12 de mayo de 2009

¿Cuánto de bueno hay en un ideal?

¿Qué es un ideal? No lo sé, no sé definirlo de forma exacta o acertada. Tal vez es lo que hay dentro de la mente de cada persona, sus motivaciones, aspiraciones, inquietudes; lo que la empuja a ser mejor persona...

Muchas veces me han dicho que la tenencia de ideas claras, de criterio propio, de aspiraciones o ideales forma parte de lo que podemos llamar una persona íntegra. ¿Necesariamente buena? Íntegra, sí; buena, creo que no necesariamente.

El otro día volví a ver American History X. Al fin y al cabo, no deja de ser una historia sobre un chico que tiene sus ideales, ¿no?

Los ideales nos acercan a quienes somos nosotros mismos más en esencia. Y esa esencia puede ser buena o mala, pero es. Porque ideales los hay de todas las formas y colores, cada uno con sus aspiraciones y sueños. Hay ideales que hablan de unión, de paz, de libertad, de progreso, de igualdad.

Yo tengo mis ideales. Pero vuelvo a preguntar, ¿me convierte eso, por sí sólo, en una buena persona?

Hitler tenía sus ideales; Stalin, por supuesto; los totalitarismos en general nacen de los ideales de una o varias personas. Los demócratas tienen sus ideales, los anarquistas los suyos...

No, los ideales, por sí solos, no me convierten, ni a mí ni a nadie, en una buena persona.

6 comentarios:

  1. Los ideales como bien dices son muy heterógeneos... y les hay buenos pero también malos... pero lo que creo es que en todo caso siempre se da es que todo el mundo tiene ideales quizá de manera de consciente quizá de manera inconsciente pero todos tenemos unos ideales y una vez que se tienen todos queremos luchar cueste lo que cueste por ellos.

    ¿No creeis?

    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Está claro que tener ideales no te convierte ni en buena ni en mala persona, te convierte en una persona con ideales. Además, todo es relativo y, aunque existen ideales claros, Ghandi luchaba por la paz y Hitler por crear un mundo ario, todo es relativo, en función del prisma con el que miremos a través.
    Lo que yo sí tengo claro, es que las personas que tenemos ideales (o creemos tenerlos) tenemos que luchar por ellos, por conseguirlos y por intentar que nos conviertan en mejores personas.
    besito!

    ResponderEliminar
  3. En realidad todo esto está vinculado como bien decís con el relativismo porque seguramente los ideales de Ghandi para el serían muy legítimos y le formaría como persona... pero es que a Hitler muy posiblemente desde su misma persona pensaría lo mismo...

    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Gracias por vuestros comentarios.

    En realidad esta entrada viene de algunos pensamientos que me vienen a la mente estos días, y ya para rematar me encontré haciendo zapping el domingo con "American History X" (película que me encanta y me hace pensar mucho).

    Y por eso reflexiono sobre el verdadero valor de unos ideales. Supongo que esto se puede relacionar con lo que nos ocurre cuando tenemos sentimientos, ¿no? Sentimientos los hay buenos y malos pero están ahí. Me imagino que con los ideales ocurre lo mismo, están ahí y actúan de imanes para que persigamos aquellos que nosotros tenemos.

    Me hace pensar mucho el tema de la bondad de mis ideales o de los de cualquier persona. Es un poco paranoico pero... está ahí, jeje.

    ¡Gracias por comentar!

    ResponderEliminar
  5. Ya ves Javi_Pichu no hay de que jajaja

    En cuanto a lo que de los sentimientos creo que éstos casi siempre suelen ser incontrolados pero sin embargo un ideal generalmente es más una meta... aunque si que es verdad que también hay buenos y malos, no?

    ResponderEliminar
  6. Puedes considerarte una persona íntegra o consecuente en la medida en la que respetas tus ideales, y ésa es una escala interna.

    Pero para definirte como una persona buena, necesitas de una escala externa... ¿qué criterio utilizas para identificar la bondad?

    Un saludo!
    Adán.

    ResponderEliminar