Que Rajoy supere dialécticamente a nuestro señor presidente del gobierno en las sesiones de debate sobre el estado de la Nación viene siendo ya la tónica habitual en estos años en que ha gobernado Zapatero. Que Zapatero utilice este tipo de sesiones parlamentarias para resucitar viejos fantasmas de un pasado reciente con el único objetivo de hundir al principal partido de la oposición, también lo es.
Sin embargo, analizando con detenimiento cada uno de los discursos iniciales pronunciados respectivamente por el presidente y por el líder de la oposición, observé ciertas diferencias con respecto a las otras ocasiones. Hablaron también los representantes del resto de grupos parlamentarios, pero creo que reducir mi análisis a PP y PSOE no sólo es sano para mi tiempo (que no tengo mucho) sino también será más interesante porque hablaré de temas que más o menos conozcan todos aquellos que lean el blog.
En primer lugar, se puede destacar de ambos textos que están escritos a modo de resumen, cada uno desde su respectivo punto de vista, ya que la sesión de debate de ayer fue la última de esta legislatura que terminará, si todo va según lo previsto, en marzo del año 2008.
Resalta Zapatero al inicio de su discurso el carácter que ha intentado transmitir su Gobierno durante estos tres años: (...) un proyecto para España basado en valores profundos y en firmes convicciones (...) para construir un país lanzado a la modernidad, socialmente más justo y sensible a la solidaridad (...) y después, en una serie de largos párrafos, el presidente se sumerge en una interminable serie de datos en los que resalta la labor de su Gobierno en materia económica: (...) es difícil, señorías, definir el éxito económico con mayor número de atributos, gracias a una brillante gestión de la política económica (...) cambiando la piel del país con el entramado de nuevas infraestructuras (...) gracias a los 1400 kilómetros de nuevas autopistas puestas en servicio (...) y a los 326 kilómetros de nuevas líneas ferroviarias de altas prestaciones (...) La excelente marcha de la economía sirve para el objetivo más importante de nuestro país: que la gran mayoría de los españoles progrese teniendo trabajo y viva mejor (...).
Conforme voy leyendo el discurso, no obstante, aparecen varios puntos, frases, que me llaman especialmente la atención: (...) es posible innovar con flexibilidad en el mercado de trabajo y proteger los derechos de los trabajadores (...); ya, por eso han sido muy pocos los disturbios sucedidos con los trabajadores de Izar, o sin ir más lejos, con los controladores del aeropuerto del Prat barcelonés, cuya huelga pudo haber causado una tragedia tras la invasión de las pistas por parte de estos controladores. (...) reforzamos los derechos y libertades al promover la educación en ciudadanía en la escuela (...); ya, por eso su principal medida en este ámbito ha consistido en paralizar el proyecto de reforma de ley del Gobierno anterior. El resto ha sido mantener lo que había (la estructura de secundaria y bachiller que permanece intacta) empeorando las condiciones (favoreciendo que alumnos con asignaturas suspensas continúen avanzando cursos, con la mala influencia que, como seguramente todos sabemos, eso ejerce sobre el resto de chavales que sí van al ritmo marcado) e introduciendo nuevas asignaturas (el numerito inolvidable de la nueva Educación para la Ciudadanía, va a dar de qué hablar; una asignatura que requiere de tantas justificaciones por parte de un Gobierno sospechosamente interesado en que todos los alumnos la cursen no me da muy buena espina). No se engañe, señor presidente, y no nos dejemos engañar, cosa que es aún más importante. La educación en nuestro país cogea cada nueva generación que pasa, y si no tomamos el asunto en serio, comprendiendo la importancia que tiene el contar con una sociedad preparada de cara a un mundo donde en un futuro próximo la competitividad que ofrece la mano de obra cualificada y barata de determinados países va a ser imprescindible, tendremos serios problemas como sociedad y como país para mantenernos a flote con un nivel de bienestar comparable al que puedan tener otros países. (...) La preocupación por garantizar el mejor suministro aun en las condiciones de fuerte sequía ha inspirado el Plan Hidrológico Nacional y una política de agua basada en el equilibrio territorial, el ahorro y la búsqueda de nuevas fuentes de suministro (...); ya, por eso desde Zapatero y su Gobierno paralizaron ese mismo Plan Hidrológico Nacional al que, sin yo saber por qué, hace referencia el presidente en su discurso, no ha habido, esa es la verdad, una verdadera política del agua. Uno de los principales problemas ambientales que existe en España es la distribución, tanto espacial como temporal, del agua; la lluvia a destiempo se puede paliar con la construcción de embalses, pero para llevar agua adonde no llueve ni gota no basta con eso, es necesaria la aplicación de una política distributiva que sea justa, y requiere la construcción de infraestructuras que permitan llevarla a cabo. Había una política, la del famoso trasvase del Ebro, que el PSOE paralizó tras su llegada al Gobierno, la cual iba destinada a solucionar los problemas de abastecimiento de agua de muchas zonas mediterráneas. ¿Qué tenemos ahora? Un presidente que cita el Plan Hidrológico Nacional como si fuera suyo, pero al cual renunció nada más que tuvo la oportunidad y que ahora viene dando lecciones sobre equidad en el reparto del agua. (...) El compromiso con los derechos y las libertades ha tenido su principal manifestación en la defensa de la vida y la libertad de los españoles. Éste es el sentido de la política antiterrorista que ha desarrollado el Gobierno (...) un Gobierno que ha explorado las posibilidades reales de negociar la disolución de la banda terrorista ETA tras su declaración de alto el fuego. Todas las encuestas acreditan que la mayoría de los españoles han apoyado el proceso de un fin dialogado de la violencia que ha intentado el Gobierno (...); bueno, aquí ya entramos en uno de los asuntos más escabrosos de la legislatura del Gobierno de Zapatero, para mí el asunto más importante, del que más podría hablar, y el que más sentimientos despierta en mi interior (y no precisamente sentimientos de cariño y alegría, por cierto). Es innecesario, o así lo considero yo, hacer aquí un repaso cronológico de todos los sucesos que han acaecido en relación al intento de negociación con ETA que hizo el Gobierno de Zapatero. Sin embargo, no sólo considero necesario sino que lo veo imprescindible, debemos determinar bien las características en que ese intento de negociación se ha llevado a cabo, para encontrar los matices que lo diferencian con los anteriores intentos de Aznar y de Felipe González, respectivamente. NO ha sido un proceso justo porque nuestro señor presidente lo tenía todo negociado con los terroristas; NO ha sido un proceso leal para los españoles porque comenzó hace muchos años, tras la firma del Pacto Antiterrorista entre Zapatero y Aznar, cuando el primero de éstos decidió reunirse paralelamente y en secreto con los terroristas; NO ha sido un proceso transparente porque ETA habla constantemente de unos ‘compromisos’ incumplidos que el PSOE tenía supuestamente firmados con ellos; ha sido un proceso de mentira y traición para los ciudadanos españoles, porque incluso después del atentado de la T4 el pasado mes de diciembre, nuestro Presidente no abandonó una ilusa esperanza en que el proceso de paz continuara. Tanto es así que los propios terroristas a través de su diario Gara han terminado desvelando que las reuniones tras ese atentado continuaron. Finalmente, el pasado día 5 de junio la banda terrorista reveló en un comunicado que el proceso de paz (que al inicio era “un proceso de paz”, luego fue un “alto el fuego permanente”, después se convirtió en una “tregua” y al final, como siempre, fue un bulo de los asesinos) se daba por finalizado y que ETA reiniciaría sus actividades “en todos los frentes”. ¿Qué compromisos tenía el PSOE con los terroristas? ¿Por qué se reunió en 2002 el principal partido de la oposición con los terroristas? ¿Por qué ese afán de continuar con el ‘proceso’ contra todo y contra todos? ¿Por qué esa ambigüedad del presidente a la hora de dirigirse a los terroristas? ¿Por qué ese tinte permisivo de la cúpula del Gobierno hacia los terroristas, venido a muchísimo menos tras el día 5 de junio?
A continuación, Rajoy se dispuso a leer su respectivo discurso ante la Cámara del Congreso. (...) Cuando alguna noticia se adueña de la actualidad y secuestra el interés general (...) todo parece quedar inevitablemente postergado, como cubierto por la extensa sombra del gran acontecimiento (...). Así comenzaba el líder de la oposición su discurso, una redacción brillante como pocas he leído de estas sesiones de debate. Un discurso correcto pero agresivo con el Presidente, que para eso se hacen este tipo de debates, para resumir lo que un Gobierno debería mejorar. En un país ideal el Parlamento sería un jardín con florecitas y arco iris en el horizonte donde Gobierno y oposición charlaran amistosamente sobre los problemas de su país que deben solucionar; pero este no es ni mucho menos el país ideal, si es que existe alguno que pueda ser calificado como tal, así que los debates sobre el Estado de la Nación no tienen nada de charlas amistosas y sí tienen mucho de encaramientos entre los diferentes líderes políticos. Encaramientos de los que se puede salir victorioso o derrotado. Ayer, Rajoy, para mí, salió victorioso porque fue capaz de resumir la labor de Zapatero; resaltó lo que hizo bien y recalcó lo que hizo mal. (...) No ha gastado ni un solo minuto de estos tres años en pararse a diseñar un plan de Gobierno (...) Estamos a punto de malversar una legislatura completa dejándonos llevar, haciendo gestos para la galería y, eso sí, echando la culpa a la oposición (...); quizá la primera de estas dos frases citadas es y será la que siempre usa un líder que está en la oposición, pero la segunda no es precisamente equivocada: ayer, y desde que Zapatero llegó al Gobierno, no se ha detenido en su empeño por aleccionar a la oposición, en decirle a la oposición cómo debe ser su comportamento, cómo deben oponerse, cómo deben actuar con el Gobierno. (...) ¿De qué presume especialmente? De la marcha de la economía. Tiene razón en parte de lo que dice (...) porque hay cosas que van bien, pero otras van mal. Algunos aspectos de la economía española van bien (...) pero no se debe a que usted gobierne (...) ¿Puede indicarme cuáles son las decisiones económicas de su Gobierno a las que podamos atribuir la bonanza? No puede ¿Por qué? Porque no ha tomado ninguna, ni para bien ni para mal (...) su principal virtud como gobernante ha sido no estropear la economía (...); ¿Se equivoca Rajoy en sus palabras? No. La actuación del Gobierno en materia económica, en lo que estrictamente economía se refiere, el Gobierno de Zapatero no ha tomado ninguna importante decisión. Obviamente si algo funciona no hay porqué cambiarlo, pero tres años sin tomar ninguna decisión económica, dejando el país en manos de una inercia que no durará siempre, no es bueno. Siempre hay algo que hacer. Y Zapatero precisamente no ha hecho nada en ese aspecto. Destaca Rajoy que España tiene un déficit exterior descomunal; bien, este problema es una de las principales características de la economía española, como bien sabrán aquellos que hayan estudiado algo de economía o de historia económica. Hemos sido siempre un país con alto déficit, por no contar con recursos a nivel nacional que nos permitieran producir de una forma más bien ‘autosuficiente’, por lo que hemos tenido que recurrir a comprar lo que no tenemos en el exterior; esto no es malo pero hay que tomar las medidas económicas necesarias para que un déficit no cause un grave impacto a nivel nacional. Y por supuesto dejar el susodicho déficit en manos de una inercia incontrolable es muy peligroso. (...) la OPA (...) y las perniciosas consecuencias que todo esto acarrea para la imagen de nuestro país (...) Pocas veces la prensa internacional nos ha tratado tan mal (...); después del tema de la OPA a Endesa, y después del escándalo ocurrido con el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, organismo encargado de regular, como su propio nombre indica, operaciones de mercado (ventas, compras, absorciones de empresas, etc) en conocidas revistas de índole económica en el ámbito internacional llegaron a decir que España no era un país donde hubiera confianza y seguridad para realizar inversiones. Pues eso, que tenemos una imagen 'inmejorable'. (...) La educación sigue siendo “manifiestamente mejorable” (...); la educación es tarea pendiente de todos los Gobiernos. Desde luego que la labor de Zapatero en esta materia es ‘escasa’ y de dudosa fiabilidad desde mi punto de vista, ya que no creo que las medidas tomadas (explicadas más arriba) contribuyan a mejorar la calidad de nuestra enseñanza. Rajoy tendrá un largo y duro camino por delante, que deberá allanar si quiere asegurar que nuestros futuros estudiantes tendrán una educación de calidad. (...) se fomente deliberadamente la división de los ciudadanos causando por ello un grave daño a la convivencia (...) Su primer error grave (...) es eso que llaman Ley de Memoria Histórica (...) Su segundo error grave (...) es su gestión del Estatuto de Cataluña (...) El tercero de sus errores graves (...) ha sido su lamentable actuación en esa fantasmagoría que, utilizando la terminología de los terroristas, llamó proceso de paz (...); con este párrafo termino las citas que analizaré de lo dicho por Rajoy. Aquí Rajoy se sumerge de lleno en la última parte de su discurso para abordar el tema de la actitud de Zapatero con los terroristas, su comportamiento ante el mal llamado proceso de paz y su conducta con los españoles a consecuencia de ello. En primer lugar cita Rajoy la Ley de Memoria Histórica, aludiendo a que el único espíritu que inspira esta ley es el de dividir a los ciudadanos despertando viejos rencores; en eso estoy de acuerdo porque considero que esa ley es para determinar a los “buenos” y a los “malos” de la Historia de un país, España, en lo que en diferentes momentos unos y otros se han intercambiado esos papeles como para que vengan ahora y nos delimiten la bondad para unos y la maldad para otros; no, es no está bien. Después habla Rajoy muy brevemente sobre la gestión del Gobierno del Estatuto de Cataluña. Ya hablé en una ocasión de la actitud del Rey ante este Estatuto, que no me parecía la correcta ni la adecuada; pero la de Zapatero me lo parece menos aún, consintiendo que el Estatuto viajara a Madrid para su aprobación y permitiendo la fragmentación del Archivo de Salamanca con el traslado de la parte correspondiente a Cataluña, fragmentación cuyo trasfondo no era sino la división de España en dos lugares diferentes y totalmente ajenos. Y por último habla Rajoy de la negociación con los terroristas.
Discurso correcto en el fondo y agresivo en las formas, para un Presidente que durante el resto del ‘cara a cara’ se dedicó a decir “La Oposición ha hecho esto” “La Oposición ha hecho lo otro” olvidando que las sesiones de debate sobre el estado de la Nación no se hacen para hablar de lo que hace mal la oposición sino para aclarar lo que debería hacer bien el Gobierno, y remontándose a años atrás sacando a relucir cómo no la gran baza de incalculable valor de Irak que le valió unas elecciones. Pero todo esto no es más que paja de un aficionado escrita en su blog. Zapatero es consciente, cada vez que ocurre un suceso en el que militares españoles fallecen en tierras como Afganistán y el Líbano, de que el fantasma de la incoherencia vuela sobre su cabeza. Y también sabe que ha cometido demasiados errores que pueden hacerle perder unas elecciones. Normal, tanto dar recetas al de la oposición... pues al final acabará tomando nota, ¿no?
Sin embargo, analizando con detenimiento cada uno de los discursos iniciales pronunciados respectivamente por el presidente y por el líder de la oposición, observé ciertas diferencias con respecto a las otras ocasiones. Hablaron también los representantes del resto de grupos parlamentarios, pero creo que reducir mi análisis a PP y PSOE no sólo es sano para mi tiempo (que no tengo mucho) sino también será más interesante porque hablaré de temas que más o menos conozcan todos aquellos que lean el blog.
En primer lugar, se puede destacar de ambos textos que están escritos a modo de resumen, cada uno desde su respectivo punto de vista, ya que la sesión de debate de ayer fue la última de esta legislatura que terminará, si todo va según lo previsto, en marzo del año 2008.
Resalta Zapatero al inicio de su discurso el carácter que ha intentado transmitir su Gobierno durante estos tres años: (...) un proyecto para España basado en valores profundos y en firmes convicciones (...) para construir un país lanzado a la modernidad, socialmente más justo y sensible a la solidaridad (...) y después, en una serie de largos párrafos, el presidente se sumerge en una interminable serie de datos en los que resalta la labor de su Gobierno en materia económica: (...) es difícil, señorías, definir el éxito económico con mayor número de atributos, gracias a una brillante gestión de la política económica (...) cambiando la piel del país con el entramado de nuevas infraestructuras (...) gracias a los 1400 kilómetros de nuevas autopistas puestas en servicio (...) y a los 326 kilómetros de nuevas líneas ferroviarias de altas prestaciones (...) La excelente marcha de la economía sirve para el objetivo más importante de nuestro país: que la gran mayoría de los españoles progrese teniendo trabajo y viva mejor (...).
Conforme voy leyendo el discurso, no obstante, aparecen varios puntos, frases, que me llaman especialmente la atención: (...) es posible innovar con flexibilidad en el mercado de trabajo y proteger los derechos de los trabajadores (...); ya, por eso han sido muy pocos los disturbios sucedidos con los trabajadores de Izar, o sin ir más lejos, con los controladores del aeropuerto del Prat barcelonés, cuya huelga pudo haber causado una tragedia tras la invasión de las pistas por parte de estos controladores. (...) reforzamos los derechos y libertades al promover la educación en ciudadanía en la escuela (...); ya, por eso su principal medida en este ámbito ha consistido en paralizar el proyecto de reforma de ley del Gobierno anterior. El resto ha sido mantener lo que había (la estructura de secundaria y bachiller que permanece intacta) empeorando las condiciones (favoreciendo que alumnos con asignaturas suspensas continúen avanzando cursos, con la mala influencia que, como seguramente todos sabemos, eso ejerce sobre el resto de chavales que sí van al ritmo marcado) e introduciendo nuevas asignaturas (el numerito inolvidable de la nueva Educación para la Ciudadanía, va a dar de qué hablar; una asignatura que requiere de tantas justificaciones por parte de un Gobierno sospechosamente interesado en que todos los alumnos la cursen no me da muy buena espina). No se engañe, señor presidente, y no nos dejemos engañar, cosa que es aún más importante. La educación en nuestro país cogea cada nueva generación que pasa, y si no tomamos el asunto en serio, comprendiendo la importancia que tiene el contar con una sociedad preparada de cara a un mundo donde en un futuro próximo la competitividad que ofrece la mano de obra cualificada y barata de determinados países va a ser imprescindible, tendremos serios problemas como sociedad y como país para mantenernos a flote con un nivel de bienestar comparable al que puedan tener otros países. (...) La preocupación por garantizar el mejor suministro aun en las condiciones de fuerte sequía ha inspirado el Plan Hidrológico Nacional y una política de agua basada en el equilibrio territorial, el ahorro y la búsqueda de nuevas fuentes de suministro (...); ya, por eso desde Zapatero y su Gobierno paralizaron ese mismo Plan Hidrológico Nacional al que, sin yo saber por qué, hace referencia el presidente en su discurso, no ha habido, esa es la verdad, una verdadera política del agua. Uno de los principales problemas ambientales que existe en España es la distribución, tanto espacial como temporal, del agua; la lluvia a destiempo se puede paliar con la construcción de embalses, pero para llevar agua adonde no llueve ni gota no basta con eso, es necesaria la aplicación de una política distributiva que sea justa, y requiere la construcción de infraestructuras que permitan llevarla a cabo. Había una política, la del famoso trasvase del Ebro, que el PSOE paralizó tras su llegada al Gobierno, la cual iba destinada a solucionar los problemas de abastecimiento de agua de muchas zonas mediterráneas. ¿Qué tenemos ahora? Un presidente que cita el Plan Hidrológico Nacional como si fuera suyo, pero al cual renunció nada más que tuvo la oportunidad y que ahora viene dando lecciones sobre equidad en el reparto del agua. (...) El compromiso con los derechos y las libertades ha tenido su principal manifestación en la defensa de la vida y la libertad de los españoles. Éste es el sentido de la política antiterrorista que ha desarrollado el Gobierno (...) un Gobierno que ha explorado las posibilidades reales de negociar la disolución de la banda terrorista ETA tras su declaración de alto el fuego. Todas las encuestas acreditan que la mayoría de los españoles han apoyado el proceso de un fin dialogado de la violencia que ha intentado el Gobierno (...); bueno, aquí ya entramos en uno de los asuntos más escabrosos de la legislatura del Gobierno de Zapatero, para mí el asunto más importante, del que más podría hablar, y el que más sentimientos despierta en mi interior (y no precisamente sentimientos de cariño y alegría, por cierto). Es innecesario, o así lo considero yo, hacer aquí un repaso cronológico de todos los sucesos que han acaecido en relación al intento de negociación con ETA que hizo el Gobierno de Zapatero. Sin embargo, no sólo considero necesario sino que lo veo imprescindible, debemos determinar bien las características en que ese intento de negociación se ha llevado a cabo, para encontrar los matices que lo diferencian con los anteriores intentos de Aznar y de Felipe González, respectivamente. NO ha sido un proceso justo porque nuestro señor presidente lo tenía todo negociado con los terroristas; NO ha sido un proceso leal para los españoles porque comenzó hace muchos años, tras la firma del Pacto Antiterrorista entre Zapatero y Aznar, cuando el primero de éstos decidió reunirse paralelamente y en secreto con los terroristas; NO ha sido un proceso transparente porque ETA habla constantemente de unos ‘compromisos’ incumplidos que el PSOE tenía supuestamente firmados con ellos; ha sido un proceso de mentira y traición para los ciudadanos españoles, porque incluso después del atentado de la T4 el pasado mes de diciembre, nuestro Presidente no abandonó una ilusa esperanza en que el proceso de paz continuara. Tanto es así que los propios terroristas a través de su diario Gara han terminado desvelando que las reuniones tras ese atentado continuaron. Finalmente, el pasado día 5 de junio la banda terrorista reveló en un comunicado que el proceso de paz (que al inicio era “un proceso de paz”, luego fue un “alto el fuego permanente”, después se convirtió en una “tregua” y al final, como siempre, fue un bulo de los asesinos) se daba por finalizado y que ETA reiniciaría sus actividades “en todos los frentes”. ¿Qué compromisos tenía el PSOE con los terroristas? ¿Por qué se reunió en 2002 el principal partido de la oposición con los terroristas? ¿Por qué ese afán de continuar con el ‘proceso’ contra todo y contra todos? ¿Por qué esa ambigüedad del presidente a la hora de dirigirse a los terroristas? ¿Por qué ese tinte permisivo de la cúpula del Gobierno hacia los terroristas, venido a muchísimo menos tras el día 5 de junio?
A continuación, Rajoy se dispuso a leer su respectivo discurso ante la Cámara del Congreso. (...) Cuando alguna noticia se adueña de la actualidad y secuestra el interés general (...) todo parece quedar inevitablemente postergado, como cubierto por la extensa sombra del gran acontecimiento (...). Así comenzaba el líder de la oposición su discurso, una redacción brillante como pocas he leído de estas sesiones de debate. Un discurso correcto pero agresivo con el Presidente, que para eso se hacen este tipo de debates, para resumir lo que un Gobierno debería mejorar. En un país ideal el Parlamento sería un jardín con florecitas y arco iris en el horizonte donde Gobierno y oposición charlaran amistosamente sobre los problemas de su país que deben solucionar; pero este no es ni mucho menos el país ideal, si es que existe alguno que pueda ser calificado como tal, así que los debates sobre el Estado de la Nación no tienen nada de charlas amistosas y sí tienen mucho de encaramientos entre los diferentes líderes políticos. Encaramientos de los que se puede salir victorioso o derrotado. Ayer, Rajoy, para mí, salió victorioso porque fue capaz de resumir la labor de Zapatero; resaltó lo que hizo bien y recalcó lo que hizo mal. (...) No ha gastado ni un solo minuto de estos tres años en pararse a diseñar un plan de Gobierno (...) Estamos a punto de malversar una legislatura completa dejándonos llevar, haciendo gestos para la galería y, eso sí, echando la culpa a la oposición (...); quizá la primera de estas dos frases citadas es y será la que siempre usa un líder que está en la oposición, pero la segunda no es precisamente equivocada: ayer, y desde que Zapatero llegó al Gobierno, no se ha detenido en su empeño por aleccionar a la oposición, en decirle a la oposición cómo debe ser su comportamento, cómo deben oponerse, cómo deben actuar con el Gobierno. (...) ¿De qué presume especialmente? De la marcha de la economía. Tiene razón en parte de lo que dice (...) porque hay cosas que van bien, pero otras van mal. Algunos aspectos de la economía española van bien (...) pero no se debe a que usted gobierne (...) ¿Puede indicarme cuáles son las decisiones económicas de su Gobierno a las que podamos atribuir la bonanza? No puede ¿Por qué? Porque no ha tomado ninguna, ni para bien ni para mal (...) su principal virtud como gobernante ha sido no estropear la economía (...); ¿Se equivoca Rajoy en sus palabras? No. La actuación del Gobierno en materia económica, en lo que estrictamente economía se refiere, el Gobierno de Zapatero no ha tomado ninguna importante decisión. Obviamente si algo funciona no hay porqué cambiarlo, pero tres años sin tomar ninguna decisión económica, dejando el país en manos de una inercia que no durará siempre, no es bueno. Siempre hay algo que hacer. Y Zapatero precisamente no ha hecho nada en ese aspecto. Destaca Rajoy que España tiene un déficit exterior descomunal; bien, este problema es una de las principales características de la economía española, como bien sabrán aquellos que hayan estudiado algo de economía o de historia económica. Hemos sido siempre un país con alto déficit, por no contar con recursos a nivel nacional que nos permitieran producir de una forma más bien ‘autosuficiente’, por lo que hemos tenido que recurrir a comprar lo que no tenemos en el exterior; esto no es malo pero hay que tomar las medidas económicas necesarias para que un déficit no cause un grave impacto a nivel nacional. Y por supuesto dejar el susodicho déficit en manos de una inercia incontrolable es muy peligroso. (...) la OPA (...) y las perniciosas consecuencias que todo esto acarrea para la imagen de nuestro país (...) Pocas veces la prensa internacional nos ha tratado tan mal (...); después del tema de la OPA a Endesa, y después del escándalo ocurrido con el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, organismo encargado de regular, como su propio nombre indica, operaciones de mercado (ventas, compras, absorciones de empresas, etc) en conocidas revistas de índole económica en el ámbito internacional llegaron a decir que España no era un país donde hubiera confianza y seguridad para realizar inversiones. Pues eso, que tenemos una imagen 'inmejorable'. (...) La educación sigue siendo “manifiestamente mejorable” (...); la educación es tarea pendiente de todos los Gobiernos. Desde luego que la labor de Zapatero en esta materia es ‘escasa’ y de dudosa fiabilidad desde mi punto de vista, ya que no creo que las medidas tomadas (explicadas más arriba) contribuyan a mejorar la calidad de nuestra enseñanza. Rajoy tendrá un largo y duro camino por delante, que deberá allanar si quiere asegurar que nuestros futuros estudiantes tendrán una educación de calidad. (...) se fomente deliberadamente la división de los ciudadanos causando por ello un grave daño a la convivencia (...) Su primer error grave (...) es eso que llaman Ley de Memoria Histórica (...) Su segundo error grave (...) es su gestión del Estatuto de Cataluña (...) El tercero de sus errores graves (...) ha sido su lamentable actuación en esa fantasmagoría que, utilizando la terminología de los terroristas, llamó proceso de paz (...); con este párrafo termino las citas que analizaré de lo dicho por Rajoy. Aquí Rajoy se sumerge de lleno en la última parte de su discurso para abordar el tema de la actitud de Zapatero con los terroristas, su comportamiento ante el mal llamado proceso de paz y su conducta con los españoles a consecuencia de ello. En primer lugar cita Rajoy la Ley de Memoria Histórica, aludiendo a que el único espíritu que inspira esta ley es el de dividir a los ciudadanos despertando viejos rencores; en eso estoy de acuerdo porque considero que esa ley es para determinar a los “buenos” y a los “malos” de la Historia de un país, España, en lo que en diferentes momentos unos y otros se han intercambiado esos papeles como para que vengan ahora y nos delimiten la bondad para unos y la maldad para otros; no, es no está bien. Después habla Rajoy muy brevemente sobre la gestión del Gobierno del Estatuto de Cataluña. Ya hablé en una ocasión de la actitud del Rey ante este Estatuto, que no me parecía la correcta ni la adecuada; pero la de Zapatero me lo parece menos aún, consintiendo que el Estatuto viajara a Madrid para su aprobación y permitiendo la fragmentación del Archivo de Salamanca con el traslado de la parte correspondiente a Cataluña, fragmentación cuyo trasfondo no era sino la división de España en dos lugares diferentes y totalmente ajenos. Y por último habla Rajoy de la negociación con los terroristas.
Discurso correcto en el fondo y agresivo en las formas, para un Presidente que durante el resto del ‘cara a cara’ se dedicó a decir “La Oposición ha hecho esto” “La Oposición ha hecho lo otro” olvidando que las sesiones de debate sobre el estado de la Nación no se hacen para hablar de lo que hace mal la oposición sino para aclarar lo que debería hacer bien el Gobierno, y remontándose a años atrás sacando a relucir cómo no la gran baza de incalculable valor de Irak que le valió unas elecciones. Pero todo esto no es más que paja de un aficionado escrita en su blog. Zapatero es consciente, cada vez que ocurre un suceso en el que militares españoles fallecen en tierras como Afganistán y el Líbano, de que el fantasma de la incoherencia vuela sobre su cabeza. Y también sabe que ha cometido demasiados errores que pueden hacerle perder unas elecciones. Normal, tanto dar recetas al de la oposición... pues al final acabará tomando nota, ¿no?
hola pichu!!!
ResponderEliminarpos m encanto el video de la juventud!! sta genial!! y esa cancion s preciosa!! m acorde aora de ti y dije pos venga abra q firmarle y asi le pregunto q tl le va too jejejeje yo mñana m voy a portonovo de viaje a la vuelta ya ablaremos besitos cuidate!!
vicky