31 de mayo de 2007

Navarra

He leído hoy en libertaddigital.com un artículo que habla sobre la responsabilidad del partido UPN (socio navarrro del PP) en el resultado de las elecciones que han tenido lugar hace escasos días. Estos resultados, en el lugar que ahora mismo me ocupa, Navarra, han sido los siguientes:

UPN-PP /// 42,2% del escrutinio /// 22 escaños
PSN-PSOE /// 22,4% del escrutinio /// 12 escaños
IU/EBN /// 4,4% del escrutinio /// 2 escaños
CDN /// 4,4% del escrutinio /// 2 escaños
NA-BAI /// 23,7% del escrutinio /// 12 escaños

Es decir, que UPN, el partido gobernante hasta el momento, no tiene mayoría absoluta para seguir gobernando, por lo que es esperable que ceda el cargo a los socialistas, quienes accederán al poder en coalición con alguno de los otros partidos de izquierda y nacionalistas.

¿La culpa es de UPN? No. La culpa es nuestra. Nuestra, quiero decir, de los ciudadanos que no les han votado, a sabiendas de que dar el voto a cualquiera de los otros partidos de la lista anterior puede suponer la cesión del territorio navarro al País Vasco, donde, por cierto, ANV (el partido pseudónimo bajo el cual la mano negra del terrorismo etarra aflora, no lo olvidemos) no ha salido mal parada en las elecciones. ¿Es culpa de los dirigentes de los partidos, el hecho de que la gente prefiera nacionalistas/independentistas vascos o partidos que con ellos se pudieran aliar, antes que votar a un partido de derechas? Yo creo firmemente que no. La culpa es de quien vota, no de quien recibe el voto. Si quienes votamos no sabemos distinguir es ya otra cosa. Pero en democracia, en libertad, nosotros decidimos cada cuatro años lo que queremos. Y tenemos medios suficientes (radios, televisiones, Internet...) para estar informados y saber a quién entregamos nuestro voto.

Así pues, UPN no ha tenido la culpa de lo que ha sucedido en las elecciones navarras ni de lo que a partir de ahora pueda suceder con la misma Navarra; me atrevería a decir que ni siquiera si el Partido Socialista gobierna en coalición con nacionalistas vascos y entrega Navarra al País Vasco tiene responsabilidad alguna sobre este hecho; porque si ellos lo hacen, es porque nosotros, quienes votamos, les hemos elegido.

7 comentarios:

  1. Joder Pichu, aquí, o hay jary o no escribe ni dios!!!!y pa encima hablas de pilítica, cossobre la cual yo no puedo opinar, puesto que no tengo ni idea!!!
    Weno, por lo mejnos te deseo un Buen Día!!un abrazo

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  2. Pues será mejor que no escriba ni Dios a que haya jari no???

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  3. ¿Quién es este anónimo?

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  4. no se si el otro comntario lo djo recibir pero por si acaso te lo digo otra vez

    porfaaa oy mira mi fotolog porfaaaaa

    y firmame!!!!
    vicky

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  5. tranki q cuando te scriba te pondre mi nombre jejejejjejejee. no fui yo.

    oy tenia q ser para vosotrs. sois importantes!!! jejejeje


    vicky

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  6. ¿Cómo que quién es este anónimo? ¿Quién eres tú para coartar el anonimato de los que visiten el blog?
    ¿Estás en contra acaso del programa de protección de testigos, chaval? ¡También son hombres, maldita sea! ¡Los últimos hombres furiosos! ¡Unos cruzados del hombre de a pie!
    Hombres como tú y como yo, que dan su vida por su país, la justicia y el pueblo. En sus ojos se refleja tanto el miedo como en los nuestros propios, pero lo ignoran, lo concentran en una pequeña bolita del tamaño de su boca, recuerdan que ha muerto Mao Tsé-tung, ¡y utilizan su frustrada ira para navegar en contra del viento, en contra de una aterradora marea metafórica que amenaza con arrastrarles a ellos, sus familias y todo aquello que aman al estremecedor abrazo del Olvido!
    No subestimes a un anónimo, amigo mío... Puede que algún día uno te salve la vida, cuando estés cruzando una carretera, arrebatándote del metálico y mortal abrazo de un Seat Panda. Y entonces recordarás mis sabias palabras. Porque el simple hecho de cruzar la carretera ya supone renegar de tu naturaleza de pollo.
    Es más, recordarás algo que ni siquiera has aprendido, puesto que la anámnesis de Platón nos rodea siempre, aún más en estos tiempos furibundos que coartan nuestro verdadero yo. No obstante, y con esto finalizo mi pantagruélica pero al mismo tiempo instructiva perorata, con un viejo adagio que, ya que permanece en estos comentarios diez minutos en el futuro, debió ser comentado aquí, diez minutos en el pasado (la concepción mental del tiempo se vuelve difusa y elástica cuando uno alcanza el clima espiritual adecuado).
    Así, pues, pobres ilusos que tal vez algún día despertéis de vuestro turbio letargo (pero si tal cosa ocurre, no será dentro de diez minutos a partir de ahora, lo he comprobado; mi capacidad podría extenderse más por el continuum espacio-temporal, pero mi respeto por el cosmos y todos los seres vivos me impiden jugar a los dados con las supercuerdas), recordad esta frase, de indudablemente grande sabiduría terapéutica:
    "El pollo puede cruzar la carretera en vano, sólo el Maestro conoce el ruido de su sombra detrás de la pared".
    Con sumo gusto añado tenues gotas más de sabiduría para la señorita de anteriores comentarios. Weil ein Galician fließen kann. Oder es kann verunglücken. Seien Sie Galician, mein Freund.

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