11 de noviembre de 2009

Berlín, 20 años después

Estos días se cumple el 20º aniversario de la caída del Muro de Berlín, la barrera que separaba el mundo occidental del mundo soviético. Una barrera que separó durante mucho tiempo lo que fue el mundo libre de un mundo en el que el espionaje, la manipulación y la represión estaban a la orden del día (Imagen de EFE/Wolfgang Ratty)

Me llegó al e-mail una carta con motivo de este aniversario, que también ha tenido sus ecos en distintos periódicos. Tampoco algunas autoridades políticas han dejado pasar estas fechas sin hacer alguna declaración al respecto, en algunos retratándose (como es el caso de ZP, que iguala el Muro de Berlín con la etapa del Franquismo en España; o de la joven militante del partido Comunista, que insiste en que el comunismo no debe pedir perdón por nada) La copio íntegramente aquí a petición del propio remitente.

Una vez más, gracias por tu colaboración, Pablo:

20 años después

Han pasado 20 años. En aquel frío final de la década de 1980 tuvieron lugar innumerables acontecimientos históricos cuya relevancia, en aquel momento, yo no alcanzaba a comprender. No sería más que con el paso de los años, y a base de estudio, y lectura interesada, cuando fui capaz de asimilar la dimensión de una tragedia como la que concluyó el 9 de noviembre de 1989 en Berlín.

La Historia es una ciencia muy bella y bien haríamos todos en estudiar en profundidad todo cuanto ha sucedido en el pasado, puesto que, a pesar de que como bien apunta Herrman Terchst, por mucho que intentemos evitar lo peor, en ocasiones sucede, es bueno comprender qué elementos nos han llevado a una situación dramática para intentar no repetir el camino.

El siglo XX fue, a nivel histórico, una sucesión de enfrentamientos mayúsculos, una secuencia de guerras, de conflictos cuya dimensión y consecuencias nunca se habían observado... o al menos, no se habían vivido a una escala tan global (La marcha de Napoleón sobre Europa bien podría equipararse, con todos los matices en términos políticos y sociales, con la BlitzKrieg desarrollada por el ejército de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial). Y el siglo XX supuso también la aparición de una serie de regímenes totalitarios que el propio devenir de los tiempos se ha encargado de destrozar (aunque todavía queda trabajo por hacer: léase Cuba, Corea del Norte o Venezuela, entre otros). Eso, y en contra de lo que muchos politicastros venidos a menos intenten vendernos, el deseo de las personas de vivir en libertad, de poder elegir, de poder opinar y de poder criticar.

No quiero convertir estas líneas en un homenaje vacío a las víctimas del Muro de Berlín. Para darle contenido podría hablar de muchas cosas, podría hasta ponerle música (ese maravilloso Wind of Change de Scorpions), pero creo que lo más contundente es trasladar la caída del Muro de Berlín a la situación de la sociedad actual, en España.

Para empezar (y adoptaré un lenguaje más vulgar) porque ese personaje que preside el peor gobierno de cuantos ha tenido nuestro país, Zapatero, ha tenido la osadía de afirmar, en público y sin ningún rubor (la ignorancia es muy atrevida) que la caída del Muro de Berlín fue un proceso pacífico (conviene consultar alguna que otra estadística y leer cualquiera de los informes que los medios han publicado este fin de semana para hacernos conscientes de que pacífico no fue, ni mucho menos, el proceso que condujo a la caída del Muro).

Para seguir, porque en los estados comunistas existía represión policial, espionaje y se combatía la crítica al gobierno con propaganda política. Hoy en España no existe (todavía) represión policial (aunque estamos sumidos en un Estado recaudatorio-confiscatorio en el que los únicos que no pagan, paradójicamente, son los responsables de su funcionamiento: hemos conocido recientemente que todos los miembros del Gobierno son pobres), pero sí existe un potencial espionaje (SITEL) y la crítica al gobierno, aunque todavía no está prohibida, siempre es calificada de injusta por la infravalorada Fdez. de la Vega. Adicionalmente, la propaganda al servicio del gobierno está a la orden del día y la manipulación de las hemerotecas es un hecho (baste comprobar lo que ha sucedido con las afirmaciones de ZP con respecto a la crisis/no crisis).

Recomiendo a tal efecto la lectura de 1984, de Orwell, con el objetivo de constatar que, efectivamente en nuestro país existe una manipulación del pasado con el objetivo de liberar de cargos a los políticos.
La caída del Muro de Berlín, sin embargo, no es un acontecimiento que se pueda falsear (y quiero pensar que Zapatero es ignorante y no un mentiroso compulsivo) porque, desgraciadamente para los retro progres que ocupan el gobierno y sus satélites, existen internet y también libros, ¡¡muchos libros!!, y afortunadamente para nosotros, la información es abundante y coincidente: el estado soviético asesinó a todo aquel que intentó huir y cercenó la libertad del ser humano. Hasta el punto no sólo de impedir su movimiento, sino también de hacer inhabitable su propia patria.

Ese es un delito que, si no ponemos remedio, no tardará en repetirse en España. Hace 20 años, el pueblo fue capaz de derribar el Telón de Acero. Hoy es preciso rendir, igual que hacemos con las víctimas del 11 de marzo, un sentido homenaje a todos los que hicieron posible que el cambio tuviera lugar, a todos los que arriesgaron su vida, a todos los que la perdieron, y a todos los que no se conformaron con una vida gris y carente de libertad, pero subvencionada.

Madrid, 9 de noviembre de 2009

2 comentarios:

  1. No me ha dado tiempo a leer la carta pero lo haré. De momento solo decir a lo dicho por Zapatero que ha demostrado todo con esa comparación, y por todo me refiero a su ignorancia. Comparar esas dos cosas no es posible... mas que nada que son cosas distintas

    Saludos

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  2. Zapatero sí se ha lucido. Además, olvidó decir que él copia entusiastamente muchas cosas de la extinta RDA: Educación para la Ciudadanía (Staatsbürgerkunde), que curiosamente educaba también en materia sexual igual que hacen ahora, y Sitel, es espionaje omnipresente de la Stasi. No es que hubiera muro en España, que no lo hubo (qué memeces dice este hombre), sino es ZP quien intenta levantar muros, entre otras con la historia de su abuelo agente doble de la guerra civil.
    ZP ha demostrado una vez más que no sólo no sabe idiomas, sino que tampoco sabe nada de la historia, pues es incapaz de ver cada cosa en su contexto y la realidad de unos y otros países, no comparable.

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