El viaje a Turín

Hoy he llegado a Turín. 

Salí desde Ranón a las cuatro menos veinticinco de la tarde, hice escala en Madrid (ocasión para ver por primera vez la Terminal 4 de Barajas) desde las cinco menos veinte que aterricé hasta las ocho y media; llegué a Turín (si no recuerdo mal con la borrachera del viaje) a las once menos veinte, y a las once y cuarto entraba por la puerta del hotel.

La verdad es que lo que más me ha preocupado durante el viaje ha sido que todo mi equipo fotográfico e informático iba en la maleta y me preguntaba constantemente si habría metido en ella todo lo necesario. Al llegar al hotel, me he enterado de que la expedición del DKV Joventut no está cerca, más bien todo lo contrario... mañana, miércoles, me desplazaré hasta donde la plantilla badalonesa está alojada para ver si puedo tener un ratito de reunión con Aíto. De los otros equipos españoles que disputan esta fase final, Pamesa Valencia y Akasvayu Girona, no tengo información; si mañana consigo enterarme igual busco un hueco para ir a verles a ellos también.

A ver si me acostumbro pronto a Italia. De momento he visto muy poquito y además de noche y lloviendo. Lo de no haber salido nunca de España creo que me impide estar relajado a estas horas de la noche (son las once y media) y tengo miedo de perderme mañana o ¡quién sabe! no llegar a tiempo el jueves para los partidos de cuartos de final.

Un saludo a todos. Mañana, miércoles, os contaré cosas curiosas de esta ciudad italiana, Turín, y del Pabellón, el Palavela, donde se va a disputar la Final a Ocho de la Copa Uleb.

Arrivederci!