13 de octubre de 2008

Rumbo a la Luna

Anteriormente, en El Blog del Aficionado... hace casi un año que comencé a publicar un resumen de la denominada Carrera Espacial, acontecimiento que durante los años 50 y 60, en el contexto de la Guerra Fría, encaminó los pasos del hombre más allá de sus fronteras y de la atmósfera y le llevó a romper barreras allí donde parecía imposible llegar.

El modo de publicación fue en cómodos fragmentos que dividían en capítulos la información que obtuve a raíz de un documental de la BBC ("La Carrera Espacial") y gracias a diversas páginas web y enciclopedias en casa. No obstante el último capítulo que yo publiqué fue el sexto, justo antes de contar la llegada a la Luna. "La Carrera Espacial" quedó en el olvido por estos lares y no seguí publicando.

No obstante he recuperado el archivo en perfectas condiciones y me dispongo a continuar con la narración, que alcanza su punto culminante con la descripción del alunizaje del Apolo 11 en julio de 1969. Para los que deseen leer los capítulos anteriores dispongo a continuación todos los enlaces:

Y a continuación, presento sin más dilación el que será el séptimo capítulo de esta serie. Recordemos que inmediatamente antes describía la preparación de la misión Apolo 11, cuando en 1969 Estados Unidos había adelantado a la Unión Soviética en los logros espaciales...

Capítulo siete: "El despegue del Saturno V"

clip_image002El 16 de julio de 1969 despegó desde el complejo de Cabo Kennedy el cohete Saturno V, con la misión de poner en órbita la nave Apolo 11. Neil Armstrong era el comandante de la misión; Buzz Aldrin era el piloto del módulo lunar; Michael Collins era el piloto del módulo de mando. Armstrong fue quien bautizó a los dos módulos en los que los tripulantes de la misión Apolo 11 viajarían hasta la Luna: al módulo de mando lo denominó Columbia, y al módulo lunar lo denominó Eagle.

El proceso de impulsión del Apolo mediante el cohete de tipo Saturno constaba de tres etapas: la primera, de cinco motores F-1, la segunda, de cinco motores J-2, y la tercera, de un solo motor; estas etapas consumirían todo su combustible y se desprenderían de la nave cuando se hubiese agotado, para que la siguiente etapa comenzase a funcionar.

El 18 de junio comenzó la carga de queroseno en la primera etapa del Saturno; el 15 de julio, ocho horas antes de la hora marcada para el despegue y para evitar pérdidas de combustible por evaporación, se bombeó oxígeno e hidrógeno líquidos en los tanques de las tres etapas del cohete, a altas presiones y a bajas temperaturas. El día 16 de julio Armstrong, Aldrin y Collins fueron llevados hasta la nave para proceder a su posterior lanzamiento.

El control de la misión estaba repartido entre el Cabo Kennedy y Houston: Cabo Kennedy se encargaría de controlar y verificar que el despegue del Apolo 11 transcurría sin problemas de forma que la misión pudiera continuar con éxito, y una vez que el despegue hubiese tenido lugar, sería Houston quien se encargara de continuar con el control del resto de etapas de la misión.

Así pues, horas antes del lanzamiento en Cabo Kennedy, el ordenador de este complejo realizaba las últimas verificaciones para comprobar que todos los sistemas funcionaban. El director de vuelo verificaba todas las recomendaciones de ese ordenador y consultaba a todos los miembros de su equipo. Comenzaba entonces la secuencia de ignición, que terminaría cuando el Apolo 11 estuviera en órbita, aproximadamente nueve minutos después de despegar.

clip_image00410... 9... 8... 7... 5... 4... 3... 2... 1... 0... ¡IGNICIÓN! En ese momento se encendían los cinco motores de la primera etapa del Saturno V, y los sistemas de refrigeración se encargaban de arrojar varias toneladas de agua sobre la estructura metálica del cohete, para protegerla del calor que se producía durante la ignición. Con la enorme vibración, la escarcha que recubría el cohete por el almacenamiento a bajas temperaturas de oxígeno e hidrógeno líquidos se desprendió (NOTA: por esta razón, si vemos imágenes del lanzamiento de algún cohete, podemos observar cómo saltan fragmentos que parecen ser de hielo mientras el cohete despega). Los cuatro ganchos que retenían el cohete a la plataforma saltaron hacia atrás para dejar libre al Saturno V cuando éste se encontró al 95% de su capacidad de empuje total, y la nave comenzó a elevarse.

La nave había despegado y no se encontraba ningún problema en los sistemas de funcionamiento, por lo que el control de la misión se trasladó a Houston; unos dos minutos y medio después, los cinco motores de la primera etapa agotaron todo su combustible y se desprendieron del cohete, dejando que los cinco motores de la segunda etapa se pusieran en marcha para que el Saturno V siguiera ganando altura cada vez a mayor velocidad. La misión transcurría sin ningún problema.

Nueve minutos después del lanzamiento, los cinco motores de la segunda etapa se separaron de la nave, y se puso en marcha el único motor de la tercera etapa. El cohete volvió a acelerar, hasta que el motor se apagó y los astronautas percibieron la ausencia de gravedad: el Apolo 11 estaba en órbita.

¿Cuál era su situación en este momento? El módulo de mando y el módulo lunar permanecían unidos aún a la tercera etapa del cohete. El Apolo 11 se encontraba en órbita y debía completar dos órbitas alrededor de la Tierra antes de que Houston diese la orden de poner rumbo a la Luna. En esta denominada órbita de aparcamiento, la tripulación debía calibrar los instrumentos y estudiar las lectura de navegación para comprobar que la trayectoria de la nave era la correcta. Desde Houston verificaban la localización del Apolo 11 recibiendo datos de las quince estaciones de rastreo que se encontraban repartidas por todo el planeta.

Una vez que la nave completó su segunda órbita a la Tierra, la tercera etapa del cohete que impulsaba al Apolo 11 se puso de nuevo en marcha para realizar la maniobra de inyección trans-lunar, que no tenía otro objetivo más que el de acelerar gradualmente la nave hasta los 45.000 km/h para que ésta pusiera rumbo a la Luna.

Sin embargo, las maniobras de preparación de los módulos para llegar a la Luna aún no habían terminado. Los astronautas del Apolo 11 ya habían superado dos puntos críticos de la misión: el despegue y la inyección trans-lunar. Ahora debían realizar la tercera parte crítica. El módulo lunar (en adelante LEM) permanecía oculto bajo un carenado troncocónico, entre la tercera etapa del Saturno V y el módulo de mando. Este punto crítico consistía en realizar una maniobra de trasposición, para colocar el LEM delante del módulo de mando y no detrás de él. Por eso, el carenado que protegía al LEM debía fragmentarse en cuatro paneles (que se desprendieron usando pequeños detonadores explosivos similares a los que se usaron para separar las etapas agotadas del Saturno V); el LEM se separó de la tercera etapa del Saturno V, y la tripulación del Apolo 11, mediante propulsores de posición y realizando una complicada maniobra (para la cual sólo había UNA oportunidad sin posibilidad de error) dejó los dos vehículos ensamblados: el LEM delante y el módulo de mando detrás. Una vez finalizada esta tarea, la tercera etapa del Saturno V, ya sin combustible, se desprendió del Apolo 11 para que éste prosiguiera la misión.

Durante los tres días siguientes, el Apolo 11 se dirigió a la Luna mientras los astronautas supervisaban los aparatos de navegación y realizaban las correcciones de rumbo. La atracción ejercida por la Tierra hacía que la nave viajase cada vez con menor velocidad, hasta que el Apolo 11 alcanzó la gravisfera lunar (situada, para que nos entendamos, en la octava parte del recorrido entre la Tierra y la Luna) y comenzó de nuevo a acelerar, impulsado ahora por la gravedad lunar. Recordemos que el Apolo 11 ya había superado tres puntos críticos de la misión: el despegue, la inyección trans-lunar y la maniobra de trasposición.

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Bien, pues una vez que el Apolo 11 inició su aceleración hacia la Luna, la tripulación debía realizar una cuarta tarea crítica: la inserción en órbita lunar (con lo fácil que sería aterrizar en la Luna como quien aparca en el parking de un supermercado, ¿eh?). Esta tarea, también denominada por las siglas LOI, se realizó en la cara oculta de la Luna, lugar donde no era posible la comunicación Houston-Apolo 11; consistía en efectuar un encendido de motor para realizar una frenada y dejar la nave en órbita lunar (es importante destacar que al contrario de lo que sucedía con la maniobra de trasposición, si algo salía mal en esta fase, la nave siempre podía servirse de la denominada trayectoria de regreso libre, la cual permite a la nave pasar orbitando por detrás de la Luna y volver a Tierra sin necesidad de encender el motor, empleando la fuerza gravitacional que nuestro planeta y su satélite ejercen entre sí). El comandante Neil Armstrong verificó en el panel de control del módulo de mando la lectura referida al cambio de velocidad, y comprobó que la nave viajaba a una velocidad correcta para situarse en órbita lunar; cuando las comunicaciones con Houston se restablecieron, Apolo 11 se encontraba “capturada” exitosamente por la Luna.

El suelo lunar estaba cerca, a apenas 100 kilómetros bajo el Apolo 11, más cerca de lo que había estado de ningún ser humano...

- Continuará -

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