Escucha a tu pueblo, Presidente

Allí, en la calle, junto a la gente de a pie, junto a ciudadanos normales y corrientes.  Allí es donde muchos te convirtieron en la esperanza de un cambio para España.

Allí es donde late el corazón de una nación que a los pocos días de gobernar consideraste discutida y discutible.

Allí están los familiares de los fallecidos en las guerras donde nuestras tropas cumplen con su misión, a quienes recibes con una falsa sonrisa pintada en el rostro; los ciudadanos normales y corrientes viudos por desgraciados accidentes, recibidos por la falsa sonrisa que tú y todo vuestro partido mostráis incluso cuando tenéis que dar el pésame; los parados que tú consideras “trabajadores al servicio del país”, y que son contados y recontados entre millones cuando salen las estadísticas… con una sonrisa y una falsa resignación; los familiares de las víctimas de lo que un día consideraste un “accidente” del terrorismo independentista vasco; allí está toda esa gente…

Tu gente. A la que has dejado tirada entre tanta mediocridad, tanto relativismo, tanta puesta en duda y tanta inutilidad. Gente a la que has dado la espalda…

Gente que grita desde todos los rincones, señor Presidente. Sin insultos, sin violencia, tan sólo con gritos. Nadie le llamó “asesino” ayer, señor Presidente. Nadie le llamó “terrorista” ayer, señor Presidente.

Esa nación, que ayer olvidó la necesidad de respetar a los caídos que dieron su sangre por levantar y sostener lo que tú has considerado desde siempre como algo “discutido y discutible”, le grita desde las calles cosas que ya no puedes asociar a la extrema derecha, señor Presidente. No es la extrema derecha buscando una reedición de la guerra más triste que tuvimos que sufrir la que se lo dice. Es su propia nación la que se lo pide. No es la extrema derecha insultando. Es el corazón de una España cansada de su no-saber-hacer la que grita.

Escucha a tu pueblo, señor Presidente. Tu nación habla incluso cuando debe respetar el silencio por sus caídos. Y lo hace con un grito unánime.

España quiere que se vaya, que dimita, que nos deje en paz de una vez por todas.

Entre gritos y convulsiones llegaste a ser Presidente.

Y entre gritos de dimisión, sólo eso, gritos, dejarás de serlo.

-------------------------------------------------------….------------------------------------------------------------

P.D: creo que los abucheos a Zapatero que se produjeron, en concreto, durante la parada militar que tiene lugar antes del Desfile del Día de la Hispanidad para homenajear a los caídos por España, son una falta de respeto tanto para los que dieron su vida por España como para sus familiares y conocidos.

Sin embargo, creo también que un Presidente que ha considerado España como algo “discutido y discutible” no pinta nada en un acto de este tipo.