4 de mayo de 2011

Historia de cuatro tiros libres y apuntes después de la “jartá” de clásicos futboleros

Con el desenlace de la eliminatoria de semifinales Champions entre el Madrid y el Barcelona, de la que el Barcelona ha salido polémico vencedor tras el resultado del segundo partido, me vinieron a la mente una serie de reflexiones sobre la influencia de lo extra-deportivo en los resultados deportivos.

Por eso, os traigo la historia de una situación deportiva vivida hace unos años; un partido de baloncesto marcado por la amistad de uno de los equipos con el árbitro.

Os invito, en primer lugar, a que hagáis el esfuerzo de seguir la historia en cursiva entre los apuntes que me surgieron durante el visionado de la semifinal. Os invito también a pensar cómo influye en vuestra vida deportiva y en vuestra rutina de equipo lo extra-deportivo, y qué mecanismos ponéis en marcha para que lo extra-deportivo no ejerza una mala influencia en vuestra vida deportiva. Y os invito, por supuesto, a leerlo todo y a comentar lo que queráis.

Sí, recuerdo el tacto de la suela de mis playeros contra el parquet. Recuerdo aquel balón que se escapaba de las manos del rival e iba a parar a las mías, atentas en el último y decisivo minuto de aquel encuentro. Me pitaron falta personal y estaban en bonus, así que tenía dos tiros libres.

Desde la banda escuché: “es él, los falla seguro”

Piqué y sus declaraciones en MARCA

Como aficionado al Joventut de Badalona, tengo claro que las noticias y reportajes del diario MARCA han de ser tomadas desde lejos y con muchísima prudencia (los aficionados badaloneses no olvidamos la campaña de desprestigio que este periódico deportivo dirigió contra la Penya en las semifinales contra el Madrid durante los play offs de la temporada 2006 / 2007).

Sin embargo, tengo que decir que si Gerard Piqué no hizo las declaraciones alusivas a “vuestra liga” y “vuestro rey”, ya está tardando en poner una denuncia al diario MARCA en el juzgado más cercano. Los futbolistas son gente con los recursos suficientes como para afrontar un litigio de estas características, ¿verdad?

Por eso, pienso… ¿y si lo dijo de verdad? ¿Y si en el túnel de vestuarios sí dijo “ya tenemos vuestra liga, ahora vamos a por la copa de vuestro rey”? Supongo que si lo dijo de verdad, yo como compañero de selección de Piqué no volvería a dirigirle la palabra… yo.

Qué pasa, Piqué, ¿te molesta “nuestra” liga? Pues hazles un favor a quienes no tienen ningún problema en jugarla, y deja de percibir ingresos por jugar en “nuestra” Selección en favor de otros que lo hagan más gustosamente.

Mi equipo perdía de dos, y yo, a falta de 40 segundos del final del encuentro, tenía la posibilidad de igualar el marcador. El destino, siempre caprichoso, había querido que no tuviese años de experiencia en baloncesto, al contrario de lo que sucedía con otros compañeros y rivales entonces en pista.

Allá iba, a la línea recta que separa en dos el círculo de la zona. Recuerdo que convertí los dos y conseguí la prórroga para mi equipo, porque no hubo ninguna canasta más en los segundos restantes.

El Madrid y su manera de afrontar la semifinal de Champions

Supongo que si el Madrid hubiera salido en el Bernabéu como salió en el Camp Nou, otro gallo hubiera cantado. Ahora ya es fácil opinar, cuando todo está resuelto.

Me acuerdo que en la prórroga defendí como un animal a mi par. Era un jugador fortísimo, más alto y mejor que yo. Probablemente incluso mucho más listo, y por supuesto con mucha más experiencia. Los cinco minutos pasaron rápido entre fallos nuestros y del rival, así que llegamos al minuto 45 dos puntos abajo.

Entonces nos tocaba defender a nosotros, y recuerdo que fui a hacer un marcaje a toda pista a mi contrario. Por primera y última vez en mi vida conseguí robar un balón en la zona rival, a escasos metros de la canasta. Cuando intentaba esquivar la defensa de mi sorprendido contrincante, recibí por su parte un fuerte agarrón en el brazo, junto a mi muñequera. No pude reprimir gritar “¡¡¡EH!!!” al sentir la fuerte presión.

Me habían agarrado sin ir a jugar el balón. No habían ido a jugar la pelota sino a hacer falta para detener el juego. La falta era una antideportiva de manual, y algo muy excitado dentro de mi cerebro me pedía que fuese adonde estaba el árbitro para gritarle y decirle que se había olvidado de que las faltas de ese tipo se castigan con tiros libres y posesión.

Pero el árbitro era amigo del equipo rival... Cosas de la liga universitaria. La falta tan sólo fue sancionada con los dos tiros libres correspondientes al bonus.

A los poderosos, ni agua: ni Barsa ni Madrid… ni Liga, ni Copa, ni Champions League
(… ni Liga, ni Copa, ni Euroleague)

No me da ninguna pena la derrota del Real Madrid frente al Barcelona. Los que me siguen saben que no suelo ver fútbol salvo las fases finales de los torneos europeos, por abril y mayo. Así pues, sí, he visto el Madrid – Barcelona y el Barcelona – Madrid, pero después de todo, ni me alegro de la victoria de uno, ni me entristece lo más mínimo la derrota de otro.

Porque ambos tienen el fútbol que se han empeñado en cultivar, como ya dije hace unos meses. Este año el Valencia ha ganado la Liga Española de Fútbol; esto es así porque el Madrid y el Barcelona se han dedicado a jugar a su videojuego de FIFA o Pro Evolution Soccer particular, apabullando a los rivales y obteniendo una distancia frente al tercero que no es ni medio normal.

El Madrid, en la vuelta de semifinales de Champions, se encontró con un gol injustamente anulado. ¿Qué pretendéis, que después de todas las que habéis armado, nos dé pena a los aficionados de otros equipos? No señor, os habéis topado con la ley que habéis impuesto en los deportes de equipo; que no gana el que más lo merece sino el que más puede.

Un año antes, desde el banquillo, me habían criticado mi exceso de tranquilidad a la hora de jugar.

Pero fue, precisamente, ese “exceso” de tranquilidad lo que me permitió acudir a la línea de tiros libres con la suficiente calma como para recordar mi mecánica de tiro y convertir los dos tiros libres que aseguraban una segunda prórroga. Eso era lo importante, eso ayudaba a mi equipo.

Decisiones arbitrales aparte, mi responsabilidad era convertir los dos tiros libres sin los cuales no hubiéramos alcanzado la segunda prórroga.

¿Cómo terminó el partido? El encuentro se saldó con victoria rival, cuando cerca del minuto 50 nosotros estábamos ya exhaustos y hartos de la complicidad del árbitro con los contrarios. Eran colegas, y siempre influye… desde las más altas esferas de instituciones como la FIFA y la FIBA hasta competiciones de la talla de la liga universitaria.

Desde mi posición, la de un humilde jugador que nunca ha dado el salto a la disciplina regular de un equipo federado, tengo claro que ayudé más a mi equipo escuchando al “yo” que me recomendaba tranquilidad para hacer bien mi mecánica de tiro, que si hubiera prestado atención a quienes me aconsejaban más visceralidad sobre el parquet.

Porque precisamente quienes me aconsejaron eso, hoy se encuentran en una posición que no le deseo ni a mi peor enemigo.

Y así, al Madrid le fue anulado un gol… con el Barcelona dando lecciones de humildad; espera un momento: ¿¡CÓMO!? ¡Humildad, dicen! Ambos, ganando o perdiendo, tienen un presupuesto que supera, dobla, triplica, cuatriplica y en algunos casos hasta quintuplica el de algunos equipos de fútbol y baloncesto (por citar los que conozco) y aun así, ¡van dando lecciones de humildad!

No, hay cosas que ni los aficionados esporádicos al fútbol olvidamos: los hay que no olvidamos titulares como “la Penya se queda con la peña” cuando el Joventut jugó contra el Madrid en 2007 las semifinales de la liga ACB, ni entradas como la de Jaka Lakovic a Rudy en el Palau Blaugrana en 2008… ni abucheos como el que recibió instantes después Rudy al ser retirado en camilla.

Nosotros merecimos ganar. Jugamos mejor, acertamos en los momentos clave. Y sí, una decisión arbitral nos quitó una posesión que, habiendo convertido dos tiros libres, se hubiera antojado fundamental para una victoria moral enorme. Pero a veces, según la categoría en la que nos encontremos, desde las alturas de la FIFA o la FIBA hasta los colegueos de la liga universitaria, vale más el “poder ganar” que el “merecerlo” con todas sus letras.

Adelante, es vuestro deporte, es vuestra liga, es vuestro negocio. Ganaros, pegaros patadas, mataros en el césped. Pero no nos deis lecciones. Hay quienes convertimos en grandes deportistas a niños que empiezan a divertirse jugando.

Vosotros sólo hacéis dinero.

Sólo dinero.

P.D: VOY CON EL MANCHESTER EN LA FINAL.

3 comentarios:

  1. La conclusión después del partido de ayer, es que estamos ante una reedicción del Moggigate.

    Se sabía desde tiempo inmemorial que la Juve gozaba de preferencias en Italia. Era un secreto a voces. Siempre se había achacado a la inmensa penetración de la FIAT, que tantos empleos directos o indirectos sostiene y tantos favores puede ofrecer.
    El "Calciopoli" ó, también conocido como "Moggigate", ha sido el fraude deportivo más importante en la historia del fútbol. Todo comenzó cuando la Juventus se proclamó campeón y el presidente del Inter, Massimo Moratti, denunció un arreglo con los árbitros que, curiosamente, cometían siempre "errores" favorables a la Vecchia Signora.

    Por orden judicial y bajo secreto de amparo se intervinieron llamadas telefónicas, como las del dirigente del equipo juventino, Luciano Moggi, al jefe de arbitraje de la Federación Italiana (FIGC), Pierluigi Pairetto, en las que le pedía la designación de los mismos árbitros en partidos claves.

    ¿Les va sonando la historia con episodios recientes?.

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  2. Humildad (y orgullo) cuando se juega con 12 de 20 jugadores de la cantera, cuando se gana un mundial con ilusión y vuelven a la liga a demostrar lo buenos que son con su equipo. Y eso se consigue creyendo en ellos y esperando que llegue su oportunidad. Iniesta, Puyol, Xavi y Valdés han vivido muchos años sin ganar nada y perdiendo repetidamente. Y qué decir de Pedro y Busquets, que venían de tercera división.. Y, ¿quién quería a Messi cuando era un crío con problemas de crecimiento y un don nadie?

    No discuto lo excesivo que resulta la ingente canditad de millones que se ha gastado el Barça en la sección de baloncesto, pero en la de futbol no puede compararse con el Madrid cuando éste ha desembolsado 400 millones en dos años y ha puesto por las nubes el mercado de fichajes.. y aún así lo mejor que siempre han tenido no lo han comprado, Casillas.

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  3. Pero tienes razón, en cualquier equipo, partido, mundial o sección, siempre es sólo dinero al final.

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