21 de febrero de 2007

Vendetta

Bueno, bien podría decir que este apartado no debería aparecer hoy sino más bien otro día para el que lo quería preparar; pero suele decirse que un escrito tiene un contexto temporal, sin el cual puede perder su sentido y por lo tanto sería absurdo escribirlo aquí. Así pues, saltándome el guión que tenía preparado, escribiré una de las páginas más... no sé cómo describirla, ¿triste? ¿vengativa?, en cualquier caso, reflejo inequívoco de mis sentimientos ante uno de los juicios más importantes de la historia de nuestro país.

Decía el sacerdote en su homilía del domingo que los hombres no deben juzgarse entre sí, porque es Dios quien, al final, nos juzgará. Sin embargo, añadía, los actos que realizamos no tienen por qué permanecer ajenos a nuestros juicios, esto es, y citando aunque no textualmente el ejemplo que puso: cuando le damos un azote a un niño no lo hacemos (o en tal caso, no lo deberíamos hacer) por castigarle por ser tal, sino para educar y hacerle entender que lo que ha hecho está mal, de la misma forma que le damos un premio cuando lo que ha hecho lo merece. Por eso, los juicios a los criminales sí caben dentro de la concepción cristiana del mundo, y además, también entran dentro de la concepción moral del mundo; especialmente llamativo me resultó oírle decir “sus actos pueden ser juzgados, pero aun así, estando en la cárcel pagando por lo que han hecho, merecen ser tratados como personas” frase con la que estoy totalmente de acuerdo.

Dicha ya la introducción, resaltaré además que el día 11 de marzo de hace casi tres años sentí una sensación que jamás hasta ese momento había experimentado. Era una mezcla entre el miedo, el asombro, la incredulidad ante la imagen de los trenes, y el deseo, el profundo y sincero deseo, de que los que habían hecho semejante barbaridad pagaran por lo que habían hecho. Luego a esos sentimientos se sumó el asco que me dieron aquellos que osaron situar a la banda terrorista ETA en un plano de inocencia que, aun en el supuesto de no ser responsable de estos atentados, NO SE MERECE bajo ningún concepto. Por todo ello pasaban por mi cabeza ideas, muchas ideas y pensamientos, reflexiones que plasmé en folios que aún guardo y de los que recordaré una frase: “[...] No puede haber excusa. Quien lo haya hecho no merece vivir en paz, sea de ETA o de cualquier otra banda [...]”

Así llegamos a los días que ocupan mi artículo, durante los cuales arranca el Juicio por los atentados del 11-M. ¿Qué es lo que deseo? ¿Qué espero de estos juicios? ¿Qué es lo que me empuja a estar lo más informado posible? Deseo la verdad sobre los susodichos atentados, una verdad que desde aquel día por uno u otro motivo se nos negó a unos ciudadanos españoles que, como víctimas potenciales, nos merecemos. Espero que se encuentre a los culpables, pero a los de verdad, no a unos que pasaban por casualidad delante de la policía; espero que quien lo haya hecho, me da igual que se descubra mañana que dentro de cuatro años, pague justamente por sus actos; espero que ese pago no admita ni tolere ni consienta rebaja alguna de penas, y además, espero que no contemple la posibilidad de reconocer “buena conducta” en los condenados. Me empuja a leer, escuchar y ver información el hecho que ya nombré arriba de que como ciudadano español se me privó de la verdad sobre un “acontecimiento” desolador, hacia el que un sector del país muestra vergonzosa indiferencia y sobre el cual mucha gente ha frivolizado en exceso; se me privó de la verdad, a mí y al resto de ciudadanos, porque el sumario que redactaron sobre los atentados es, como se ha demostrado recientemente, contradictorio en sus ideas, abstracto en puntos clave (¿qué tipo de explosivo se utilizó? La pregunta del millón), y por lo tanto, carente de información imprescindible para ser mínimamente creíble.

Ese sentimiento de esperar que quien lo haya hecho pague por sus actos choca quizá con mis creencias. Es cierto y no lo niego, porque en mi interior genera bastantes conflictos, puesto que el perdón es básico en la convivencia humana y la venganza no es buena amiga. Sin embargo, y sin ánimo de justificarme, creo que hay maneras y maneras de reivindicar lo que queremos, y si hay alguien que reivindica a base de hacer saltar por los aires coches, trenes, aviones (valga la redundancia) o edificios, llevándose por delante vidas humanas, no podemos, desde mi punto de vista, dejar que los responsables campen a sus anchas por este planeta como si nada hubiera pasado.

Creo que en su momento hubo demasiada facilidad para condenar la guerra de Iraq (hecho absolutamente despreciable, a pesar de la contradicción que genera el hecho de condenar esta guerra sí y otras no) y, por el contrario, existen ciertas reticencias hacia la condena de los actos terroristas. ¿Por qué?

4 comentarios:

  1. A la ultima pregunta: "¿Por qué?". Yo creo que si se condena, de hecho, llevamos 3 años condenando el terrorismo islámico, que hasta la fecha de hoy, son los que se han demostrado (en gran parte) ser los autores del atentado; no un señor que pasaba por delante de la policia como tu dices más arriba...

    A mi ver como un abogado intenta presentar una foto de un detonador que no tiene nada que ver con el juicio me parece bochornoso, para quitarle la licencia, pero lo que si me parece realmente impresentable es leer en la prensa y escuchar a ciertos periodistas defenderlo.

    De hecho, me atrevería a decir que la crispación de la que tanto se queja este sector de la sociedad, no es sino provocada por aquellos a los que leen y escuchan con tanta admiración; y que pese a no tener pruebas a su favor, siguen alentando a sus seguidores con historias de conspiraciones y terrores en la sombra.

    Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario.

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  2. Estoy de acuerdo contigo en que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario... pero no para este caso, porque de hecho me parece una frase un poco oportunista. En el tema de los crímenes existe lo que se llaman antecedentes; no sé si me explico, quiero decir que un lugar, un país en donde una banda terrorista lleva más de 30 años sembrando el terror, lo primero que pensará ante un atentado será que el responsable ha sido el mismo que el de los antecedentes. Por eso creo que, al igual que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, en el tema del 11-M, hasta que alguien venga y me explique detallada y justificadamente cómo ETA no tuvo que ver (pero ni lo más mínimo, ni siquiera para proporcionar planos de Atocha, ni planos de Madrid, ni furgonetas, ni explosivos) con los atentados, yo no dejaré de pensar que algo tuvo que ver con dichos atentados.

    Pero mi punto de vista, el de pensar que ETA sí tuvo algo que ver aunque no fuera la autora material de los atentados, no lo justifico simplemente con lo que he dicho de los antecedentes. Podemos recordar, por ejemplo, la furgoneta hallada por la Guardia Civil en Cañaveras con 500 kilos de explosivos (la cual en su momento fue considerada por algunos como una posible maniobra electoral del Gobierno de aquel entonces) que, por cierto, parece ser que salió en dirección a Madrid el mismo día que la que supuestamente trasladó los explosivos desde Asturias; o también, el intento fallido (del cual ETA era responsable) de atentar contra una Estación de tren de Madrid, la de Chamartín, el día 24 de diciembre de 2003. Lo que ocurre es que cuando se evita algo, parece que es una maniobra política, y no aprendemos hasta que nos despertamos con el estruendo de la desgracia ante nuestros ojos. Por esta razón no estuve de acuerdo con quien dijo que el zulo hallado por las Fuerzas de Seguridad podía ser un montaje de similares características.

    Además, las teorías conspirativas no se reducen a una parte de la opinión política de España. Tenemos un Gobierno que llegó adonde está, en parte, por aquello de "España no se merece un Gobierno que mienta"; ¿quiénes fueron, durante aquellos fatídicos días, los que parecían tener tan claro que ETA no tenía nada que ver con los atentados? ¿Por qué lo tenían tan claro desde el principio? Y lo peor de todo, ¿por qué les crispa tanto la idea de que ETA pueda estar detrás? Los análisis de los explosivos, pero los análisis recientes, no la tomadura de pelo que nos endiñaron durante la instrucción del sumario, reflejan que SE OCULTARON parte de los mismos. Por ello hay, por un lado, la teoría conspirativa de que ETA está detrás de los atentados del 11-M. y por el otro lado, paralelamente, se insiste en que ETA no tuvo nada que ver y que estos atentados son consecuencia directa del envió de tropas a Iraq.

    ¿No es una prueba que el análisis de los explosivos fuera incorrecto como para pensar que hay alguien a quien no le interesa la verdad? ¿No es motivo de sospecha que un etarra y un miembro del grupo islamista se conocieran, como para pensar en la posible conexión de este grupo con la banda ETA? No dudo de que la gente condene los atentados... pero hubo demasiada facilidad para creer que con una Comisión de Investigación que más pareció una cafetería donde unos a otros se tiraron los trastos a la cabeza, y un Sumario que es incoherente, basta para cerrar la investigación sobre unos atentados sobre los que falta mucho por saber.

    Bueno me he enrollado bastante, lo siento. Sólo me queda aclarar una cosa, que para mí es imprescindible: yo quiero que me digan el explosivo que se utilizó, quién lo colocó en donde estalló, quién lo traslado desde donde proviniera, y quién planeó los atentados. Pero que me lo digan de verdad, tanto si fue ETA como si no, porque el que comete semejante atrocidad... ¿qué más da de qué colectivo proceda? No merecerá ser libre.

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  3. "...hasta que alguien venga y me explique detallada y justificadamente cómo ETA no tuvo que ver..."

    La cuestión es que en un estado supuestamente democrático, no se trata de demostrar la inocencia de los acusados, sino la culpabilidad de lo que se les acusa. Y esto, para bien o para mal, es igual a todos los ciudadanos. No se pueden hacer excepciones, pues nos alejariamos de lo que se consigió 1978.


    "...yo quiero que me digan el explosivo que se utilizó, quién lo colocó en donde estalló, quién lo traslado desde donde proviniera, y quién planeó los atentados... "

    El explosivo que se ha demostrado que se ha usado es GOMA-2 ECO, no TYTADINE. El problema radica en si se duda de la veracidad de las investigaciones de las "fuerzas de seguridad del estado". Pero eso ya, es otra historia.


    "Pero que me lo digan de verdad, tanto si fue ETA como si no, porque el que comete semejante atrocidad... ¿qué más da de qué colectivo proceda? No merecerá ser libre."

    Por supuesto que no. Deberán pagar por sus actos. Pero para eso tenemos un organismo judicial. No una caza de brujas.

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  4. "La cuestión es que en un estado supuestamente democrático, no se trata de demostrar la inocencia de los acusados, sino la culpabilidad de lo que se les acusa."

    Evidentemente, un juicio está para demostrar que el acusado es culpable de los actos de los que se le acusa. Me refiero a que pensaré que ETA tuvo algo que ver hasta que se demuestre que alguien diferente y totalmente ajeno a la banda fue el culpable y el responsable del 11-M. Y además

    No es verdad que el explosivo utilizado fuera GOMA-2 ECO. Las últimas investigaciones de los peritos (cuyos resultados, por cierto, se entregaban hoy en la Audiencia Nacional si no me equivoco) reflejan la presencia (no por contaminación) de DNT (Dinitrotolueno) un componente presente en la GOMA-2 EC pero ausente en la GOMA-2 ECO (las empresas lo eliminaron por ser un componente altamente tóxico).

    El problema del organismo judicial es que, para empezar, en España tenemos serias deficiencias del Código Penal en materia de terrorismo. Además, la efectividad de un Sistema Judicial termina cuando es fácilmente manipulable por los políticos. No vas a estar de acuerdo conmigo, pero "no se pueden hacer excepciones" es una trampa: un asesino que ha cometido crímenes una, otra y otra vez(apartándome del asunto del 11-M) no puede tener, ante la Ley y siempre que se le respete como persona, las mismas condiciones que otros ciudadanos inocentes.

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