Leía ayer la noticia del fallo sobre el Estatuto de Cataluña en varios periódicos. Parece que por fin, cuatro años después, el Tribunal Constitucional ha declarado como Constitucional el Estatuto de esta Comunidad Autónoma.
Parece ser que no ha habido muchos cambios tras el recurso que en su momento presentó el Partido Popular. Como también parece que están muy satisfechos en Génova por “lo que han conseguido”. A De la Vega le gusta la sentencia porque supone una dura derrota para el PP (¿sólo es una derrota para un partido, señora vicepresidenta?). Los representantes políticos del nacionalismo catalán, con Montilla como ejemplo, siguen cumpliendo con su papel de seguir llorando y haciéndose la víctima.
Ante este nuevo mapa dibujado desde anoche, alguno escribía en su estado de Tuenti cosas como “Adiós, España”. Y, ciertamente, esta sentencia rompe, o llevará de alguna manera a romper con el orden político de España.
Pero antes de que los nacionalistas se apunten un tanto y se suban al carro hablando de crisis de estado, se hace necesario recordar que en las consultas realizadas en Cataluña la participación no fue representativa (a ver si es que menos de la mitad de los catalanes pueden representar a una mayoría y yo no me he enterado)
Y antes de que nos lancemos a decir adiós a España, creo que es imprescindible convocar un referéndum serio y en donde la participación sea verdaderamente representativa. Que hablen todos los catalanes y digan lo que quieren; que no sean los representantes políticos quienes hablen, que sean los ciudadanos los que expresen claramente su voluntad y en función de eso, adelante, digamos hola o adiós a lo que queramos.
Creo que, como siempre, habrá que seguir esperando. Como todo, este es un proceso lento que nunca parece llevar realmente a ningún sitio.
Conozco, aunque no en persona, gente de Cataluña, con la que creo que tengo suficientes cosas en común como para que no quieran sentirse ajenos a mí. Pero si ese es su deseo no voy a gastar tiempo ni energías en escribir un editorial impoluto protestando por ello. No, si para que hagan caso a ese editorial tengo que comenzar pidiendo perdón por decir que yo sí me siento español.
CRISIS DE ESTADO!
ResponderEliminarle pese a quien le pese
Como he cerrado mi entrada... no es tontería la que se avecina. Y es un proceso largo, no de hoy para mañana, de momento ya la Constitución no es tan buena como parecía para muchos... y si ponemos en cuestión la Constitución entonces habrá que sumar a nuestra crisis económica la de crisis de Estado.
ResponderEliminarUn saludo