21 de septiembre de 2009

1. San Mateo. El día de mi independencia. 21 de septiembre

“A lo mejor sólo son ciclos, que empiezan, y como todo lo demás, terminan. Tal vez se trate de dar pasos superando barreras cíclicas que en distinta dimensión y en distinto contexto se repetirán a lo largo de la vida.

No lo sé.

Lo que sí tengo por seguro es que después de todo empiezan a entrarme unas ganas de ir a hacerme ese máster de Periodismo a Ginebra que no te haces a la idea, Juan. Y llevo toda mi vida con unas ganas de echarme a correr... tan sólo atenuadas por breves –pero intensos- momentos de felicidad que escondían ese deseo que he guardado en lo más hondo de mi corazón durante años.

Estoy cansada de luchar siempre por lo mismo, agotada de buscarle un sentido a lo que hace todo el mundo aquí. Y ayer... ayer la gota colmó el vaso y no estallé en forma de rabia, gritos o enfado. Estallé en forma de oscuro pero sincero resentimiento. Exploté como una silenciosa estrella que nace en la profundidad del espacio y escapa a los ojos de esos astrónomos que creen haberlo descubierto todo. Y mis ojos se llenaron de lágrimas, por la mentira, el engaño, por todo.”

- Pero aun así estarás contenta de todo lo que has vivido, ¿no? Al fin y al cabo no te ha ido mal del todo en estos años...

- Lo sé, lo sé, pero ya ha sido suficiente. Creo que ya no me quedan ganas y necesito seguir adelante en esta desenfrenada carrera que es la vida...

“El atardecer es precioso aquí, pero está lleno de momentos estropeados. Tengo ganas de ver un amanecer que me invite a caminar con ilusión cada mañana.

Hoy sin duda, es el día de mi independencia”

Independence day – Bruce Springsteen

Bien papi, vete a la cama ahora, es tarde

Nada que podamos decir cambiará nada ahora

Saldré por la mañana de la puerta de St Mary

No cambiaríamos esto aunque pudiéramos de algún modo

Porque la oscuridad de esta casa guarda lo mejor de nosotros

La oscuridad de este pueblo también nos posee

Nadie puede pararme ahora y tú no puedes pararme ahora

No me harán a mí lo que he visto que te hicieron

Así que di adiós, es el Día de la Independencia

Es el Día de la Independencia

Simplemente di adiós, es el Día de la Independencia

Este momento es el Día de la Independencia

No sé qué es lo que pasó siempre con nosotros

Escribimos las palabras y, oh sí, dibujamos las líneas

Era imposible que esta casa nos aguantara a los dos

Creo que éramos iguales

Bien, di adiós, es el Día de la Independencia

Todos los chicos deben huir, es el Día de la Independencia

Así que di adiós, es el Día de la Independencia

Los hombres deben seguir su camino, es el Día de la Independencia

Ahora las habitaciones están vacías en el Frankie’s

Y la autopista que ella abandonó en el Punto Breaker

Mucha gente se va del pueblo

Dejan sus casas, sus amigos

En la noche, acompañados solo de la oscuridad y la polvorienta autopista

Bien papi, vete a la cama ahora, es tarde

Nada de lo que digamos ahora cambiará el resto

Porque mucha gente distinta viene aquí ahora

Y ven las cosas de otra manera

Y pronto todo lo que sabemos se habrá olvidado

Así que di adiós, es el Día de la Independencia

Papi, sé las cosas que querías y que no podías decir

¿Podrás decir adiós? Es el Día de la Independencia

Yo te juro que nunca quise distanciarme de esas cosas.

1 comentario:

  1. Detener el tiempo... querría detener el tiempo. Eso pareció que había sucedido ayer. Que el tiempo no había pasado.
    Es bueno esforzarse por las personas. Si hace algunos meses no hubiese hecho por recuperar el contacto con Dorcas hubiese sido imposible que este reencuentro hubiese tenido lugar.
    Vuelvo a Madrid contento. No sé si feliz, pero ayer de nuevo recuperé ese hormigueo, o de alguna manera lo potencié.
    Empezó en Castellón, ha seguido en Oviedo el fin de semana pasado. Y no sé si culmina con esta visita relámpago a Valencia.
    Tengo mcuho que aprender de lo que me ha sucedido estos años atrás. Con Maite el viernes lo reconocía, al fin, de viva voz. Parece que soy el único que trabaja, el único que se cansa, el único al que tienen que prestar atención.
    Tanto que ni yo mismo he hecho por cuidarme, nada, ni siquiera hacer por valorar las cosas que me han ido sucediendo. Es una suerte de túnel, es verdad, en el que había entrado yo solito.
    Hay momentos en los que uno siente que puede cambiar su vida, que dispone de la suficiente fuerza interior para vencer el miedo, y creo , de nuevo, que este es mi momento, para conmigo y para con los demás.
    Sólo cuidando la vida puedo llegar a valorarla y debo mantener bien firme esta idea como eje central de mi día a día. Ayer sentí revivir, de nuevo, sentí que no existen casualidades, y que la vida pone a nuestra disposición una cantidad impagable de momentos y personas que hacen que esto valga la pena ser contado, con sus altibajos.
    Ayer volví a un tiempo en el que también cometía errores, también me dejaba llevar, pero hacía mucho más caso del corazón.
    Sentí que no todo mi pasado es un saco roto, sino que está ahí y muchas veces pide paso.
    La complicidad es clave en cualquier relación, y la química, como el respeto; estando sólo 10 minutos con Dorcas habría valido para darme cuenta de que fue mucho más trascendente que un mero encuentro de verano, y la prueba está en que ella ha subsistido a todos mis avatares, que el cariño que siento es positivo y no destructivo.... que acepto su vida, aunque no me quede más remedio, habida cuenta de cómo estamos situados... cada uno en un extremo del mundo.
    Viena cambió mi vida y no fue una casualidad.
    Ella cambia mi vida de continuo. Y me siento muy afortunado por tenerla en mi vida, de uno u otro modo.
    ESto debe servirme para hacerme consciente de que sí puedo tomar mi vida en mis manos, de que sí puedo ser mucho más cuidadoso con los que tengo alrededor, de lo que lo he sido hasta ahora.
    Y es ahí donde puedo obrar "milagros", y donde mi vida ha de hacerse plena.
    Por eso necesito cambiar, porque hubo un tiempo en el que, pese al desorden, a los sinsabores y los miedos, miraba al cielo y me sentía en paz.
    Y empiezo a recuperar esa capacidad, esa actitud. Pero retomarla no es lo difícil.
    El cambio interno que requería hace algunas semanas se está produciendo pero no quiero pensar que ya está todo hecho, porque aún queda mucho por recorrer.
    No me siento incómodo con los que me rodean en el trabajo... una vez hablado con Alvarito no me siento incómodo en ese sentido. El salto que quiero dar es, tal vez, mucho mayor del que podía pensar inicialmente. ¿Por qué no emprender una aventura de verdad?...

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