14 de noviembre de 2009

¡Esto es un caos!

Hoy, damas y caballeros, voy a hablarles de un tema del que no habrán escuchado nada estos días. Un tema nuevo, radicalmente innovador, una sorpresa dentro de la variada temática del blog. Toda una novedad, eso es lo que se disponen a leer en las próximas líneas. Todo ello desde la entrañable Cangas del Narcea, en la que he sido acogido este fin de semana.

Y es que la situación actual es una auténtica olla a presión. Pero no se trata de una olla puesta con un fin determinado; todo lo contrario, lo que tenemos en el fuego de nuestra cocina es un maremágnum de ingredientes, a cada cual más venenoso, mezclados de cualquier manera dentro del recipiente.

La situación política es un verdadero desmadre, un desorden sin posibilidad real de remediarse en un plazo razonable. No somos conscientes del daño que le está haciendo a la Administración Pública el hecho de tener 17 Administraciones Autonómicas defendiendo sus respectivos intereses. Qué difícil es que uno salga de la crisis; pero mucho más difícil es que 17 se pongan de acuerdo para ello.

El caso del Alakrana es el enésimo ejemplo de cómo la política exterior del Gobierno de Zapatero es una mentira. Las declaraciones de las familias de los tripulantes del barco secuestrado deberían bastar para elevar la voz ante la vergonzosa actuación de nuestro Gobierno, que se ha mostrado incapaz en los últimos días de afrontar la situación; "que el Gobierno de Somalia arregle pronto el problema" no es una forma de afrontarlo (Esperar a que escampe no es manera afrontar un chaparrón)

Las voces que reclamaban una cierta coherencia entre el lema que llevó a Zapatero al poder (junto con la sangre de 192 inocentes por el camino) y la actuación posterior (seguimos en Afganistán) han tardado muy poco en acallarse y convertirse en meros ecos. No sobramos en Afganistán, pues estamos allí para defender la libertad y los derechos humanos, estamos en guerra defendiendo lo que el mundo debería ser; pero estamos en guerra, ¿no era éste el Gobierno de la paz?
La política educativa es un completo fracaso. El dinero se invierte en ordenadores para los niños de quinto de primaria, aquí paz y después gloria y si te he visto no me acuerdo. Que aprendan a teclear, lo demás no importa; perdón, sí que importa: que aprendan a teclear y que aprendan gallego, vasco, catalán, valenciano, y un laaaaaargo etcétera, eso es lo importante.

De terrorismo no me queda mucho por decir que no dijera ya en entradas antiguas del blog. Hubo un tiempo en el que Zapatero negoció con ETA sin el respaldo de los ciudadanos (y no pasó nada); llevó la negociación a nivel europeo (y no pasó nada) olvidó ilegalizar partidos terroristas (y no pasó nada). Después vinieron los pasitos hacia atrás, las rectificaciones y las ilegalizaciones (algunas a destiempo, pero no pasó nada). Ahora Estrasburgo se pronuncia sobre la Ley de Partidos, confirmando que es posible aplicarla a Acción Nacionalista Vasca (y no pasa nada).

Tenemos un Gobierno que no gobierna un país en cuyo panorma político no hay ni un ápice de oposición. El Partido Popular se pudre por dentro, y cuando no se pudría hace tres o cuatro años nunca llegó a ejercer una oposición real (entre los que no querían ejercerla y los que no le dejaban, por qué no decirlo); Unión, Progreso y Democracia hace mucho tiempo que no aparece en el panorama informativo. Los discursos de Rosa Díez, con mucha intención por cierto (reclamando la igualdad lingüística sin ir más lejos), se han convertido en polvo olvidado. Y los demás... los demás son más ingredientes de este peligroso plato que están en continuos tiras y aflojas que no ayudan en nada a resolver la situación.

El Estado funciona deliberadamente lento y mal en temas de terrorismo, la política económica nacional se estrella contra el muro de la intransigencia autonómica, la educación sigue de cabeza y cuesta abajo, nuestra actuación en el exterior es de dudosa coherencia y la única buena noticia la trae la inexistencia de oposición: señoras y señores, el único consuelo que tenemos es que somos plenamente libres y nuestras ideas no se hallan ligadas a la ideología de ningún partido. ¡Ojo! Y lo único que he hecho ha sido escribir de lo que se ve en un primer vistazo a cualquier periódico. Si me llego a meter en temas de corrupción política, entonces llegamos a las uvas de 2012... ¿seguiríamos en crisis o ya habríamos salido?

1 comentario:

  1. Dos cosas

    Cuando hablas de la política exterior y la calificas de dudosa coherencia creo que sobra lo de dudosa xD

    Y si, esta es la realidad española hoy en día. El problema está en que normalmente, debido a los medios de comunicación que tenemos, solo se centran en algunas, curiosamente las que interesan a ellos sacar.

    Saludos

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