Ya tenemos completada la primera de las semifinales de la Copa del Rey. WFC Barcelona - DKV Joventut. La otra semifinal saldrá de los enfrentamientos de mañana de Real Madrid - Gran Canaria GD, y TAU Vitoria - Caja San Fernando, respectivamente.
¡Y vaya, vaya partidazo el primero de hoy! Qué voy a decir que no se pueda leer en acb.com o en cualquier otra página de baloncesto. Fue un partido bastante feo por ambas partes, cargado de errores. Comenzó con dominio absoluto del Girona, que abrió el marcador con un 14-5 que hacía asaltar dudas en el cuadro de Badalona. Sin embargo, la salida a pista del joven Ricky Rubio dio aire a la Penya, que con un parcial 0-7 dejó el marcador 14-12. Y estas tres líneas que acabo de escribir, resumen perfectamente lo que fue el resto del partido hasta el minuto 38: escapada gerundense, resistida por la Penya (muy errática en el tiro de 3 ¡7 de 30 intentos!).
El marcador al descanso era de 39-37. Escasa ventaja para el Akasvayu, quien había llegado a dominar el encuentro por más de diez puntos, hasta ese instante. Y la segunda parte se saldó con nuevos vendavales gerundenses, respondidos con un Joventut que, cuando no podía sacar calidad en juego, recurrió a la épica y al corazón para seguir en el partido. Ricky clavó en defensa, Archibald fue la clave que mantuvo a los verdinegros en el partido en los últimos instantes, Lubos Barton parecía que no había hecho nada cuando en realidad metió sus 13 puntitos que no le vienen nada mal a su equipo... Y Paco Vázquez con el triple que puso 73-71 en el marcador a falta de dos minutos y que cambió el rumbo del partido. Rudy haciendo importantísimos trabajos de ayuda, y poniendo la guinda espectacular (esos dos alley hoops... ¡ponen los pelos de punta!).
Faltaban ya catorce segundos (¡!) para el final del encuentro. El Girona dominaba, cómo no pues así lo hizo durante 38 minutos, por 75-71. La posesión era para el Joventut. Y entonces Marcelinho Huertas, la sorpresa de Aíto sacándolo en el minuto 37, jugó la que parecía ser la última bola del partido, entrando a canasta y forzando personal. "Ha jugado mal, tenía que haber tirado un triple" fueron mis palabras, pero estaba equivocado; tenía dos tiros libres, y los convirtió. Faltaban 10 segundos para acabar, el Akasvayu tenía posesión pero... ¡se le resbaló el balón! Y Huertas hizo posible y creíble lo imposible e increíble. Había prórroga y el Girona había recibido un golpe psicológico importantísimo, después de ir ganando todo el partido... Pero no fueron capaces de rematar en todas las oportunidades que tuvieron, y lo pagaron muy, muy caro, pues de todos es conocida la faceta del Joventut de estos últimos dos años, aficionado a decidir partidos en el último suspiro (contra Unicaja con Rudy volando en el Carpena, contra Maccabi desesperando a los israelitas, hoy contra Girona con Huertas anotando los cuatro puntos más importantes de su temporada...).
Y ya en la prórroga, el DKV Joventut fue el equipo que es, después de un partido muy renqueante, no volvió a ir por detrás en el marcador. Un balón de Huertas que Rudy recogió del cielo para machacar el aro gerundense y poner el 76-79 favorable a los badaloneses, dos tiros de Gaines (el saltarín y entregado jugador americano), llevarón el ímpetu de lado verdinegro, y con 82-84, tras una mala jugada del Joventut, Marinovic falló el último triple y el partido terminó con euforia y sorpresa, para Badalona y Girona respectivamente. Y, tres años después de lograrlo en Sevilla, el Joventut vuelve a las semifinales de la Copa del Rey, y se enfrentará al eterno rival, el FC Barcelona.
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