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Recientes investigaciones (de peligroso procedimiento y de dudoso resultado) parecen haber dado con la solución al problema que muchos nos encontramos en el profesorado universitario. ¿He dicho solución? No, perdón, quería decir causa.
Exacto, si echamos la vista atrás... sólo un poco, un poco la vista atrás... corrían los locos, locos años 80 de la ‘movida’ en España. ¿Recordáis? Evidentemente no, porque muchos de la generación del 87 no nacimos precisamente hasta ese año, 1987, y nos perdimos gran parte de una década que marcó nuestro destino como universitarios. En esa década tuvo lugar el auge de un nuevo estilo de profesores de universidad. Los rockeros de woodstock inspiraron a toda una generación de jóvenes que se encontraban con aspiración a sus veinti-tantos y deseaban transmitir sus conocimientos a futuras promesas del mundo laboral. No obstante, en una era llena de luz y color, con canciones que gritaban libertad y pantalones de campana que daban aire juvenil, no todo era así de bonito. De entre los ilusionados (por aquel entonces) profesores y sus enfervorecidos seguidores, había quienes estaban dispuestos a dar por finalizada esa época de paz, alegría y... clases útiles.
El 17 de junio de 1983 tuvo lugar nuestro woodstock, la reunión más importante de todos los rockeros de España, en un lugar desconocido para muchos: la vieja Madrid city, cerca de la primera estación de metro que se inauguró a comienzos del siglo XX. El concierto llevó el título de ‘The University’s Summer Season’ y múltiples grupos de profesores procedentes de todas partes del país se acercaron a ofrecer sus melodías en este mega-concierto. Sin embargo, la noche antes, y por razones que aún se desconocen, alguien decidió que un acontecimiento tan importante nunca debía tener lugar. Y ahí cambió la historia. Amanecía una mañana veraniega en la ciudad de Madrid, y todos los aficionados rockeros se acercaban con sus libros que contenían canciones con el saber universitario en diferentes materias, cuando de repente todo el mundo observó desalentado el desastre que había ocurrido. Había una pancarta escrita en letras de demoníaco color negro que rezaba: “hemos visto vuestro futuro. En él hay fracaso e ignorancia”. Al ver esto, todos huyeron despavoridos del lugar habilitado para el concierto, de manera que cuando los ilusos profesores subieron al escenario a tocar, vieron que no quedaba nadie. Los Rock & Roll Stars, como hacían llamarse, habían fracasado por primera y última vez en su breve historia de existencia.
Las melodías, las canciones, las partituras, los conocimientos... todo, todo se perdió en un mar de olvido. Ya nadie responde que sí a la pregunta “¿Recuerdas la mañana del 18 de Junio de 1983?” porque el shock fue demasiado fuerte. La medianoche del día siguiente los profesores, antaño ilusionados con proyectos educativos que enganchaban a los jóvenes, se conjuraron para borrar todas las huellas que quedaran de la que había sido una de las páginas más gloriosas del Rock & Roll. Una famosa discográfica propuso editar un disco, pero nadie accedió y la discográfica estuvo rozando la bancarrota por ello. Y desde entonces, los profesores no encontraron otro método que enganchara a sus alumnos, por lo que éstos se hallan perdidos en un mar de ignorancia.
Así es la historia, y así os la he contado. Verdad, o mentira, pero está ahí escrita y lo cierto es que la habéis leído. Ahora id y difundid lo que sabéis, confiando en que vuestras palabras no caigan en saco roto y tan bonitos acontecimientos vuelvan a repetirse algún día :D
Recientes investigaciones (de peligroso procedimiento y de dudoso resultado) parecen haber dado con la solución al problema que muchos nos encontramos en el profesorado universitario. ¿He dicho solución? No, perdón, quería decir causa.
Exacto, si echamos la vista atrás... sólo un poco, un poco la vista atrás... corrían los locos, locos años 80 de la ‘movida’ en España. ¿Recordáis? Evidentemente no, porque muchos de la generación del 87 no nacimos precisamente hasta ese año, 1987, y nos perdimos gran parte de una década que marcó nuestro destino como universitarios. En esa década tuvo lugar el auge de un nuevo estilo de profesores de universidad. Los rockeros de woodstock inspiraron a toda una generación de jóvenes que se encontraban con aspiración a sus veinti-tantos y deseaban transmitir sus conocimientos a futuras promesas del mundo laboral. No obstante, en una era llena de luz y color, con canciones que gritaban libertad y pantalones de campana que daban aire juvenil, no todo era así de bonito. De entre los ilusionados (por aquel entonces) profesores y sus enfervorecidos seguidores, había quienes estaban dispuestos a dar por finalizada esa época de paz, alegría y... clases útiles.
El 17 de junio de 1983 tuvo lugar nuestro woodstock, la reunión más importante de todos los rockeros de España, en un lugar desconocido para muchos: la vieja Madrid city, cerca de la primera estación de metro que se inauguró a comienzos del siglo XX. El concierto llevó el título de ‘The University’s Summer Season’ y múltiples grupos de profesores procedentes de todas partes del país se acercaron a ofrecer sus melodías en este mega-concierto. Sin embargo, la noche antes, y por razones que aún se desconocen, alguien decidió que un acontecimiento tan importante nunca debía tener lugar. Y ahí cambió la historia. Amanecía una mañana veraniega en la ciudad de Madrid, y todos los aficionados rockeros se acercaban con sus libros que contenían canciones con el saber universitario en diferentes materias, cuando de repente todo el mundo observó desalentado el desastre que había ocurrido. Había una pancarta escrita en letras de demoníaco color negro que rezaba: “hemos visto vuestro futuro. En él hay fracaso e ignorancia”. Al ver esto, todos huyeron despavoridos del lugar habilitado para el concierto, de manera que cuando los ilusos profesores subieron al escenario a tocar, vieron que no quedaba nadie. Los Rock & Roll Stars, como hacían llamarse, habían fracasado por primera y última vez en su breve historia de existencia.
Las melodías, las canciones, las partituras, los conocimientos... todo, todo se perdió en un mar de olvido. Ya nadie responde que sí a la pregunta “¿Recuerdas la mañana del 18 de Junio de 1983?” porque el shock fue demasiado fuerte. La medianoche del día siguiente los profesores, antaño ilusionados con proyectos educativos que enganchaban a los jóvenes, se conjuraron para borrar todas las huellas que quedaran de la que había sido una de las páginas más gloriosas del Rock & Roll. Una famosa discográfica propuso editar un disco, pero nadie accedió y la discográfica estuvo rozando la bancarrota por ello. Y desde entonces, los profesores no encontraron otro método que enganchara a sus alumnos, por lo que éstos se hallan perdidos en un mar de ignorancia.
Así es la historia, y así os la he contado. Verdad, o mentira, pero está ahí escrita y lo cierto es que la habéis leído. Ahora id y difundid lo que sabéis, confiando en que vuestras palabras no caigan en saco roto y tan bonitos acontecimientos vuelvan a repetirse algún día :D
PD: muchos espías Bothan murieron para conseguir esta información. No tiene gracia
¿"muchos de la generación del 87 no nacimos precisamente hasta ese año, 1987"? ¡Naceríamos todos, tolay! ¡Desprestigias el buen nombre de mi patrocinio!
ResponderEliminarY aparte, tío... ¿Qué estás fumando?
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