Se habla mucho últimamente, sobre todo desde hace un año y medio más o menos, del respeto que se debe tener a la “diversidad cultural” que existe en nuestro país, y los cuidados que han de darse para no perderla. Todo ello incluye, claro está, los aspectos relacionados con las Reformas de los Estatutos (porque, tras el de Cataluña, están yendo el de Andalucía, el de Galicia, y pronto vendrán todos los demás).
Para no alargarme mucho con inefectivas parrafadas cargadas de palabras que pueden llegar a carecer de sentido, diré que es desde hace ese tiempo cuando parece que definitivamente la mayoría de los catalanes no quieren ser españoles. Entré en el foro del Joventut de Badalona antes de ayer, tras la derrota verdinegra frente a la Lottomatica de Roma, y me encontré lo siguiente (http://www.penya.com/forum/foro.asp) escrito por uno de los foreros: “[...] Lavinya?[...]” haciendo referencia a uno de los jugadores del DKV. Tras ver esto escrito, con “ny” en sustitución de una “ñ”, no pude resistirme y contesté (ver foro) educadamente y preguntando PORQUÉ ese cambio en un nombre que se escribe con “ñ”.
Me repito mucho pero una de las cosas que más admiro en las personas es el respeto que puedan tener hacia los demás, puesto que es la única manera de que los demás le tengan respeto. Y no hablo del respeto que se le guarda al más fuerte de la clase, o del respeto que se le guarda al jugador más alto, o del respeto que se le guarda a un terrorista que exige pistola en mano. Hablo del respeto en cuanto a ideologías, creencias, o convicciones. Me parece muy bien que los catalanes tengan su propia lengua, puesto que mientras hablen y entiendan castellano como españoles que son (ver Constitución de 1978), no habríamos de tener problema; sin embargo, cada día suceden nuevos acontecimientos que proporcionan avances al catalán en detrimento de la libertad de uso del castellano, es decir, en las escuelas se ponen barreras para que no se pueda hablar castellano; en los puestos de trabajo se exige catalán; en la universidad no lo exigen, pero dan las clases en catalán (en la mayoría, no tengo noticia de que suceda en todas); los carteles están en catalán... Existe, además, una exigencia por parte de los catalanistas, a pedir la no castellanización de los términos en catalán; y estoy hablando con perfecto conocimiento de causa, puesto que más de una vez se me ha reprochado, con mejores o peores formas,desde un sector de la afición de Badalona, el hecho de escribir “Juventud de Badalona” y no “Joventut”, o “Peña” en lugar de “Penya”. Paralelamente a esa exigencia, a los catalanistas les parece extremista o antidemocrático pedirles con sus mismos términos que no catalanicen términos que existen en castellano, esto es, que no escriban “Espanya” para no escribir “España” (es que manca, hiere a la vista) o nombres como por ejemplo “Ferrán Lavinya” para no decir “Ferrán Laviña”.
Para no alargarme mucho con inefectivas parrafadas cargadas de palabras que pueden llegar a carecer de sentido, diré que es desde hace ese tiempo cuando parece que definitivamente la mayoría de los catalanes no quieren ser españoles. Entré en el foro del Joventut de Badalona antes de ayer, tras la derrota verdinegra frente a la Lottomatica de Roma, y me encontré lo siguiente (http://www.penya.com/forum/foro.asp) escrito por uno de los foreros: “[...] Lavinya?[...]” haciendo referencia a uno de los jugadores del DKV. Tras ver esto escrito, con “ny” en sustitución de una “ñ”, no pude resistirme y contesté (ver foro) educadamente y preguntando PORQUÉ ese cambio en un nombre que se escribe con “ñ”.
Me repito mucho pero una de las cosas que más admiro en las personas es el respeto que puedan tener hacia los demás, puesto que es la única manera de que los demás le tengan respeto. Y no hablo del respeto que se le guarda al más fuerte de la clase, o del respeto que se le guarda al jugador más alto, o del respeto que se le guarda a un terrorista que exige pistola en mano. Hablo del respeto en cuanto a ideologías, creencias, o convicciones. Me parece muy bien que los catalanes tengan su propia lengua, puesto que mientras hablen y entiendan castellano como españoles que son (ver Constitución de 1978), no habríamos de tener problema; sin embargo, cada día suceden nuevos acontecimientos que proporcionan avances al catalán en detrimento de la libertad de uso del castellano, es decir, en las escuelas se ponen barreras para que no se pueda hablar castellano; en los puestos de trabajo se exige catalán; en la universidad no lo exigen, pero dan las clases en catalán (en la mayoría, no tengo noticia de que suceda en todas); los carteles están en catalán... Existe, además, una exigencia por parte de los catalanistas, a pedir la no castellanización de los términos en catalán; y estoy hablando con perfecto conocimiento de causa, puesto que más de una vez se me ha reprochado, con mejores o peores formas,desde un sector de la afición de Badalona, el hecho de escribir “Juventud de Badalona” y no “Joventut”, o “Peña” en lugar de “Penya”. Paralelamente a esa exigencia, a los catalanistas les parece extremista o antidemocrático pedirles con sus mismos términos que no catalanicen términos que existen en castellano, esto es, que no escriban “Espanya” para no escribir “España” (es que manca, hiere a la vista) o nombres como por ejemplo “Ferrán Lavinya” para no decir “Ferrán Laviña”.
¿Es justo? ¿Están en condiciones de pedir respeto? ¿Nos respetan ellos, o nos imponen que les respetemos? Mi respuesta tras estas palabras, y mi opinión, está clara y por eso no voy a recalcarlo más. Tienen señales de tráfico en catalán, cuando antaño se escribía en catalán y en castellano. Tienen un Estatuto de Autonomía reformado que les otorga más “libertad”, por llamarlo de alguna manera. Respetamos su petición de no castellanizar nombres catalanes, por lo cual acostumbro a escribir “Joventut” y no “Juventud”. Damos, damos y damos, para que ellos reciban, reciban y reciban. Y mientras tanto, no podemos dar ningún paso atrás porque somos extremistas. Explicádmelo, necesito entender...
¿Qué te contestaron y con que nivel de respeto?
ResponderEliminarEsto fue lo que yo escribí:
ResponderEliminar[Pues sí, sí que es lamentable. Un detalle, Laviña es con "ñ"? o con "ny"?
Si es con "ñ", por qué algunos lo escriben con "ny"? No lo digo por decir, pero es que los de fuera hacemos el esfuerzo de escribir las cosas como son porque hay gente a la que no le parece bien, y a veces me da la sensación de que esa circunstancia no es recíproca...
En fin, no digo na porque es crear polémica a lo bobo. El domingo a por el Granada porque sino esta empanada nos puede pasar factura...]
Pues me contestó una tal "pbl":
[Laviña (con ñ) hay mucha gente que traduce lo que no tendria que traducir, a mi me traducen el nombre y no me gusta, soy catalana pero nadie tiene que traducirme el nombre]
Y nadie más dijo nada al respecto, o sea que pasaron de mí o prefirieron no meterse jeje.