para encaminarme a casa de un viejo amigo. ¿Qué motivo puede haber para que uno salga en chándal un jueves a las once de la noche en dirección a casa de un amigo? Podemos hablar de dar apoyo moral o psicológico en momentos de dificultad… ¡o de ver juntos el séptimo partido de la serie de finales de la NBA!

He de reconocer que anoche fue el primer partido de NBA que vi entero y en directo… Así que anoche, o más bien, la pasada madrugada, disfruté viendo el partido Los Angeles Lakers vs Boston Celtics, correspondiente al séptimo y decisorio enfrentamiento de las finales.

El partido fue lo que se puede leer en las múltiples crónicas de los diarios deportivos o de las secciones deportivas de los periódicos.

Yo, más que con una simple crónica de la final de la NBA, prefiero quedarme con ese halo de épica y mito que desprende esta competición en sus fases finales: la presentación, con el himno de Estados Unidos, con los jugadores frente a frente concentrándose antes del partido, con el vídeo de presentación de su equipo que ponen a modo de motivación en una pantalla gigante en el centro de la pista, con su parquet brillante, con sus luces, con sus cheerleaders… Y al final, la intervención de viejas estrellas –incluida la legendaria figura de Magic Johnson-, el discurso del Alto Comisionado David Stern, las palabras de algunos miembros del equipo ganador… Es puro espectáculo.

Si algo tengo claro es que la NBA puede atraernos más o menos pero han establecido un sistema que funciona como un engranaje a la perfección. Y saben venderlo como nadie… ¡vaya si saben!

Al final, Lakers campeones tras un partido tan feo en general como emocionante en los minutos finales. Un espléndido Pau Gasol –enorme el español en los minutos importantes- terminó de despertar a Los Angeles, que lograron colocarse por delante en el marcador mediado el último cuarto –no lo hacían desde la mitad del primero- y una vez ahí aguantaron el tirón bostoniano. No faltaron protagonistas, entre ellos Artest con sus rebotes y Odom con sus tiros exteriores, aunque algunos, como Kobe Bryant por parte local –a excepción de los tiros libres en los que estuvo más acertado-, o Paul Pierce por parte visitante, estuvieron más bien ausentes a lo largo de este encuentro.

Sin embargo, los minutos finales fueron igualados y sendos triples por parte de ambos equipos –¡espléndido Ray Allen desde la esquina! ¡milagroso Rasheed Wallace desde la esquina opuesta y sin apenas tocar el balón! ¡magnífica respuesta de Artest en aro contrario!- nos hicieron levantarnos de nuestros sillones a más de uno. Vujacic tiró los libres más importantes de su carrera hasta el momento y no falló, a pesar del miedo que transmitían sus gestos.

¿Mereció la pena no dormir? ¡Sin duda! Es un espectáculo digno de disfrutar. Eso sí, mejor en buena compañía para poder añadir subtítulos a lo que dicen los comentaristas (“250 focos…”, “corta y pasa bien la cebolla que luego la dejas cruda y ya ves…”, “pero Daimiel, déjame hablar un poquito a mí…”) y amenizar los momentos en los que el partido es más aburrido.

Yo nunca había visto en directo un partido de la final de la NBA entero… hasta anoche :)

17 de junio de 2010

Fuera de contexto

Después de unas semanas intensas en las que por motivos académicos resultaba imposible mantener una actividad bloguera normal (ha habido final feliz, gracias a Dios) regreso con un artículo que escribí allá por 2009. Es una pena que no le pusiera fecha, y que las únicas referencias que lo pueden contextualizar sean las victorias de Patxi López y Núñez Feijoo en las elecciones autonómicas del País Vasco y Galicia, respectivamente.

Me ha parecido interesante reflotarlo.

Por fin, se retratarán”

Mientras las ánimas de Génova mantienen acaloradas discusiones sobre dónde debe colocarse la bandera en los despachos (si a la derecha o a la izquierda de la mesa), los hurones de Ferraz deciden con quién se van a ir de caza la semana que viene.

En ese momento y no muy lejos de allí, tenía lugar ayer la jornada de elecciones autonómicas en Galicia y en el País Vasco. Y resulta que aquella jornada no fue un domingo cualquiera, sino que el Real Madrid se colocaba a cuatro puntos del Barcelona, el Joventut se retractaba de su fracaso copero con una paliza al Bruesa, y los nacionalistas vascos y gallegos recibían serios correctivos electorales.

Un amigo me indicaba el viernes que la declaración de Elena Valenciano (“nuestro partido siempre ha defendido la postura de Obama respecto a Irak”) iba a suponer un desmerecimiento del PSOE de cara al gran público (por aquello de que mejor irse de Irak de golpe que poco a poco). No creo que el gran público le dé mayor importancia. Sin embargo, los que sí han resultado perjudicados han sido los socialistas en Galicia, cuya gestión durante los últimos cuatro años ha sido manifiestamente mejorable; no sólo su gestión durante los incendios (que también), sino principalmente lo que ha debido jugar un papel clave en la derrota del PSOE-BNGA ha sido ese constante goteo favorable a los nacionalistas, encabezado por la discriminación del castellano en las escuelas gallegas, contra la cual hubo una manifestación no hace muchas semanas.

¿Ha habido una victoria con mayoría absoluta del PP en territorio gallego? Sí, y estamos ante cuatro años que pueden ser fructíferos en esa lucha contra el nacionalismo disgregador que quieren poner de moda en algunos lugares; ahora bien, que no se confíe Feijoo, pues se ha demostrado que los gallegos sí castigan cuando tienen que castigar; no debe olvidar el líder del Partido Popular gallego que se trata más de una derrota rival que una victoria suya, como tampoco debe obviar lo más importante: y es que milita en un partido que últimamente nunca transmite con claridad cuáles son los principios que, en relación al Gobierno de España, quiere seguir.

Me ha parecido interesante publicarlo después de tenerlo escrito a sucio en un folio de papel durante más de un año, por los contrastes o los comentarios que puede sugerir el texto.

Por ejemplo, que la victoria de Feijoo no ha supuesto, de momento, un cambio radical en lo que a materia lingüística se refiere: para empezar, tumbó las expectativas de “Galicia Bilingüe” nombrando a Anxo Lorenzo, favorable a la imposición del gallego, encargado de la política lingüística. Y además, no hace mucho pudimos saber de un caso en Galicia similar al ocurrido en Valencia, en el que una niña fue suspendida / expulsada de clase (***) por hacer uso del castellano. Vemos, por tanto, que Feijoo no ha dedicado mucho tiempo a tratar de modificar la situación lingüística en Galicia. ¿Se está cómodo en el sillón de la presidencia, Feijoo?

Y es que al final, y como siempre, cuando uno alcanza el oscuro objeto del deseo que es el poder, parece que todas las promesas hechas para alcanzarlo carecen de significado y valor. Y se equivoca Feijoo si piensa que los gallegos le van a perdonar la vida en las siguientes elecciones si el rumbo de su partido es del del “laissez faire” lingüístico.

Tanto se equivoca Feijoo como los afincados en Génova: tan callados como estuvieron tras perder las elecciones de 2008, podían empezar a decir qué narices piensan hacer para sacarnos adelante si, como todas las encuestas parecen indicar, logran la victoria en las próximas elecciones. A no ser que no lo digan pero lo tengan todo pensado –cosa que dudo- sería imperdonable que llegaran al poder y se dedicaran a improvisar medidas para tirar adelante de este país.

(***) no encuentro enlace a la noticia a la que hago referencia. De ahí que ponga “suspendida / expulsada de clase por hacer uso del castellano”, ya que no recuerdo exactamente cómo era la noticia. Agradecería a quien lo recuerde y me lo diga o envíe el enlace para que yo actualice rigurosamente la información. ¡Gracias!

9 de junio de 2010

Hay un lugar…

… donde los sueños se hacen realidad…

(Última parte)

7 de junio de 2010

Hay un lugar…

… donde los sueños se hacen realidad…

(5ª parte)

5 de junio de 2010

Ya hemos dado un pasito más…

panorámica

¡¡¡SÍ SÍ SÍ, LA LEB YA ESTÁ AQUÍ!!!

2 de junio de 2010

Hay un lugar…

… donde los sueños se hacen realidad…

(4ª parte)